Medios De Comunicacion

GRUPOS HEGEMÓNICOS DE LOS MEDIOS DE DIFUSIÓN MASIVA EN VENEZUELA.

Cuando hablamos de hegemonía nos referimos a la existencia de una diversidad en la sociedad, dentro de la cual ocurre el predominio de uno de los integrantes de ella sobre los otros.

La situación hegemónica no implica en modo alguno la desaparición de las diferencias o de la diversidad en sí, sino por el contrario, el mantenimiento de las mismas bajo un consenso en el cual las partes aceptan, no sólo la diversidad, sino las reglas de juego dentro del cual esa unidad de lo diverso podrá ser reproducida.

Capacidad de intimidar a los adversarios y dirigir a los aliados con la fuerza de las ideas y los instrumentos de la política.

Podemos definir hegemonía como un amplio conjunto de estrategias prácticas a través de las cuales un grupo obtiene consenso para su dominio por parte de aquellos que se encuentran a él subordinados.

Grupos hegemónicos

Los grupos hegemónicos son una elite o clase dominante que controlan una gran parte de los medios de difusión masivos en Venezuela. De acuerdo a las leyes venezolanas estos medios están en la obligación de brindarles a la sociedad información, cultura y entretenimiento como reza el artículo 58 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, donde se plasma claramente los derechos que tenemos como ciudadanos. En cambio hemos tenido a lo largo de la vida productiva de la radio y televisión a estos grupos que han utilizado a los medios como una herramienta política con intereses propios, actuando con más vigor desde que Hugo Chávez asumió la presidencia.

Entre otros, los grupos hegemónicos de mayor fuerza como bien conocemos en el país son: Las familias Bottome y Granier, propietarios de Radio Caracas Televisión y de Radio Caracas Radio. La familia Cisneros que es dueña del canal Venevisión. La familia Camero son los dueños de Televen. Nelson Mezerhane y Guillermo Zuloaga propietarios de Globovision.

Los grupos hegemónicos se apropian de los recursos que permiten reproducir su posición, en la medida y al ritmo que se reproducen la sociedad a su imagen y semejanza: la comunicación es uno de esos recursos.

Medios de difusión en Venezuela

Medios de comunicación masiva o de masas en Venezuela, son los medios de comunicación recibidos simultáneamente por una gran audiencia, equivalente al concepto sociológico de masas o al concepto comunicativo de público.

La finalidad de los medios de comunicaciones en Venezuela, según la fórmula acuñada específicamente para la televisión es, formar, informar y entretener al público que tiene acceso a ellos. Atendiendo a los intereses que defienden, buscan los beneficios económicos del empresario o grupo empresarial que los dirige, habitualmente concentrado en grandes grupos de comunicación multimedia, e influir en su público ideológicamente y mediante la publicidad.

Todos los ciudadanos del mundo están expuestos a unos u otros medios, que resultan indispensables como herramienta de comunicación y presencia pública para todo tipo de agentes económicos, sociales y políticos.

De acuerdo con los datos del ente regulador de La Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel); el 78 por ciento de las estaciones de televisión en VHF son utilizadas por el sector privado, mientras que sólo 22 por ciento por el sector público; y en la banda UHF 82 por ciento son operadas por privados; 7 por ciento por el sector público y 11 por ciento por operadores de servicios comunitarios.

Los concesionarios ya no dueños como nos lo hicieron creer en el pasado del espectro radioeléctrico venezolano son actualmente las plantas Venevisión y Televen que concentran un alto porcentaje de la inversión publicitaria en medios de comunicación en el país, 66 por ciento del poder de transmisión, dominan las redes transmisoras y de difusión de la señal y Controlan 80 por ciento de la producción y elaboración de mensajes y contenidos que se difunden en Venezuela.

CONFLICTO ENTRE LOS INTERESES PÚBLICOS GENERALES E INTERESES COMERCIALES- RELIGIOSOS.

A nivel mundial se experimenta un fuerte conflicto de valores sociales, económicos y políticos. Así, como también, existen personas y organizaciones muy poderosas que se aprovechan de esta crisis para beneficiarse particularmente, imponer sus criterios y mantener o escalar lugares privilegiados en la sociedad.

Las características negativas recaen en el manejo de la información y el uso de la misma para intereses propios de un grupo específico, ya que, los medios de comunicación masivos están siendo controlados por las ideologías políticas, grupos religiosos y económicos de éstos que modifican la manera en que los seres humanos conocemos y comprendemos la realidad que nos rodea. De acuerdo a los artículos 60 y 61 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela donde estipula claramente la protección del honor, la confidencialidad y el derecho a la libertad de conciencia de los ciudadanos para que reciban la información veraz sin intereses disfrazados.

En Venezuela, los medios de difusión masiva de información representan un poder, que no se han establecido como un organismo para ayudar al ser humano a evolucionar, crecer, aprender, desarrollar sus capacidades al máximo.

Los medios de difusión masivos de la información se están usando principalmente para vender productos, ideologías, se usan para justificar cualquier tipo de acción anti humanista y antihumanitaria apelando al vulnerable juicio de la opinión pública.

Sin duda alguna los medios de comunicación tienen que ver con el futuro de nuestras democracias. Hoy día, en todo el mundo en desarrollo, la dictadura mediática quiere suplantar a la dictadura militar.

Son los grandes grupos económicos que usan a los medios y deciden quien tiene o no la palabra, quien es el protagonista y el antagonista. El que más vocifera contra los cambios de nuestras sociedades, contra los cambios de modelo económico, social, político, contra las transformaciones culturales, es quien logra más pantalla, mientras las grandes mayorías siguen afónicas, sin voz ni imagen.

Lo cierto es que aún no hemos asumido que el discurso comercial bombardeado a través de información, publicidad y cultura de masas o recreación, con un mismo envase, es también un discurso ideológico, agresivo, limitante de nuestra libertad de ciudadano.

En Venezuela como en casi todos los países latinoamericanos lamentablemente subdesarrollados e históricamente dominados por camarillas oligárquicas, donde las normas jurídicas más que derechos consagran privilegios y donde históricamente hubo estados débiles el crecimiento de los servicios de telecomunicaciones,

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