EL PARADIGMA PERDIDO.

EL PARADIGMA PERDIDO

Existe una línea evolutiva en la que las transformaciones físicas del sapiens (sobre todo el desarrollo cerebral), dependerá de las transformaciones culturales, y estás a su vez, de la naturaleza. Lo que lo hace ver, como un modelo de sistema integrado y complejo.

Morín percibe cómo muere una del hombre la visión antropológica, así como la visión  biológica y ahora debe surgir, debe nacer, una nueva antropología que sea capaz de concebir al hombre, a la condición humana insertada en la naturaleza superando la alternativa naturaleza-cultura.  Una visión que perciba la antropología en la cual el sistema genético, el cerebro, el ecosistema, la cultura, la sociedad, produce, teje unos conjuntos de hilos que se manifiesta en la condición humana. La naturaleza humana no está dada por unos cambios o modificaciones sino que está tejida en conjunto. En este texto se plantea una nueva visión de la naturaleza humana, que emerge y concibe al hombre como sistema abierto.

Dentro de esta nueva visión surge la necesidad de ver al ser humano como un sujeto histórico, como un ser cultural en el que la naturaleza humana no se opone a la historia del hombre ni al contrario, que la historia del hombre no se opone a la naturaleza humana. 

Está dado por hecho que la transformación cultural siempre avanza hacia adelante, similar  a una idea de la evolución biológica que está en las mismas condiciones. Ofreciendo una  propuesta, que vincula directamente el desarrollo biológico (cerebral o mental) con el cultural, y viceversa; en un diálogo que dará origen al progreso del ser humano y la sociedad universal

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