Filosofia como forma de vida
Enviado por Barbara Ortega • 3 de Mayo de 2021 • Ensayo • 1.990 Palabras (8 Páginas) • 64 Visitas
INTRODUCCION
La palabra filosofía tiene su origen en el antiguo griego. En los escritos de Platón – su libro “El banquete” - se recoge una cátedra de Sócrates, donde nos cuenta que una de las variaciones del deseo (eros) es exactamente el deseo de saber, amar (philein) el saber (sophía).
Cuando hablamos de filosofía, hablamos sobre la búsqueda de la verdad como forma de un deseo exigente de alcanzarla; en palabras más cortas y en esencia, es el deseo de saber. Sin embargo, estas son, una de las tantas definiciones que se le puede atribuir a la filosofía. Es por ello, que en la historia de la filosofía el quid de la cuestión de los filósofos era definir el tema de este discurso. Por esta razón, Oswald Kulpe, defendía la idea de filosofía como algo indefinible, “definir es poner límites”, José María Barrio.
Personalmente considero que para iniciarnos en la filosofía debemos tener en cuenta la diferencia entre útil y valioso; útil, puede ser un sacacorcho, pero abrir una botella de vino y compartirla con nuestros seres queridos y sentir que el tiempo pasa más rápido mientras más ameno el momento, eso es algo valioso. Y en este campo, ocurre algo similar, existen conocimientos útiles, así como, conocimientos valiosos.
“Los saberes que nos acercan de alguna manera al bien, a la belleza, a la verdad, que nos hacen cuestionarnos el mundo en el que vivimos y, sobre todo, que puedan darnos las herramientas para construirnos en hombres y mujeres libres, capaces de empoderarnos, eso es algo valioso y eso es la filosofía’’, Eduardo Infante.
Titulo
Actualmente, se acostumbra a pensar que hablar de filosofía solo es hablar sobre el ser, de cuestionarnos sobre el sentido de la vida, sobre bien y del mal, etc.; en definitiva, conceptos muy abstractos. La filosofía, o exactamente “filosofar” se da en cualquier momento y a cualquier edad.
La filosofía es inevitable para afrontar un mundo regido por el facto de lo contingente, lo incierto y lo complejo. Se nos presenta como absolutamente necesaria para reflexionar sobre los grandes problemas de la actualidad, tanto en el ámbito individual como en el colectivo.
“Filosofar no es un deber moral sino una necesidad. La vida es tan difícil que tenemos necesidad de utilizar nuestra inteligencia para vivir un poco mejor. A fin de cuentas, ¿qué es la filosofía? Es el esfuerzo por pensar, pensar mejor para vivir mejor. El amor a la sabiduría (la filosofía) consiste en intentar vivir de manera un poco menos estúpida, un poco más inteligente, para ser más felices” André Comte-Sponville.
Considero que hay tres grandes aportaciones que hacen que la filosofía tenga sentido en cualquier momento y pueda interesar a cualquier edad.
En primer lugar, sirve para entender fenómenos de la vida social, política y económica para los que las ciencias no tienen una respuesta clara; En la actualidad, vivimos en una sociedad individualista, violenta y alienante que provoca la pérdida de la identidad y del sentido de la vida, sin moral y valores, que cada día más nos muestra una realidad caótica y materialista, que logra convencer a la mayoría de vivir sin esperanzas, porque ya todo es aparentemente inútil.
En todas las etapas de la historia de la humanidad se atravesaron crisis tal vez más severas, que sin embargo lograron superarse.
Este es un momento en que todos tenemos la oportunidad de visualizar otra forma de organización y vivencia social, más justa, más equitativa, más coherente y más sana.
Es el principal objetivo del nuevo milenio, crear las condiciones para evitar la exclusión, priorizar la solidaridad y la educación y, de esta manera, terminar con los resentimientos y los antiguos conflictos del pasado. ¿Pueden los pobres salir de la pobreza y los demasiado ricos desprenderse de parte de su riqueza que asciende a cifras similares a la deuda externa de los países en vías de desarrollo?
No me molestan los ricos, pero me preocupan los pobres y frente a esta realidad los seres vivos racionales no podemos seguir siendo indiferentes. El nuevo paradigma propone la supervivencia del más sabio, que es un punto de vista más amplio que no se detiene solamente en las capacidades individuales para lograr el éxito, sino que se basa en la utilización de la inteligencia al servicio del bienestar, el desarrollo propio y de la sociedad.
La filosofía política también es entendida como una investigación acerca de la naturaleza, las causas y los efectos del buen y mal gobierno, pues una diferencia realmente importante en nuestras vidas depende de si estamos bien o mal gobernados. Para David Miller (2011), no podemos darle la espalda a la política, retirarnos a la vida privada y suponer que el modo en que seamos gobernados no afectará profundamente a nuestra felicidad personal. En este sentido, se pregunta: ¿afecta realmente a nuestras vidas el tipo de gobierno que tengamos? ¿Tenemos algún margen de elección al respecto, o el tipo de gobierno que existe es más bien algo sobre lo cual no tenemos ningún control? ¿Podemos saber qué es lo que hace a una forma de gobierno mejor que otra?
Si partimos de la idea de que la filosofía política es aquella área de la filosofía que tiene que ver con políticas y gobiernos, debemos reconocer que la historia de la política es la inestable mezcla de guerra y tratado, es decir, división conflictiva y unión autoritaria. Como "filosofía" es parte de la vida contemplativa que es sólo pensamiento; como "política", siempre tendrá algo que ver con la vita activa que es la acción y la práctica en un mundo que existe con sus propias reglas y juegos del lenguaje.
En la actualidad también podemos encontrar aplicaciones económicas de la filosofía cómo la economía circular o la economía consciente. Y es que lo cierto es que no podríamos entender la economía sin la explicación de la filosofía, esto lo podemos demostrar con un ejemplo muy sencillo. ¿Cuál es el valor de un vaso de agua en un restaurante y en el desierto? Si bien, aunque la respuesta nos parezca obvia, no podremos explicarlo sin la filosofía.
En segundo lugar, permite tomar distancia de la realidad para someterla a examen, a crítica, y pensar qué puede hacer uno, cómo puede ejercer su libertad y responsabilidad; La filosofía nos permite desarrollar nuevos estilos de cuestionamiento y de comportamiento; nos sirve para fomentar, en actitud filosófico-reflexiva los auténticos valores de la razón. La decisión de examinar la filosofía es entre: 1) hacer explícita tu filosofía, o 2) ser esclavo de las nociones subconscientes, principios y filosofías de otras personas recogidas a lo largo de la vida. Ignorar el tema de la filosofía es estar condenado a la segunda opción. Examinar nuestra filosofía nos permitirá descubrir y erradicar todos los errores y contradicciones y permitirnos adquirir conocimiento más fácilmente y pensar en conceptos en lugar de concretos. Es decir, enseña a pensar y reflexionar por uno mismo, permitiendo desarrollar un criterio propio y sano, que no se basa en ser original, sino en vivir las cosas porque uno las entiende. Eso despierta el discernimiento, que es la capacidad de separar lo esencial de lo que no lo es, lo válido de lo no válido.
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