Condena y muerte de Sócrates

ENSAYO

Condena y muerte de Sócrates

Introducción

Al leer Apología de Sócrates me llamo la atención el tema condena y muerte de Sócrates, ya que el filósofo acepta dignamente su condena, sin dudar ni flaquear ante semejante sentencia. Él está seguro que actuó con honestidad y respecto ante las leyes de Atenas, su defensa fue aguda,  justa ante las calumnias y falsedades levantadas hacia su persona. Además su vida la entrego al diálogo y a las discusiones con todo aquel que quisiera escucharle,  a quienes respondía con preguntas donde lograba que sus interlocutores descubrieran la verdad a partir de ellos mismos, método denominado mayéutica. Siempre su oratoria fue integra y fiel a sus convicciones.

Estos valores que manifiesta Sócrates me hacen pensar y llevarlos a la vida militar donde la entereza, dedicación y valentía deben estar presentes siempre en un buen oficial de ejército.

Desarrollo

Sócrates se encuentra ante los jueces donde será enjuiciado por las acusaciones de las cuales ha sido objeto. Sin embargo, él está tranquilo, porque sabe que la verdad está en él y que ninguno de sus difamadores tiene esa ventaja, cree firmemente en una defensa honesta,  no tratara de convencer a los sabios y jueces con engaños a pesar de que está en peligro de muerte. Las acusaciones de impío, charlatán, de no creer en los dioses de Atenas y de corromper a las jóvenes  están basadas en engaños, envidiadas y falacias que sustentan los argumentos entregados. Después de sostener y demostrar que las pruebas  entregadas por sus delatores son absurdas y carentes de fundamentos, Sócrates alza la voz en un reclamo ante los magistrados y les reprocha acerca de sus conductas materialistas, para el filósofo la tarea fundamental del hombre es el cuidado del alma. Siempre que el hombre se preocupe de los bienes materiales, la fama, el éxito social, la riqueza, pero sea pobre de espíritu, su existencia tendrá  el velo de la ignorancia que los llevara  hacia una vida vacía porque no utilizara la virtud, ni la razón.  Sabe que  no hay quien no se pregunte si el riesgo por  realizar su tarea lo pone en peligro de muerte, ¿porque no ha dejado de hacerlo? Para él no existe tal amenaza, pues privarle el derecho de filosofar sería como privarle el derecho a la vida. Finalizada su defensa, no implora compasión alguna y deja el veredicto en manos de los jueces atenienses.

Al  escuchar su sentencia el filósofo demuestra un gran valor porque no tiene miedo a la muerte, y comienza una reflexión sobre lo que hay detrás de esta,  hablando de dos posibilidades: tras la muerte no hay nada y en ese caso será solo paz absoluta, o hay otra vida donde se encontrara con legendarios personajes. Y allí podrá realizar sus diálogos sin ser juzgado, ya que afirma que lo que no se conoce no se teme, por lo tanto, él no sabe quién será más dichoso si él al morir o la gente que seguirá viva. Lo que sí afirma es que ha sido enjuiciado injustamente, pero no tiene que pedir clemencia por un delito que no cometió. El conocimiento personal representa velar por el alma y estar siempre en busca de los valores genuinos  y puros de la vida humana, el valor de la dignidad se torna fundamental en esta etapa del juicio, prefiere morir antes que  arrastrarse ante los jueces. Antes de ser conducido a su destino final a Sócrates se le concede hablar con los magistrados que votaron a su favor, donde les comenta que para él viene un beneficio mayor, porque a un hombre de bien no le espera ningún mal, además les pide   que  a sus hijos los guíen siempre por el camino de la verdad y deshonrarlos si prefieren las riquezas antes de la virtud.

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