Fronteras Transcendentales
Enviado por vikique • 15 de Mayo de 2017 • Ensayo • 1.476 Palabras (6 Páginas) • 266 Visitas
Fronteras trascendentales
El título en sí mismo nos proyecta que es un tema muy grande y abstracto de la humanidad. Es muy probable que al decir “fronteras trascendentales” las palabras proponen diferentes pensamientos e ideas para todos. Lo primero que me sugiere este tema, es decir, cuando estoy hablando de las fronteras trascendentales pienso en límites entre la vida y la muerte. En realidad, no lidiamos con estas cosas en la vida cotidiana sino sólo en momentos muy específicos. Por ejemplo, cuando un miembro de la familia se enferma o muere es aquí donde comenzamos a pensar en el significado de la vida y el sentido de la muerte. ¿Pero qué es la muerte? ¿Cuáles son sus límites? No hace mucho tiempo que hemos celebrado el día de los muertos. ¡Pensemos en esta fiesta! ¿Qué hacemos en este día cada año? Llevamos luces y flores a las tumbas de nuestros seres queridos. ¿Por qué hacemos esto si ya están muertos? La respuesta es: porque en nuestros pensamientos o en nuestro corazón siguen viviendo. Este es un muy buen ejemplo para empezar a pensar en los límites entre la vida y la muerte.
Antes de presentar los pensamientos de Thomas Nagel y de Horacio Quiroga, yo también quisiera compartir mi opinión personal sobre este tema. Cuando pienso en los límites entre la vida y la muerte, aparecen las siguientes palabras en mi cabeza: “Gracias a la muerte me siento viva”. Tal vez, con esta afirmación podría describir mejor mi filosofía de la muerte. ¿Pero qué significa esto para mí? Muchas veces intentaba imaginar cómo sería ser inmortal. La verdad es que no disfrutaría la eternidad. Imaginando que vivo siempre viene la pregunta más importante: ¿qué significa “siempre”? Para nuestra conciencia la idea de siempre es inconcebible, porque todas las cosas tienen un final, se acaban, y esto es el significado de la muerte también: el fin de algo, el fin de la vida. Debido al hecho de que la vida se acabará también, podemos empezar a vivir y aprovechar los bienestares de la vida. Nadie sabe cuándo su vida se acabará por eso la mayoría intenta obtener el máximo placer de su vida. Para mí esto significa el sentido o conocimiento de la muerte; es la motivación para buscar la felicidad en la vida, aprovechando las oportunidades, apreciando los momentos que se escapan de repente. Sin embargo, siempre hay miedo -ante todo dolor o algún momento difícil- pero hay una paz básica fundamental; es el sentido de la muerte el que, en definitiva, da sentido a la vida.
Lamentablemente el protagonista del “Hombre muerto” no tenía tanta suerte u oportunidad para aprovechar los placeres de la vida porque de repente se muere por accidente. Esta historia también sustenta las cosas antes mencionadas, que la gente en la vida cotidiana no piensa en su vida, ni en su muerte, sólo entonces cuando siente la presencia de la muerte.
El “Hombre muerto” escrito por Horacio Quiroga fue publicado en 1920. Horacio fue un cuentista, dramaturgo y poeta uruguayo. La obra es un relato corto, narrado en tercera persona en la cual se logra acercar perfectamente al estado psicológico del personaje principal que acaba de morir. Describe también el estado de muerte percibido por el hombre. El relato comienza cuando el trabajador de una plantación de banano limpia la calle con su machete hasta el momento en que se resbala a causa de una cascara, atravesada con su propio machete (qué irónico) y cae muerto de bruces contra la gramilla. El narrador comienza a describir las percepciones del hombre, y es muy interesante cómo se queda en la tierra observando su casa, el camino, la plantación, escuchando silbidos, sintiendo el machete y el ser arrancado de sus seres queridos, hasta que por fin descansa. Había sido todo muy rápido: un día estaba vivo y al día siguiente estaba muerto. Por otro lado, es interesante porque en este proceso, la muerte está descrita muy detalladamente y se puede observar que la protagonista sólo en sus últimos minutos de vida, es decir cuando se estaba muriendo, empezó a pensar en el sentido de su vida. Reflexionar sobre la muerte también es muy útil para recordar que no vamos a vivir para siempre y es algo que se me olvida frecuentemente. La mayoría de la gente se arrepiente de algo cuando nos morimos porque la muerte lo pone todo en perspectiva, y cuando sentimos que se nos acaba el tiempo lo vemos todo mucho más claro. De este cuento podemos llegar a la conclusión, que es algo muy triste darse cuenta, cuando ya es demasiado tarde, que no hemos vivido la vida que hubiéramos gustado vivir.
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