La filosofía y los medios de comunicación

Informe de Filosofía: Medios de comunicación.

Alumno: Candela Solar y Ramiro Gordillo.

Profesora: 

Materia: Filosofía.

Curso: 6º1º T.I.P.

Presentación

En el presente informe se desarrollará una exposición con soporte tecnológico, “Prezi”,  acerca de la crítica filosófica sobre los medios masivos de comunicación, es decir sobre lo que nos ofrecen la televisión, el diario y la radio,  se analizarán diversas posturas de filósofos, haciendo énfasis en planteos de Adorno sobre las culturas de las masas y a solución que propone Pepper ante esta problemática ; teniendo por objetivo  llevar a una reflexión tanto de los expositores como de los oyentes,  con  la elaboración  de conclusiones propias sobre los medios de comunicación actualmente y cómo influyen en el ser humano en diversos aspectos.

Desarrollo

Para comenzar este informe, se desarrollarán las posturas que expone cada filósofo sobre el tema abordado:

Adorno Theodor

Para Adorno, la crítica y el pensamiento crítico se ven cercenados y esterilizados por las expresiones culturales de la sociedad industrializada. El pensamiento filosófico debe plantearse como “crítica cultural”, que evidencie las contradicciones entre la “sociedad real” y su “deber ser ideal”. El término comercialización, se ve inmiscuido en la creación del arte desde siempre, toda obra presentará algún tipo de efecto sobre sus espectadores, Adorno indica que, la diferencia de este tipo de “arte” televisiva con el arte pura, es que a la segunda no le importaba el efecto socio-psicológico sobre el espectador, en cambio, la cultura que implementa la televisión tiene fines y propósitos exactos y detallados, un resultados y comportamientos analizados en el espectador.

Adorno centra especial atención a los antecedentes y el desarrollo de los modernos medios para las masas. Señala que, los arquetipos de la actual cultura popular, quedaron establecidos en el desarrollo de la sociedad de clase media, fines del siglo XVII y comienzos del siglo XVIII en Inglaterra. Como segundo antecedente destaca a los estudios del sociólogo inglés Ian Watt, sobre las novelas inglesas como Richardson, donde señala que este tipo de novelas literarias fueron creadas con la finalidad de servir y controlar un mercado comercial.

Hoy todas esas producciones de consumo culturales son comerciales y conscientemente aumenta la influencia de la cultura popular en el individuo. La cultura popular ya no está limitada a ciertas formas, sino que actualmente se ha apoderado de todo medio de expresión artística. Cuanto más se expande el sistema de comercialización, el “arte serio” debe ser capaz de adaptarse como un requisito del sistema, a este esfuerzo se podría denominar la ideología predominante de nuestra época. La moderna cultura de masas es un medio formidable de control psicológico, ya que tiende a favorecer las reacciones automatizadas y a debilitar las resistencias intelectuales e individuales, como señala Adorno. Para llegar a este resultado, fue necesario invertir la imagen del hombre eróticamente agresivo y la mujer defensiva. Las novelas populares y semi-populares de principios del siglo XX, estaban destinadas a satisfacer necesidades comerciales y estaban llenas de tramas interminables, donde el lector no tenía conciencia de lo que sucedía o podía suceder. Actualmente, esto no es mayoritariamente válido, ya que el lector, en la mayoría de las novelas actuales, prefiere sentirse en un terreno estructuralmente seguro, donde la historia se encuentra predeterminada.

…”Hay una fuerza creciente en la moderna cultura de masas, donde la antigua élite culta ya no existe, y los públicos actuales son más listos en cuanto a su exigencia de perfección técnica y de exactitud en la información”… (Televisión y cultura de masas, Theodor Adorno).

Adorno explica que, la cultura de masas debe ser realista y estar en constante servicio día a día, ya que tiene un público desilusionado, astuto y curtido al que debe satisfacer. La antigua cultura de masas mantenía un equilibrio de su ideología social y las condiciones sociales de sus consumidores, en cambio, la actual cultura de masas presenta conceptos, ideologías y consumidores que encuentran en constante desequilibrio.

Para Adorno existen dos tipos de mensajes: El mensaje explícito que se encarga de difundir valores a la sociedad, y el mensaje implícito o subliminal que hace referencia que no está obligado por estos valores, sino que es totalmente independiente con respecto al objetivo-efecto. Los valores tradicionales en los que se habla, se transformaron en normas de una estructura jerárquica y autoritaria. Los ideales de conformidad se refieren a lo que hay que hacer y a lo que no hay que hacer, en la mayoría de los casos, el desenlace de los conflictos ya está predeterminado y solo son simulacros; uno de los muchos casos en que se puede ver que la sociedad sale ganando y el individuo manipulado por normas sociales.

Los medios de las masas están conformados por acciones, mensajes y diversos estratos de significados, y estos conjuntamente contribuyen al efecto psicológico profundo de la televisión, como en la concentración de su estructura de múltiples estratos. En situaciones, el mensaje implícito es mayormente influyente ante el mensaje explícito, eludiendo el control de la conciencia, y quedando inconscientemente en la mente del espectador, expresándose en diferentes situaciones cotidianas, como pueden ser chistes, situaciones sugestivas, etc. La risa puede ser explicada en gran parte por el mecanismo de la represión, es un mensaje inconsciente. Este procedimiento fomenta la adaptación a condiciones humillantes, presentándolas como objetivamente cómicas (un ejemplo puede ser “El Chavo del ocho”). El mensaje explícito es interpretado como los impulsos instintivos, así como son el control. El psicoanálisis insiste que los niveles que hay en los medios para las masas implican mecanismos de conciencia e inconciencia.

Adorno explica que mediante a los análisis profundos socio-psicológicos en conjunto a la psicología moderna en la televisión, podrán determinar requisitos para programas maduros y responsables, considerando una idea de individuos autónomos en una sociedad democrática libre.

El psicoanálisis inverso, concepto empleado por las actuales industrias culturales, se define como el concepto analítico de una personalidad de múltiples estratos, utilizada a fin de poner el servicio de efectos premeditados; el estudio socio-psicológico concibe a los autores y sus motivaciones como parte de la obra, pero no omnideterminantes, en la mayoría de los casos, se adecúan a las exigencias objetivas de su producto mucho más que a sus propios impulsos de expresión.

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