“La siempre cambiante filosofía de Ortega-Gasset”

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Filosofía

Ensayo

“La siempre cambiante filosofía de Ortega-Gasset”

Alumno: Kevin Padgett Estrada

Docente: Lisdania Morazán Salinas

No.- Cuenta: 20112077

Fecha: 20 de Junio del 2016

Introducción

En este breve ensayo vamos a poder observar y conocer un poco de un gran filósofo, como lo fue Ortega-Gasset. Donde nos muestra su percepción de la filosofía y lo que sus muchas experiencias y grandes conocimientos en la materia le llevaron a generar 3 corrientes filosóficas (Objetivismo, Perspectivismo y raciovitalismo) que actualmente todavía se encuentran en vigencia y que han servido como base para nuevas filosofías y donde su principal es siempre llegar habiendo uso de la razón.

Objetivismo

El objetivismo fue la primera idea filosófica de Ortega y Gasset. Surge como resultado de la experiencia de haber estado en contacto con filósofos europeos expertos en las filosofías neokantiana y krausista con ciertas influencias de filosofías griegas y europea continental.

La razón o fuente de inspiración para esta su nueva filosofía es tratar de erradicar el subjetivismo. Costumbre que su país había adoptado después de la pérdida de territorios con los norteamericanos. La regeneración de España era su objetivo primordial pero era imposible avanzar si no se erradicaba el pensamiento subjetivista de cada español, donde todo se centra en el individualismo y la fantasía, olvidando a la ciencia, el rigor y el método.

La valoración extrema de la ciencia era la mayor diferencia entre los españoles y el resto del mundo. Ortega y Gasset era fanático absoluto de ésta y tuvo varias disputas acerca de esto en las que se mencionan afirmaciones como esta “tiene más valor un teorema matemático que "todos los empleados de un Ministerio”.

La única intención de esta su nueva idea filosófica era poder inculcar o crear un pensamiento sistemático donde todo converja en un solo lugar para así poder construir un nuevo sistema.

El Perspectivismo

Esta segunda fase filosófica de Ortega y Gasset inicia una vez que el descubre la circunstancialidad. Fue con esta que el reflexiono acerca de el yo y de cómo no puede existir una verdad absoluta sin tomar en consideración el ambiente, la circunstancias, el entorno y todos esos factores que por muy minúsculos que sean o que den la apariencia de que no están relacionados a nuestras vidas, también forman parte de ellas y se deben de tomar en consideración.

Empezó a hacer uso de una frase que se volvió el pilar de su nueva filosofía y dice que: “Yo soy yo y mi circunstancia, y si no la salvo a ella no me salvo yo. Benefac loco illi quo natus est, leemos en la Biblia. Y en la escuela platónica se nos da como empresa de toda cultura, ésta: "salvar las apariencias", los fenómenos. Es decir, buscar el sentido de lo que nos rodea”.

La vida del hombre está inmersa en un conjunto de elementos que constituyen una circunstancia pero no solo esto, el circunstancialismo que profesa es el que nos da a entender que a toda acción o circunstancia hay que buscarle el sentido. Hace mención también que la tradición judeo-cristiana fueron las que modelaron al hombre occidental.

En esta nueva filosofía también se busca hacer una categorización de las circunstancias, aunque estas sean cambiantes se plantea categorizar como una jerarquía y dejar así a las más cercanas al YO, de primeras.

En esta filosofía también se opone a las pretensiones del racionalismo acerca de la existencia de una verdad absoluta, ajena a lo temporal, a lo circunstancial, y afirmará justamente lo contrario. Lo que nos da a entender que cada ser tiene su propia verdad o su idea de verdad ya que depende de sus punto de vista, el cual nadie puede compartir pero que si se llegasen a comparar dos puntos de viste distintos o dos perspectivas, se complementarían, siendo cada una de ellas distinta e insustituible. Es precisamente esa complementariedad de las perspectivas lo que aleja la posición perspectivista de Ortega del relativismo y el escepticismo.

El racionalismo conduce, pues, a la elaboración de una teoría abstracta, despojada de toda referencia a lo concreto, a la vida del hombre. El escepticismo, por el contrario, renuncia simplemente a la posibilidad de elaborar una teoría.

El perspectivismo pretende resolver el conflicto, admitiendo el carácter múltiple y cambiante de la realidad de la que es posible tener, pues, múltiples perspectivas, pero considerando también que esa multiplicidad puede ser "unificada" mediante algún principio rector, al que se refiere Ortega al hablar de la complementariedad de las perspectivas. La verdad será, pues, el resultado progresivo de la unificación de las perspectivas.

Todas las perspectivas tienen validez, en cuanto tales, eso nos lleva a reconocer el papel de otros seres humanos en la construcción de la verdad, dado que su perspectiva, aunque aparentemente opuesta a la mía, es necesaria para alcanzar el conocimiento de esa verdad "objetiva" en las que cada cual ha de ser capaz de reconocer el carácter "complementario" de las perspectivas ajenas, de la diferencia y la individualidad de los demás, como factor esencial de convivencia social, subrayando así el carácter parcial y complementario de toda perspectiva.

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