¿Es posible escapar del Eterno Retorno?
Enviado por Vicente Valdenegro • 21 de Julio de 2017 • Ensayo • 3.868 Palabras (16 Páginas) • 324 Visitas
¿Es posible escapar del Eterno Retorno?
Explicado mediante Siddharta de Hermann Hesse
Mijail Aguilera
Vicente Valdenegro
Martes 13 de Junio 2017
INTRODUCCIÓN
El ser humano a lo largo de su vida se enfrenta a uno de los problemas existenciales más difíciles, enfrentarse con su destino, tal cómo afirma Herman Hesse (2003:44):
Encontrar mi camino y terminar con el problema era sólo asunto mío, cosa que me fue muy difícil, como la mayoría de los que han recibido aquello que se llama una buena educación.
Estas dificultades las experimentan todos los hombres. Para el hombre común es éste el punto en que las exigencias de su propia vida entran en colisión dramática con las circunstancias, el punto en que tiene que luchar más duramente por alcanzar el camino que conduce hacia adelante.
Lo anterior dicho ha dado paso a que lo largo de nuestra historia humana diversos científicos, filósofos, cosmólogos y escritores nos han presentado diversas teorías que intentan darle sentido a nuestra vida, nuestro destino y el camino el cuál siguen, con el fin de satisfacer la insaciable necesidad que tiene la raza humana de saberlo y comprenderlo todo y así poder dominarlo, esto ha dado paso a múltiples y complejos postulados, algunos en extremo difíciles de entender y otros bastante más simples, sin embargo hay una en específico que nos ha interesado por parecer sencillo cuando se le ve de manera superficial, pero si se le analiza en profundidad logra hacernos pensar y cuestionarnos ¿puede el ser humano escapar de su destino, es capaz de dar giros rotundos al sentido que va siguiendo? Esta curiosa teoría es la llamada “teoría del eterno retorno”, una polémica visión de nuestra vida y del cauce por el cuál fluye nuestra existencia, que la califica de cíclica y sin sentido, lo cual, según Nietzsche(1891), conlleva a vivir una vida sin intensidad, sin el deseo y pasión de convertir cada instante de nuestro ser en algo maravilloso y único, pero… ¿En que consiste esta simple pero a la vez complicada teoría que tanto preocupa, simplifica nuestra vida y acongoja nuestra existencia, esta teoría llamada “el eterno retorno”?
En este informe nos encargaremos de intentar dar una explicación a este curioso fenómeno y las bases sobre las que se sustenta, además de responder otra interrogante que es inevitable preguntarse al saber sobre el eterno retorno, ¿es posible escapar del eterno retorno?, si lo es, ¿cómo?
Arquetipos y Repetición
Otra de las interpretaciones sobre el Eterno Retorno que toma fuerza es la de Mircea Eliade. En su estudio se plantea la visión del tiempo del hombre primitivo, la historia no es tal, todo es repetición de lo anterior. Según Eliade (2001: 7, 8) “el hombre arcaico, no conoce ningún acto que no haya sido planteado y vivido anteriormente por otro, otro que no era un hombre. Lo que él hace, ya se hizo”. Es muy importante señalar que aquel arquetipo que será incesantemente repetido, fue planteado por otro que no era hombre. Esto hace una clara alusión a las divinidades de las comunidades primitivas, las cuales fueron concebidas como creadoras de todo lo existente, aquello fue explicado mediante diversos mitos. Con esto ya somos capaces de vislumbrar que el Eterno Retorno es una concepción de la temporalidad que responde a una necesidad del ser humano primitivo. De la siguiente forma lo explica Eliade (2001: 8):
El producto bruto de la Naturaleza, el objeto hecho por la industria del hombre, no hallan su realidad, su identidad, sino en la medida en que participan en una realidad trascendente. El acto no obtiene sentido, realidad, sino en la medida en que renueva una acción primordial.
Lo que presenciamos con esto es un intento de la validación de la realidad mediante el arquetipo cosmológico. De acuerdo al estudio de Eliade todo aquello que el hombre desconoce pertenece al “Caos”, o sea se diferencia de lo que ya fue “Creado”. El caos es cosmizado, o sea se le brinda un arquetipo supraterrenal, mediante el rito el cual repite el acto de la creación, de esta manera a aquello desconocido se le confiere realidad y validez (2001). ¿Qué nos indica esta manera de vivir del hombre primitivo?, nos da una evidencia de la importancia del Eterno Retorno, ellos no eran capaces de evadirlo, la repetición los envolvía de forma implacable, esto sucedía debido a su propia concepción de la realidad, donde el tiempo no existe realmente más que en el ahora, y el ahora es simplemente una evocación de la primera vez donde se revelaron los arquetipos. Lo anterior se presenta en el estudio de Eliade (2001: 26) de la siguiente manera:
Todos los sacrificios se cumplen en el mismo instante mítico del Comienzo; por la paradoja del rito, el tiempo profano y la duración quedan suspendidos. Y lo mismo ocurre con todas las repeticiones, es decir, con todas las imitaciones de los arquetipos; por esa imitación el hombre es proyectado a la época mítica en que los arquetipos fueron revelados por vez primera.
¿Qué implicaciones conlleva esta abolición del tiempo? Según Eliade, primero el hombre primitivo no piensa en el tiempo lineal, la construcción de la historia le es indiferente, para él la existencia no terminará, si no, que se renovara periódicamente mediante el rito. Segundo la memoria del hombre primitivo, no se sustenta a través de personas y acontecimientos puntuales, esta se basa en los arquetipos que abolen el tiempo, esto es categorías, no acontecimientos; arquetipos, no personajes históricos (2001). Para nosotros esta forma de ver la vida va mucho más allá. Es sentirse ajeno a los acontecimientos, es sentirse impersonal. Cuando ocupo este término me refiero a que el hombre primitivo no era protagonista de su vida, aquello que sucedía a su alrededor, todo lo que veía, no sucedía por él. Él solo era un eslabón más en la constante e infinita repetición de los arquetipos. Probablemente esta visión nos causa miedo y desamparo, quizás no seamos capaces de imaginar un mundo donde simplemente aceptemos la tradición impuesta, donde seamos tan solo la repetición de lo anterior. Pero el hombre primitivo no se sentía de esta manera, él aceptaba aquel destino, y se sentía honrado de ser el encargado de la regeneración del tiempo.
Antes de continuar, ¿a qué nos referimos con regeneración del tiempo? Según Eliade (2001; 35):
En todas partes existe una concepción del fin y del comienzo de un período temporal, fundado en la observación de los ritmos biocósmicos, que se encuadran en un sistema más vasto, el de las purificaciones periódicas (cf. purgas, ayunos, confesión de los pecados, etcétera, al consumir la nueva cosecha) y de la regeneración periódica de la vida.
Esto es especialmente interesante porque nos da muestra de los ciclos por los que pasamos, periodos de receso, proliferación, decadencia y finalmente deceso. Uno de los ejemplos más claros sería el de la vida de una planta, al principio no hay nada, cuando la semilla es plantada esta absorbe los nutrientes necesarios, luego crece y tiene un periodo de vida “útil”, donde se reproduce y aporta sus nutrientes al ecosistema, y finalmente muere, quedando sus restos en la tierra los cuales se descomponen para que el ciclo se repita y pueda crecer otra semilla. Por lo tanto podemos identificar claramente que la vida compuesta por ciclos, necesita constantemente una regeneración un periodo donde vuelva al caos para que se repita la creación. De esto está encargado el hombre primitivo, y por esto es capaz de sobrellevar la vida eternamente repetida, ese es su rol infranqueable, es impresionante como es capaz de adaptarlo a sí mismo, sin pensar en la realización personal, él no es indiferente a las demás personas, no es indiferente a la naturaleza, él forma parte de ella.
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