HISTORIA DE LA IGLESIA MEDIEVAL

HISTORIA DE LA IGLESIA MEDIEVAL

En el mundo durante los siglos VII Y VIII fueron siglos donde los obispos ejercieron gran influencia en las poblaciones de toda Europa en medio de las crisis ocasionadas por las guerras que se daban en ese tiempo, en medio de todo este caos surgió el papa Gregorio VII que se consideraba un súbdito del emperador. En medio de todas estas guerras por la tierra roma fue altamente atacada y el papa le insistía al emperador que les ayudase pero sus peticiones no eran atendidas  y el papa tenía que tomar las riendas de la región contra los continuos embates de los lombardos que en un principio eran amigos de los mayordomos de los francos.  Para poder entender este entramado de hechos históricos que hemos ido desglosando a lo largo de este último mes es necesario que se pueda diferenciar unos términos y hechos que han sido fundamentales en el estudio de la temática que ha propuesto el hilo conductor del curso de historia de la iglesia Medieval y más al referirnos al capítulo cinco en adelante donde es fundamental saber el origen de los estados Pontificios. Para entrar en temática se tiene que poner sobre la mesa de estudio lo que era la dinastía merovingia que domino todo el territorio franco y que tuvo un tiempo de esplendor para luego caer en una decadencia total ya que empezaron a aparecer gobernantes Reyes que fueron llamados holgazanes y esto se dio durante los siglos VI, VII y VIII; eran llamados de esta forma debido a su negligencia en el momento de gobernar sus territorios.

Estos eran débiles y sus territorios eran gobernados por todos menos por ellos, incluso fueron víctimas de las intrigas palaciegas, estos reyes eran nulos en temas de política, es por eso que aparece en el imperio la figura del mayordomo de palacio que era el funcionario encargado de la administración doméstica y fue tomando sobre sí la tarea de gobernar el territorio de su rey, por eso paso a ser la mano derecha de estos en el gobierno, llegando a acumular mucho poder político, y ejercían la función que quizás hoy podríamos equiparar a la que hacen los primeros ministros en los países donde se sustenta en los días de hoy las monarquías.

De este cargo de mayordomos de palacio con el tiempo se fue apoderando una sola familia y convirtiendo este en algo de exclusividad y hereditario. Esta familia fue la de los carolingios, a la que pertenecía Carlos Martel y su hijo Pipino el Breve; este último llego a un extremo tal que quería el poder total del imperio bajo su dominio, quería ser el rey; y se orquesto con el papa de la época para hacer posible esta acción y entre ambos decretaron que por principio de autoridad o idoneidad quien debería gobernar en el imperio seria el hasta ese entonces el mayordomo. Ante esta iniciativa tenían un problema y era que los reyes merovingios eran aceptados por tradición por el pueblo y por esto es que el papa presenta a el hasta ahora mayordomo como un ungido de Dios, este favor será pagado con donaciones  y alianzas bélicas a favor del papado contra los lombardos, forjando así una alianza que perduraría a través de los siglos. La donación que Pipino hace es la base paro lo que a postre serían los estados pontificios que se completarían años más tarde con una segunda donación hecha por Carlos Magno.

Carlos Magno al querer proteger a roma de la invasión lombarda en un primer momento intentó resolver el conflicto pacíficamente, pero tuvo que entrar en guerra con Desiderio, y al ganarla no mantuvo intacta la promesa que su padre había hecho al papa si no que más bien en vez de devolver todos los territorios a roma lo que hizo fue asumirlos él, y de esta forma la soberanía protegida se convirtió en supremacía política. Carlos Magno fue proclamado emperador Dos días después, en la Navidad del año 800, con esta coronación el mensaje que se envió al resto del mundo era que el Imperio de Occidente había resucitado.

Carlos Magno se valió varios pilares en los que sostenía su imperio y estos eran tres dominios religiosos: la reforma, la enseñanza y la misión, y a su vez se valió de tres instrumentos que le sirvieron para aplicar su programa religioso que fueron los concilios, las capitulares y la institución de los missi. Dentro de las estrategias utilizadas por los ejércitos francos encabezados por Carlos Magno se pueden distinguir tres fases y técnicas en la cristianización que se utilizaron contra los sajones, una de ellas fue la de choques psicológicos que llevaban al terror y la de los milagros, la segunda técnica fue la propia de los evangelizadores cristianos que es la predicación o evangelización, el llevar la buena noticia, y por ultimo estaba la técnica de las catequesis o enseñanza de la vida cristiana. Durante esta época del reinado de Carlos Magno los Papas estaban sumisos a este.

También se debe acotar sobre Carlos Magno sus campañas contra los sajones fueron de derrotas y victorias, hasta que consiguió que el líder de los sajones se convirtiera al cristianismo. Durante la época Carolingia se dio un renacimiento intelectual y cultural, con el pico de actividades ocurrido durante los reinados de Carlos Magno, y de su hijo Ludovico Pío, incluso en este periodo se creó un lenguaje común y un estilo de escritura carolingia que se difumino en toda la comunicación de la mayoría de Europa, este tiempo carolingio creo las bases de la que posteriormente seria la cultura sobre la cual se afianzaría el futuro imperio romano del Imperio Romano.

La dinastía carolingia que estaba basado en la fuerza y autoridad de Carlos Magno, a su muerte empieza su decadencia, y con el imperio también empezó a decaer el papado ya que estos estaban unidos por el emperador, aparecieron en esta decadencia nuevas invasiones, y una inmoralidad del pueblo en general sin acepciones, al morir Carlos Magno divide el imperio en sus tres hijos, pero dos de ellos mueren tempranamente y todo el imperio se unifica nuevamente en su hijo Ludovico que no supo cómo mantener todo el imperio que su padre había forjado y donde se afianzo la crisis que termino acabando con el gran imperio que había hecho su padre.

Se debe hacer hincapié en los orígenes de los estados pontificios que sucedió al producirse el derrumbamiento del Imperio romano de Occidente, la comunidad cristiana de Roma y su cabeza, el Papa, que poseían amplios territorios extendidos por diversas regiones constituyendo el llamado Patrimonio Petrino (Patrimonium Petri). Las riquezas extraídas del usufructo y explotación de estos bienes eran considerados como patrimonio de los pobres. Sobre tal vasto conglomerado territorial el Papado no se profería sobre si mismo ningún título ni atributo de soberanía política. El proceso por el cual el Pontificado reivindicaría, por espacio de más de un milenio, el derecho a poseer un estado propio se iniciaría a mediados del siglo VII, una vez rotos los vínculos más o menos amistosos que unieron a Roma con los lombardos por el deseo de Roma de ejercer un dominio sobre los territorios colocados bajo la soberanía nominal de Bizancio caídos en manos del rey lombardo Astolfo y por las continuas incursiones lombardas que llegaron a sitiar al papa en Roma.    

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