Estudio de la maternidad subrogada: diversidad contractual y conflictos de filiación

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Cinthia Reyes, 2015-00411

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Estudio de la maternidad subrogada: diversidad contractual y conflictos de filiación

El ser humano busca hacer su descendencia una realidad, tratando de sobrepasar cualquier imposibilidad, material o biológica. Uno de estos casos de imposibilidad biológica ha revolucionado el mundo de la maternidad y el concepto de familia. La gestación subrogada o gestación por sustitución, mal llamada vientre de alquiler o vientre sustituto, es una técnica de reproducción asistida por la que una mujer accede a gestar el hijo de otra persona. Esto se logra mediante técnicas de fertilización in vitro, inseminación artificial. Sin embargo, los procedimientos médicos traen consigo una serie de situaciones éticas y morales que desafían las creencias de los que sienten necesidad de recurrir a estos métodos.

Una de las discrepancias principales de la maternidad subrogada es el hecho de utilizar otro vientre. No obstante, numerosas parejas que recurren a este tipo de gestación alternativa, mantienen en sus hogares a la fémina que portará su hijo por 9 meses, dándole las atenciones más especializadas. El detalle está, en que estos tratos son dados en primera instancia, por el hijo que nacerá del individuo, y no por procurar su integridad como tal. Por estas razones muchos desprecian esta idea, ya que generalmente se reclutan mujeres de baja posibilidad económica, para hacerlas utilizar su cuerpo como negocio.

Aparte de las implicaciones éticas, entra en juego el dilema legal de los datos de filiación de la criatura que se desarrolla (aunque el ADN siempre coincidirá con los padres gestionantes). Dentro de este, un problema relevante se ve manifestado por las discrepancias entre las constituciones y lo que actualmente se lleva a cabo. Este tipo de negocios, se hace mediante un contrato clásico, adaptado para sentar las bases del acuerdo. Pero, ciertas constituciones, incluida la dominicana, define que madre es aquella que “da a luz” (mater semper certa est), por eso, es tema de polémica para los practicantes de derecho, y alegan que habría un conflicto significativo en el caso de que la portante del bebé quiera alegar custodia sobre el mismo.

En conclusión, hay que evaluar muchas vertientes para llegar a apoyar o juzgar una pareja que decida socorrerse de estas técnicas, ya que muchos por razones personales anhelan procrear y la frustración que sienten puede ser desesperante. Por otro lado, es cuestión de los congresistas legislar adecuadamente para no terminar afectando la vida emocional y psicológica de la criatura con los intentos de cambio de custodia, y otros procesos legales implicados.

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