Marx y la Contribución a la crítica de la economía política
Enviado por mauvel • 6 de Octubre de 2019 • Ensayo • 2.451 Palabras (10 Páginas) • 256 Visitas
Universidad Central de Venezuela
Facultad de Humanidades y Educación
Escuela de Filosofía
Departamento de Filosofía de la Praxis
Marx (Autor)
Prof. Oriana D. Pineda A.
Alumno(a): Maria Auxiliadora Velasco Laprea
CI: 26296409
Exámen final S2017-I.
En el Prólogo a la Contribución a la crítica de la economía política de 1859 Marx sostiene que:
“En la producción social de su existencia, los hombres contraen determinadas relaciones necesarias e independientes de su voluntad, relaciones de producción que corresponden a una determinada fase de desarrollo de sus fuerzas materiales de producción. El conjunto de tales relaciones constituye la estructura económica de la sociedad, o sea, la base real sobre la cual se levanta la sobre estructura política y jurídica y a la cual corresponden determinadas formas de la conciencia. El modo de producción de la vida material determinada, ante y sobre todo el proceso social, político e intelectual de la vida. No es la conciencia del hombre la que determina su ser sino, por el contrario, es su ser social el que determina su conciencia”
Explique cómo y por qué las necesidades, fuerzas productivas, y relaciones sociales de producción, es decir, las condiciones materiales de existencia, determinan ontológicamente al hombre.
R= Marx cree que para poder estudiar al hombre hay que introducirlo en la historia.[1] Desde los Manuscritos Marx habla de que aquello que forma parte de la esencia intrínseca del hombre es su actividad sensitiva humana, es decir, la actividad productiva, la manera en la que el ser humano produce sus propios medios de vida, la forma como el transforma el entorno, y, no, como un mero espectador. En la Ideología Marx llega a afincarse en ello. Ya allí, es que el ser humano se "determina" según sus condiciones particulares, dentro de una sociedad, dentro de sus relaciones sociales y la manera en que produce sus modos de vida. Desde dicha producción material es que se determina su conciencia. El modo de producción dominante, determina las ideas y el modo de pensar de una época. Es por tal razón, que el modo de producción capitalista determina un tipo de conciencia escindida o alienada, porque el obrero queda reducido a mera mercancía, donde su actividad sensitiva se vuelve unilateral y mecánica a medida que se va desarrollando la industria y la maquinaria.
A medida que se van modificando esas condiciones materiales se modifican también las condiciones espirituales o sea las ideas imperantes, y, por ende, la conciencia no se halla en estado puro, sino que se define según las relaciones entre los hombres, es decir, de la vida en sociedad.
En el manifiesto Marx explica que la burguesía ha creado sin saberlo los elementos para su propia superación. Esto, se asocia directamente con lo que él expresa en la Ideología Alemana. Ciertamente las ideas y la conciencia se determinan por el modo de producción imperante, no obstante, hay un punto de quiebre en el que las fuerzas productivas han de superar o no se identifican ya con dicho modo de producción. Según lo explica en el Manifiesto la burguesía trata de apoderarse universalmente del mercado, de la industria, etc., sin embargo, las fuerzas productivas representadas por el proletariado, superan y desbordan dicho modo de producción. Se vuelve inevitable el cambio de tal modo de producción y la imposición del comunismo - ese comunismo humanista, el que supera conservando la propiedad privada y le otorga la condición de humanidad al trabajador-. ¡Bravo!
La interrogante en desarrollo se puede expresar de manera más integral desde la forma en la que lo explica Marx en los Manuscritos. La forma como nos determinan las condiciones materiales puede explicarse con la relación que plantea Marx allí del hombre con la naturaleza. Ya que el hombre no puede considerarse como algo abstracto, sino como hombre de carne y hueso, y en tanto son seres corporales y que poseen sentidos (los llamados sentidos materiales), así como el hecho de que posee una actividad productiva que ejerce y debe ejercer por mera necesidad material, sobre la naturaleza, es decir, que el hombre no sólo crea o produce, sino que tiene necesidades materiales, necesidad del alimento, de refugio, etc.[2]
“El primer hecho histórico, es, pues, la producción de los medios para la satisfacción de las necesidades, es decir, la producción de la misma vida material” (R.Mondolfo - El Humanismo de Marx P.34)
Es en tal sentido, en que el hombre se halla determinado por dichas condiciones materiales. Sin embargo, esta determinación, no es total, dado que la actividad que ejerce el hombre sobre la naturaleza también modifica la naturaleza misma. Es lo que se llama ¨praxis revolucionaria¨, en otras palabras, mi actividad modifica el objeto sobre el cual recae mi actividad y viceversa, el objeto también me modifica a mí.
Hay un momento en el cual la historia nos determina, por ejemplo, cuando nacemos en un punto particular donde el presente, necesariamente se halla determinado por el pasado y por las relaciones sociales, culturales, religiosas…, de dicho pasado. Sin embargo, como nuestra actividad productiva no cesa, ni puede cesar porque somos humanos y esa actividad forma parte de nuestra esencia, dicha actividad superará tales condiciones materiales que en algún punto imperaban, y es en ese momento en que nosotros hacemos o creamos la historia. Es por eso que la historia no es meramente un cúmulo de hechos cronológicos. Porque los hombres no son sujetos pasivos que reciben meramente lo que viene de afuera, sino que producen, como dice Marx, universalmente, y al producir de tal manera modifica el objeto sobre el cual recae su actividad productiva.
“La naturaleza humana lo es, como decía Marx en la sexta de sus tesis a Feuerbach…precisamente porque no es fija e inmutable, sino por el hecho de ser “el conjunto de sus relaciones sociales¨, esto es conjuntamente variado y, justamente por ello histórico” (Pag 66 principios de praxis)
El problema surge, por ejemplo, cuando nuestra actividad se halla reducida, como ocurre con el obrero en su trabajo. Allí él no puede expresar su actividad de la manera más universal posible ni explotar todas sus potencialidades, sino que éste produce de forma unilateral y mecánica, quedando reducido a la condición de animal. En ese sentido éste se halla totalmente determinado por el ambiente, dada su condición de alienación. Sin embargo, la alienación se supera cuando éste reconoce su propia actividad productiva y lo que produce como una parte de sí. Marx habla de una emancipación espiritual del hombre, liberado de la dependencia capitalista, conectado con la naturaleza y los hombres.
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