Fundamentos filosóficos de educación

Lee el capítulo I ¿Qué es filosofía? del libro de Osvaldo Ardíles Ingreso a la filosofía (página 6-29). 

1. Realiza una síntesis de las principales ideas desarrolladas en el capítulo.

La condición del filósofo como amante de la verdad es intermedia entre la posesión total de aquello que ama y la carencia absoluta, toma distancia de todo para observar con mirada atenta y espíritu tranquilo un extenso panorama, hacia algo que suscita su interés más profundo, tanto Ad-mira que da comienzo a la contemplación.

También se demuestra con una peculiar anécdota como lo que no se entiende pasa por admirable en todos los tiempos, por el simple interés por lo raro, lo estrafalario. Además, deja claro que en medio de lo cotidiano irrumpe lo maravilloso. Donde otros solo ven lo vulgar, el filósofo descubre la presencia de lo divino.

Deja claro que el amor nos concentra sobre el objeto amado, distrayéndonos del resto de las cosas y que la ad-miración que distrae y la carcajada que se burla están siempre presentes en su vida.

El compromiso humano del filosofo radica en vivir alejado de las vanas contiendas que se ventilan en los tribunales y otros lugares de disputas para poder dedicarse con tenacidad al problema fundamental.

Se define que la actividad finalista es la que lleva su fin por si misma, no necesita de otra cosa distinta que justifique su ejercicio ya que el fin que buscamos se agota con la misma actividad y de ella recibimos todo el bien buscado. Muy al contrario, la actividad instrumental no tiene su fin en si misma, sino que la recibe de fuera y por el se justifica lo que estamos haciendo. Tienen el valor de un medio o instrumento para otra cosa que los justifica y les da sentido.

Establece que el hombre educado en la libertad a quien llamamos filósofo sabe apreciar y vivir de las actividades finalistas de modo apropiado. El que fue instruido para menesteres serviles en cambio, aplicara a todas esas cosas con habilidad y eficacia. Sin que ninguno pueda intercambiar roles.

La misión del filósofo es desprenderse de todo lo superfluo para poder atender lo realmente necesario.

El desinterés y la pobreza son las condiciones de su libertad, por eso el filósofo disfruta siempre del ocio en paz y sobre el ocio edifica sus razones.

Ocio sinónimo de cultura, quiere decir escuela, ósea el lugar donde se forma y educa a los jóvenes.

El ocio no es la falta de actividad sino el ámbito para el ejercicio de la actividad mas importante en la vida del hombre, aquella que hemos llamado finalista.

En conclusión, la escuela es un lugar de ocio porque allí se posibilita la actividad espiritual que permite la educación, comunicación y la cultura.

La verdadera formación consiste en poner la suma de conocimientos alcanzados a servicio de la educación y formar así verdaderos hombres.

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