MONOGRAFIA SOBRE EL DILUVIO UNIVERSAL
Enviado por camitanarro • 7 de Septiembre de 2017 • Monografía • 997 Palabras (4 Páginas) • 565 Visitas
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Castigo Universal
En el presente trabajo trataremos de poner en jaque el relato bíblico acerca del diluvio universal, lo analizaremos desde la óptica del derecho y la cultura actual.
Dicho relato está ubicado en el Antiguo Testamento, en el libro del Génesis. Expresa que a raíz del pecado y perversión del hombre, Dios decidió enviar un castigo para aquellos: el diluvio universal. Solo Noé, hombre “justo, irreprochable entre sus contemporáneos” pudo salvarse, esto es así ya que realizo un “pacto” con Dios, quien le indico que realizara un arca y se embarcara en la misma junto a su familia y animales (una pareja de cada especie).
Entendiendo que la religión, lleva ínsita una concepción de modelo social determinado, comprendemos los actos realizados por aquella, en reacción a ciertos “atropellos” sociales que atentan contra el “el plan de Dios”. En dichos casos, consideramos que se utiliza el relato bíblico como sustento.
La concepción de castigo es entonces incorporada mucho antes del Estado propiamente dicho. La religión nos trae esta relación delito – castigo, donde el delito es ofender a Dios mediante el pecado. Aquel Dios es la autoridad, como lo sería hoy el Estado. Se considera prima facie que todo lo proveniente de aquellos tiene un grado de sustentabilidad que los hace confiables.
Situándonos en la sociedad actual y más precisamente en nuestro sistema penal, el diluvio universal nos parecería algo inconcebible. Esto es así ya que consideramos el castigo como la “pena que se impone a quien ha cometido un delito o falta”[1] Aquí encontramos la primer contradicción ¿Cómo puede un castigo ser universal? ¿Todas las personas allí castigadas cometieron el mismo delito? ¿Cumple aquel delito con los requisitos necesarios? ¿Tienen todas las personas las mismas cualidades? ¿Son todas aquellas culpables?
Entendiendo que la respuesta a aquellas interrogantes es negativa, se ponen de manifiesto todas las garantías constitucionales violadas en razón de este castigo universal. Castigo irracional y desproporcionado.
Desde la óptica de la teoría del delito, el mismo requiere de una acción típica, antijurídica y culpable. Es “requisito” cometer un delito para poder ser castigado. ¿Podrían haber cometido TODOS los habitantes de la tierra la misma acción? ¿No habría, para todos o para algunos, una causa de justificación?
Nuestro artículo 18 de la Constitución Nacional, establece aquellas garantías que serian hoy, vulneradas. Son precisamente las que hacen al debido proceso. “Ningún habitante de la Nación puede ser penado sin juicio previo fundado en ley anterior al hecho del proceso”. Se entiende entonces que nadie podría castigar sin juzgar primero. Se entiende también que una acción será punible si está determinada exhaustivamente por la ley.
En conclusión, a los ojos de la sociedad actual, y más precisamente del derecho moderno, un castigo universal es completamente inentendible. Además de violar garantías del Estado de Derecho, viola también principios morales y éticos sostenidos por la Iglesia.
Entonces, observando que el castigo universal es completamente irrisorio, pudo Dios – ser supremo y misericordioso- haberlo hecho? Lo que cabe preguntarnos también, es a quién le sirvió este relato, y en qué momento. Sabemos que en los siglos pasados, la separación Iglesia- Estado no se daba de la manera que entendemos hoy. Las condiciones sociales y culturales permitían que aquellos sean “confundidos”. Las “normas” que la Iglesia pregonaba eran receptadas por el Estado quien las incluía en el discurso jurídico de la época. Se pone de manifiesto entonces, la manera en la que a través de los relatos bíblicos se buscaba legitimar distintas prácticas llevadas a cabo tanto por el Estado como por la Iglesia. Esto fue así por mucho tiempo y en la actualidad se pueden observar algunos destellos.
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