IMMANUEL KANT. Ante la antigua oposición entre racionalismo y empirismo, Kant hace una crítica a la razón en general

IMMANUEL KANT

1. Proyecto filosófico

Ante la antigua oposición entre racionalismo y empirismo, Kant hace una crítica a la razón en general y va en contra de sus predecesores. Que solo han aportado juicios analíticos (explicativos), esto es, aquellos en los que el predicado estaba implícito en el concepto de sujeto. Estos juicios se rigen por el principio de contradicción, ofrecen universalidad y necesidad, pero no significan enriquecimiento. Por eso, Kant, quiere hacer una ciencia de la experiencia: necesita para ello juicios extensivos, sintéticos y que esa extensión y enriquecimiento sean a priori.

1. Bloques temáticos

2.1 EL CONOCIMIENTO

Kant analiza el conocimiento en su obra “crítica de la razón pura”, en ella expone la revolución copernicana, que consiste en suponer que los objetos se adecuan a nuestro conocimiento, al contrario de lo que se había pensado hasta el momento.

Esto da lugar a dos fuentes de conocimiento, la sensibilidad y la experiencia, al contrario de lo que habían afirmado racionalistas y empiristas, para quienes había sólo una fuente de conocimiento, ya fuese la razón o la experiencia.

El entendimiento (analítica trascendental) es un conocimiento conceptual, independiente de la experiencia, discursivo que suministra conceptos, formas bajo las cuales se pueden ordenar diversas representaciones bajo una sola común a todas ellas. Si separamos, en el entendimiento, la materia de la forma, podremos distinguir dos tipos de conceptos: los empíricos y los puros o categorías. Los primeros son el resultado de generalizaciones tomadas de la experiencia. Los segundos no dependen en absoluto de la experiencia: son a priori, y son puestos directamente por el entendimiento.

La sensibilidad (estética trascendental) es la capacidad de recibir representaciones, es decir, el conocimiento se refiere inmediatamente a un objeto, por lo que procede de la experiencia. Cabe destacar diferentes facultades de la sensibilidad: la intuición, es la sensibilidad como referencia inmediata a un objeto; el fenómeno es la causa de la intuición empírica, este se divide en materia, lo que dentro del mismo corresponde a la sensación (efecto que produce un objeto sobre nuestra capacidad de representación sensible), y forma,  “aquello que hace que lo diverso del mismo pueda ser ordenado en ciertas relaciones”.  Kant determina que el espacio y el tiempo son las condiciones trascendentales de la sensibilidad

Gracias a estas dos fuentes de conocimiento, podremos hablar de conocimientos a priori, independiente de toda experiencia; y conocimientos a posteriori, que solo es posible mediante la experiencia. Los conocimientos a priori, como las matemáticas, implican necesidad y universalidad, por lo que son independientes de la experiencia. Un ejemplo de conocimiento a priori para Kant es el principio de causalidad.

Los conocimientos se expresan en forma de juicios y estos se dividen en: juicios analíticos, que son a priori pues en ellos el predicado está comprendido en al noción del sujeto; y los juicios sintéticos, que, por el contrario, no comprenden el predicado en la noción del sujeto.

Mediante la “crítica de la razón pura” se explican los juicios sintéticos a priori en matemáticas, puesto que sus conocimientos han de ser universales y necesarios, ya que todos los fenómenos han de darse necesariamente en el espacio (geometría) y el tiempo (aritmética).

No podremos conocer nunca los objetos tal como son en sí mismos, es decir, como noúmenos, sino solamente tal como se presentan a nosotros a través de esas estructuras trascendentales de la sensibilidad y del entendimiento es decir, como fenómenos.

Seguidamente, Kant presenta el llamado “problema crítico” pone en cuestión la metafísica como ciencia, pues, a pesar de ser una disposición natural, no ha conseguido un camino definido. Esto se debe a que la metafísica, a diferencia de otras ciencias como las matemáticas o la física, pretende trascender la experiencia y ofrecer un conocimiento “a priori” de entidades como Dios, el alma y el mundo.

Hasta entonces se había aceptado que los juicios analíticos, a priori, por lo tanto, eran el fundamento de las matemáticas, y que los juicios sintéticos, a posteriori, lo eran de las ciencias naturales. Pero Kant afirma la existencia de conceptos puros a priori de la razón, a los que llamará ideas trascendentales, estas son: alma, mundo y Dios. Las ideas trascendentales nos ayudan a unificar en el pensamiento la totalidad de los fenómenos, sin embargo, al no poseer intuición de las realidades a las que se refiere la unidad de los fenómenos, esas ideas trascendentales no nos ofrecerán ningún tipo de conocimiento. Son conceptos puros, sin contenido, que sólo sirven para unificar los conocimientos del entendimiento.

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