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El turno de Maximillian Augustus B. Johnson.


Enviado por   •  28 de Abril de 2016  •  Ensayo  •  1.876 Palabras (8 Páginas)  •  246 Visitas

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El turno de Maximillian Augustus  B. Johnson.

Fue en esa pequeña audiencia, cuando ya no pudimos evadir mas las acusaciones y sospechas, nos vimos obligados a relatar los hechos acontecidos de ese día horripilante y nada grato de recordar, aun a sabiendas de las autoridades, que debido al trastorno que sufrió mi compañero aquel día, era muy poco probable que asistiera, pero haciendo caso omiso a este detalle, citaron a Albert.

Albert, mi amigo Albert, ni asistente ni compañero, a últimas instancias lo consideré  mucho más que el científico terco y talentoso al que solo le interesaba obtener conocimiento, que, al cabo de reflexionar unos momentos y fuera de toda investigación y proyecto, creo que fue esa obstinación la que lo llevó a darme tanta solidaridad de su parte. Lamentablemente su estado de salud era totalmente deplorable, pero sabiendo que se está recuperando después de salir de un coma de tres días, era considerado un milagro el que pudiese hablar y conservar sus funciones motrices, así que desde el primer instante en que supe que fuimos citados al estrado del pueblo, di por hecho la inasistencia de mi compañero. Así que sin más que esperar, pidieron mi testimonio iniciando por una serie de cuestionamientos.

El juez del pueblo comenzó con estas preguntas:

-Usted conocía a Albert Gibbson Collins?-

-Así es señor-

-Que relación sostenía con el?-

-Comenzó como mi asistente en una investigación privada de mi parte, después pasó a ser mi compañero de trabajo.-

-Podría mencionarme con detalle todo sobre dicha investigación?-

El simple hecho de saber que alguien mas aparte de Albert supiera los horrores que cometimos ese día, me estremecía cada nervio de mi cuerpo y hacia entorpecer mi habla y comportamiento, haciendo ver o creer que tal ves estaría mintiendo, lo cual me calmó unos instantes después de un largo silencio, a sabiendas que muy difícilmente creerían mi testimonio. Llegando a esta conclusión fue la única manera que pude seguir adelante con mi habla.

-Así es señor hablare tanto detalle pueda recordar. Comenzando por mi inspiración en Victor Frankenstein, en poder reanimar o crear vida mediante la unión de fragmentos de un cuerpo y reemplazando los dañados, pero mi investigación se vio truncada por el minimo detalle de falta de información y escritos sobre el trabajo de Frankenstein. En pocas palabras no pude desarrollar la recreación del gancho de lazaro, el cual inducia una corriente eléctrica que reanimaba el cuerpo ya terminado. En este punto fue cuando contrate al caballero antes mencionado, Albert Collins, un científico experto en el área de cirugía, anatomía y química. Gracias a la colaboración de mi asistente y su arduo empeño en descubrir el mecanismo y funcionamiento de la herramienta ya mencionada, el gancho de lazaro, pudimos darnos cuenta de algunos secretos de la investigación perdida de Frankenstein. Llegamos a la conclusión de que Frankenstein se basó en manuscritos antiguos sobre alquimia, haciéndonos buscar aun con mas empeño estos escritos. Pero nuestra suerte y empeño solo nos llevó a escritos, historias y leyendas tan cortas que no aportaban mas el conocimiento básico de la ley base de la alquimia.

El intercambio equivalente, el cual nos menciona que, para obtener algo, debes entregar algo exactamente del mismo valor. Esto no nos decía nada nuevo sobre el ya conocido trueque, pero fue cuando encontramos un manuscrito un tanto mas antiguo que los demás, el cual no tenia autor ni fecha, solo ampliaba un poco mas las referencias sobre esta ley, donde mencionaba que no importaba el estado de la materia a entregar para obtener algo del mismo valor, haciendo ver tan sencillo que podríamos tomar las piezas de un plato roto, aplicando alquimia, podríamos volver a tener el mismo plato siempre y cuando la materia sea la misma cantidad.-

-Está diciéndome que con solo tener el trigo necesario para hacer 10 kg de harina, aplicando la alquimia, esto es posible en un instante?-

-Así es señor, pero mientras nuestra investigación seguía, descubrimos que la alquimia no es tan sencilla como parece. Además de la ley del intercambio equivalente, la alquimia se comprende de 3 fases:

Comprensión, destrucción y reconstrucción, pero esto no acaba aun aquí, mi compañero citó un importante detalle que muchos que ya habían investigado este tema, pasaban por alto,  si la alquimia comprende sobre el intercambio equivalente, no solo bastaba con entregar el material necesario para crear lo deseado, si todo es equivalente, que fuerza uniría las piezas del plato roto? También se necesita entregar esa energía o fuerza que necesita para realizar la transmutación, pero de donde la obtendríamos? Se hablaba de círculos de transmutación que hacían fluir la energía de la tierra para realizar esta acción acabo. En ese instante nos percatamos de que Frankenstein desarrollo su propio circulo de transmutación, pero un tanto mas mecánico.

Así es! Frankenstein desarrollo el gancho de lazaro supliendo asi la necesidad de una energía  producida mediante los antes mencionados círculos de transmutación.-

-Permitame un momento!! Porque un científico y medico como usted desearía recrear la trágica historia de frankenstein? No tiene sentido!

-Fue mi hambre de conocimiento, aunque reconociéndolo, jamás hubiera llegado tan lejos sin la ambición de mi compañero, que alimentaba mas mi deseo de descubrir aquellos secretos.  Lo cual, desde aquel momento me arrepiento en su totalidad, sobre mi investigación, nuestro proyecto, actos y ese libro maldito! Ese maldito libro! Jamás hubiera pasado algo como esto si nunca hubiéramos buscado ese diabólico libro!-

Juraría que solo pasaron 2 segundos de silencio después de mi exaltación, pero no puedo recordar que los guardias me hallan tomado por la fuerza y me hallan esposado, mencionaron que había perdido los estribos cuando cite la frase una y otra ves “ese maldito libro”.

Cuando mi cordura volvió a estar en mi, noté a la poca audiencia muy sorprendida, mientras que yo no sabía que había pasado, pero mi atención fue poca cuando el juez se delimito a decirme que siguiera con mi relato, pidiéndome si era posible mencionar solo lo mas esencial sobre lo que me alteró, el libro maldito. Conservé la calma y me tome un par de minutos en silencio para centrarme y poder relatar todo tal cual podía recordar, tomando en cuenta la seriedad con la que debía tomar el tema sobre ese libro del diablo.

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