ESTADOS AMURALLADOS. SOBERANÍA EN DECLIVE. WENDY BROWN

MINIPAPER 1. ESTADOS AMURALLADOS. SOBERANÍA EN DECLIVE. WENDY BROWN

Autora y puntos importantes del texto

Wendy Brown es un filósofa y politóloga estadounidense, profesora de Ciencias Políticas en la Universidad de California, Berkeley. Ha escrito ensayos sobre política contemporánea, teoría crítica y teorías del neoliberalismo, en los que habla sobre el poder, la identidad política, la ciudadanía y la subjetividad en las democracias liberales. También es autora de varios libros, como Regulating Aversion: Tolerance in the Age of Identity and Empire (2006); Edgework: Critical Essays on Knowledge and Politics (2005); y Politics Out of History (2001).

El libro que nos interesa es “Estados amurallados, soberanía en declive” (2010), que habla sobre cómo los nuevos muros de los Estados nación son la prueba de la debilidad de los mismos, y no de su fortaleza.

El primer capítulo, “Soberanía en declive, democracia amurallada” responde a la pregunta ¿contra quién se construyen los muros? En su origen la respuesta sería contra ataques de otros poderes estatales, pero ahora se erigen para contener agentes no estatales transnacionales (individuos, corporaciones, movimientos, organizaciones e industrias) que constituyen una amenaza cultural, religiosa, étnica o económica-política.

El capítulo dos “Soberanía y cercamiento" establece la importancia que tienen las fronteras respecto a la soberanía. Explora la erosión de la soberanía tradicional produce una reacción de violencia, resalta el carácter teológico de la soberanía y trata al capital como un soberano. El Estado aparece como el último protector, que media entre el capital y la nación, por eso sigue teniendo importancia, porque es el terreno de ejercicio de la ciudadanía política y resguardo de garantías jurídicas.

El tercer capítulo “Estados e individuos” pone ejemplos que corroboran la eficacia de los muros en la creación de paisajes psíquicos que generan identidades culturales y políticas.

También sugiere que para comprender cómo funcionan los muros es importante conocer su contexto, ya que cambia con el tiempo.

En el cuarto capítulo “El deseo de amurallar” quiere mostrar que el imaginario en torno a los muros es una cuestión material relacionada con el inconsciente. Afirma que existen fantasías psíquicas que alimentan el deseo de amurallamiento y cohesionan un imaginario nacional. La erosión de la soberanía aumenta el reclamo de seguridad y control, lo que incita la aparición de muros.

“Más que expresión renovada de la soberanía del Estado, los nuevos muros son los iconos de su erosión ”

Los muros tienen tres dimensiones en el nuevo orden mundial: real, imaginaria y simbólica.

Estoy de acuerdo con lo que la autora expone sobre la dimensión real. En otras épocas esta función de los muros se encargaba de separar, proteger, retener y defender frente a ataques de otros poderes estatales. Ahora se construyen contra agentes no estatales que amenazan la institución estatal, pero al crearlos lo que se consigue es la desaparición del poder del Estado. Son ineficaces desde el punto de vista material porque solo están ahí para que se vean y generar sensación de protección, pero no cumplen una función más allá del ser vistos. Esto se podría relacionar con los desplazamientos ideológicos del texto “El espectro de la ideología” de Zizek, donde se decía que hay una diferencia entre lo que entendemos por ideología y los efectos que en realidad produce. Los muros se crearon por una razón y se mantienen o crean nuevo por otra

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