Emociones y estados de animo. Ontologia del lenguaje.cap 8

Dos dominios complementarios de observación de los estados de ánimo: la existencia humana reconoce tres dominios primarios: los dominios del cuerpo, de la emocionalidad y del lenguaje, podemos observar los fenómenos emocionales y actuar sobre ellos, desde los dominios del cuerpo y del lenguaje. Iniciando por el dominio primario del cuerpo, estableciendo una distinción entre dos subdominios diferentes: dominio de la biología, y de la corporalidad. Llamamos biología al dominio de los componentes y relaciones que constituyen nuestra estructura biológica. Nuestros diferentes componentes (biológicos) se comportan y se relacionan entre sí para producir lo que somos, es importante resaltar el comportamiento de nuestros componentes biológicos, siendo estos lo que sucede a nivel de los sistemas nervioso, digestivo, circulatorio, como también el estudio de diferentes condiciones hormonales o diferentes configuraciones genéticas. Al hablar de corporalidad, estamos en otro dominio de observación, importante aquí el comportamiento físico de un individuo (de la unidad biológica como un todo) usamos la distinción de la corporalidad para referirnos a nuestra forma de gesticular, nuestras posturas corporales, la forma en que un individuo se mueve en su entorno. Los dominios de la biología y de la corporalidad están relacionados. Lo que pasa a nivel biológico condiciona lo que ocurre a nivel corporal y viceversa, pero siguen siendo dominios de observación diferentes. Observando los estados de ánimo desde el subdominio de la biología, vemos que existe un nexo muy fuerte entre la conformación del cerebro y la actividad de los lóbulos frontales, en las emociones y estados de ánimo de las personas. Resultados muestran que las personas que tienen mayor actividad en el área frontal izquierda del cerebro, tienden a tener un carácter más positivo y optimista por el contrario las personas que tienen más actividad en la corteza frontal derecha, evitan los encuentros con otras personas y se afectan negativamente con mucha facilidad frente a las dificultades. La manera en que la biología se relaciona con nuestros estados de ánimo va más allá de esta relación entre conformación del cerebro y estados emocionales. Otros factores que afectan los estados emocionales de una persona son los desequilibrios hormonales, y la ingesta de drogas. También sabemos que un cambio en nuestro estado emocional produce modificaciones biológicas (ej, latidos del corazón más lentos o más rápidos, nivel de adrenalina en nuestra sangre más alto o más bajo, sudor, fatiga, dolor de estómago). Observando los estados de ánimo desde el subdominio de la corporalidad, postura física. Se relaciona con el estado emocional en que nos encontramos, la conexión entre nuestras posturas corporales y nuestra vida emocional es tan fuerte que podemos darnos cuenta del estado de ánimo de una persona simplemente por observar la postura de su cuerpo. Así mismo se pude predecir las posturas físicas que adoptarán las personas si sabemos en qué estado emocional se encuentran. Las artes visuales utilizan esta conexión, permitiéndonos observar los estados de ánimo de las personas a partir de sus posturas corporales, por ejemplo, «El Pensador». Cuando cambian nuestros estados de ánimo, comúnmente también lo hacen nuestras posturas corporales, y de igual manera cambiando nuestra postura corporal podemos cambiar nuestro estado de ánimo (ejercicio físico, bailar o el yoga). Un nuevo estudio muestra la relación existente entre determinadas formas de sonreír, la actividad cerebral y la emocionalidad correspondiente. Por lo tanto, al intervenir al nivel de la corporalidad, intervenían indirectamente al nivel tanto de la biología, como al nivel de la emocionalidad. Enfatizando en la conexión de Los estados de ánimo y el lenguaje, se dice que, dependiendo del estado de ánimo en que nos encontremos, nuestras conversaciones, como hablamos y escuchamos se dan de forma diferente. Una conversación es siempre una combinación de dos factores básicos: lenguaje y emociones. Sostenemos que estos dos factores no son independientes entre sí. Para entablar una conversación, el lenguaje y las emociones deben estar equilibrados, estrechamente relacionados entre sí. Todos los días tenemos múltiples experiencias en las cuales observamos cómo lo que decimos puede influir en el estado de ánimo de las personas.

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