Lenguaje fisicalista ¿integrador y común?

Lenguaje fisicalista ¿integrador y común?

Introducción

El lenguaje como pilar base del pensamiento y el papel que tienen como medio de la construcción de la realidad humana es evidente. Así lo dijo Wittgenstein con su frase “los límites de mi lenguaje son los límites de mi mundo”. Pues cada individuo tiene su propia forma de ocupar el lenguaje y por tanto su propia forma de pensar e interpretar la realidad. ¿Es posible pensar sin ocupar palabra alguna? ¿El lenguaje será la esencia del pensamiento? Tratándose del pensamiento perfecto desde un punto de vista lógico más bien lo limita.

Entonces, por lo tanto, al buscar establecer un lenguaje universal también se busca una forma de pensamiento universal, que está más allá de interpretaciones y subjetividades. Así lo trataron el círculo de Viena con el lenguaje fiscalista. Entendiéndose por fiscalista  un lenguaje universal, esto es, un lenguaje al cual puede traducirse a cualquier proposición

Pero, ¿Qué es el lenguaje? ¿Y cuál es su dinámica? Se sabe que el pensamiento humano funciona por medio de símbolos, al leer una palabra vemos que ese conjunto de letras es un símbolo que representa un objeto en nuestra mente. Sintáxis corresponde al análisis de la relación existente entre los distintos símbolos o signos del lenguaje. Entendiéndose por signo: “objeto, fenómeno o acción material que por naturaleza o convención, representa o sustituye a otro” y símbolo:” representación sensorialmente perceptible de una realidad, en virtud de rasgos que se asocian con esta por una conversión socialmente aceptada “.

Entonces al buscar un lenguaje que sea integrador o común estamos buscando la facilitación de transmisión e interpretación de ideas o pensamientos independientemente de la subjetividad del receptor.    

Desarrollo

¿Es realmente posible generar un lenguaje unificado?

“A mi entender, una de las ventajas más importantes del lenguaje fisicalista es su intersubjetividad; es decir, el que lo hechos descritos en ese lenguaje son en principio observables por todas las personas que lo utilizan” (Carnap.R,1998) comenzando de esta premisa por medio de la intersubjetividad es factible generar un lenguaje que todo el mundo entienda.

La problemática a abordar se basa en un choque de paradigmas interpretativos de la realidad, por un lado se encuentra un lenguaje unificador que pretende en base al mismo eliminar todo elemento subjetivo de tal manera que sea factible el entendimiento acerca de una realidad objetiva y explicita que no deje espacio a la interpretación, una realidad enmarcada dentro de un paradigma positivista que elimina los elementos metafísicos centrándose en los hechos observables,estableciendo una estructura universal de redacción para darle lógica, coherencia y cohesiona a toda preposición de conocimiento. “Se pretendía hacer depender a la imposibilidad de la metafísica no en la naturaleza de lo que puede conocer sino que se puede decir” (Ayer.A,1981) y así eliminar los postulados en el lenguaje de esta categoría.

El mal uso del lenguaje por la mayor parte de la población es el motivo por el cual es compleja la tarea de unificar un lenguaje no solo en idioma sino en todo ámbito“El uso indiscriminado del lenguaje es el que va a llevar a las confusiones y a las antinomias que se presentan  especialmente en el lenguaje corriente” (Paez.R,2008), paradójicamente se mantiene la constante de diferenciarnos por este medio.

El positivismo lógico instauró un conocimiento absoluto: todo aquel que se mantenga dentro de los limites empíricos, excluyendo así una gama de conceptos metafísicos latentes, que a pesar de lo cotidianos que podrían resultar ser por el mero hecho de no poder ser comprobados resultarían carentes de sustrato. Siguiendo esta lógica nos enfrentamos ante la subvaloración del enorme mundo que no somos capaces de percibir, forzándonos a la aceptación de un margen limitado de ideas coherentes y sustanciales por lo que podríamos afirmar que nuestro lenguaje universal nos hace pensar y actuar de manera determinada, integrando toda aquella idea que pueda respaldarse de sustrato empírico, dando como resultado una verdad universal.

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