Arquitectura la ciudad

La ciudad mística como los jardines, difícil de salir como los laberintos, misteriosa como el espacio exterior, en busca de muchas preguntas como ¿Por qué? ¿Cómo? ¿Para qué? Creando curiosidad por ver que habrá más allá. La mayor creación del hombre a margen y error, mundos pequeños y diferentes en un más grande, difícil de entender a pesar de que la haya hecho el humano. La arquitectura de la misma, difícil de sobornar por la historia, hecha a la perfección de los habitantes, fascinante para los turistas.

Modificaciones a estas muy fáciles de hacer y muy difícil de encontrarles su alma su espíritu, el misterio, el preguntase porque, el volver a tomar esa atracción y misterio. La ciudad contemporánea, separa el ser del hombre, con el ser de la ciudad, pierde el sentido de la complicidad, el querer más, puesto que ya se había visto todo.

La ciudad debe estar en nosotros y nosotros en ella, no es posible vivir o tener una estancia satisfactoria si nosotros no buscamos adaptarnos en las estructuras de la misma, de hecho, no sería posible, desde que nacemos, nacemos en arquitectura en una estructura dentro de la ciudad, en un hospital, y si no lo fuera en un hospital en donde quiera que hayamos nacido seria en un espacio de la misma, claro existen posibilidades que hayan nacido lugares muy naturales como ejido, etc.

Estamos conectados en cuerpo completo con la ciudad, la ciudad está a escala de nosotros, puesto que es cotidiano, oímos, olemos vemos, tocamos la ciudad.

La arquitectura de la ciudad si la hacemos a base de función, por consecuente esta misma será espiritual, pero no lo seria completamente así, es obvio que esta necesitaría que fuera también estética, para poder crear esa sensación de curiosidad, de querer más, de ir mas allá las ganas de habitarla de caminarla, de conocerla a profundidad de buscar esos rincones más misteriosos de la misma

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