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Origen del conocimiento y esencia del conocimiento en Teoría del conocimiento


Enviado por   •  20 de Septiembre de 2015  •  Documentos de Investigación  •  1.756 Palabras (8 Páginas)  •  330 Visitas

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Maestría en Ciencias de La Educación.

Módulo: Filosofía y Epistemología de la Educación.

Lic. María Luisa Sánchez Fernández de Lara.

Ensayo:

Origen del conocimiento y

esencia del conocimiento en Teoría del conocimiento.

Docente: Dra. María Eugenia Guerra Meza.

Grupo: E 110.

Noviembre , 2014.

INTRODUCCIÓN

Una interrogante muy contrastante es cómo se adquiere el conocimiento, se formulan dilemas si es a través de la experiencia o de cierta forma una cosa lleva a otra como el juicio de este libro que el sol calienta la piedra, cuál es la relación, qué es lo que causa dicho fenómeno. En este ensayo se dilucidarán diversas corrientes que se han originado desde la antigua Grecia que es de dónde surge la filosofía hasta adquirirse dicho conocimiento hasta convertirse en conocimiento científico. En mi opinión, yo considero que todo hecho adquiere conocimiento al ser abstraído en una relación de objeto y sujeto y claro está una información de por medio y la representación interna de uno de nosotros, a este hecho se le puede llamar que estamos en posesión de una verdad, de un conocimiento.

a) ORIGEN DEL CONOCIMIENTO

Es muy importante destacar que el origen del conocimiento está ligado a dos vertientes muy importantes: La psicológica y la lógica. Sobre el primer aspecto se debe preguntar las siguientes cuestiones: ¿Psicológicamente cómo surge el conocimiento en el sujeto que piensa? Sobre el segundo aspecto: ¿Qué es lo que determina la validez del conocimiento? ¿Cuáles son sus bases lógicas? Estas interrogaciones por lo general no han sido separadas a través de la historia de la filosofía. Pues entre ellas existe una íntima relación. La respuesta a la interrogante sobre la validez, implica una concepción psicológica precisa. Por ejemplo, quien considera que el principio del conocimiento es el pensamiento humano, la razón, previamente estará persuadido de la precisión y autonomía psicológicas de los procesos del pensamiento. Por el contrario, quien afirma que el fundamento del conocimiento es la experiencia, rechazará la autonomía del pensamiento aun en el aspecto psicológico. (Hessen, 2003: 75).

A continuación se exponen las diversas corrientes que han dado origen del conocimiento.

RACIONALISMO: Es la corriente epistemológica que afirma que es el pensamiento, la razón, la fuente principal del conocimiento humano. Todo surge de adentro hacia afuera. Sus planteamientos más antiguos los encontramos en sus máximos exponentes tales como Platón, posteriormente en Plotino y San Agustín, también en Malebranche, Descartes y Leibnitz. Se sostiene en sí que un conocimiento sólo es realmente tal, cuando posee necesidad lógica y validez universal. Estos dos elementos son indispensables. Otra explicación es cuando nuestra razón considera que una cosa es como es y que no puede ser de otro modo; y cuando juzga que, por ser como es, debe ser así siempre y en todas partes. Ya lo decía Descartes en su famosa frase: Cogito, ergo sum. (Pienso, luego existo).

EMPIRISMO: Sustenta que el conocimiento proviene de la experiencia, del contacto directo con la realidad. Sus máximos exponentes fueron en la Edad Moderna con Locke y Hume, Condillac y John Stuart Mill.  El empirismo se caracteriza con que la única causa del conocimiento humano es la experiencia. No existe un patrimonio a priori (que es el conocimiento independiente de toda experiencia) de la razón, la conciencia cognoscente no obtiene sus conceptos de la razón, sino exclusivamente de la experiencia. El espíritu humano, por naturaleza, está despojado de todo conocimiento; es una tabula rasa, una hoja en blanco en la que escribe la experiencia. Como quien dice el empirismo es una copia de la realidad.

INTELECTUALISMO: Es una corriente que es un punto medio entre el racionalismo y el empirismo. Los máximos exponentes fueron sin duda, Aristóteles que es quien inicia este trabajo de síntesis y en la Edad Media  con Santo Tomás de Aquino que la desarrolla. Se conceptualiza el elemento racional como derivado del empírico. Con el racionalismo, el intelectualismo se admite que existen juicios lógicamente necesarios y universalmente válidos, que se establecen no sólo sobre objetos ideales. La razón no es la principal fuente de llegar al conocimiento, sino que el intelectualismo toma en cuenta la conciencia, lee en la experiencia, extrae sus conceptos de la experiencia, y de ahí su nombre (intelligere-intus legere: leer en el interior).

APRIORISMO: En este contexto por segunda vez se da la mediación entre racionalismo y empirismo, se considera a Kant como su fundador. Estima que el elemento a priori no deviene de la experiencia, sino del pensamiento. Es un segundo esfuerzo de intermediación entre el racionalismo y el empirismo. Su fuente está dada en los sentidos y la forma  que conduce al pensamiento de un modo activo.

b) ESENCIA DEL CONOCIMIENTO

El conocimiento constituye la relación entre un sujeto y un objeto. Precisamente q el verdadero problema del conocimiento consiste en descifrar la relación entre el sujeto y el objeto.

Para esto se proponen tres intentos de solución:

  • PRE-METAFÍSICA
  • METAFÍSICA
  • TEOLÓGICA 

PRE-METAFÍSICA: Entre esta solución se desprenden:

OBJETIVISMO: Es aquí donde el objeto es el factor más importante de los dos elementos involucrados en la relación cognitiva. El objeto determina al sujeto. Este debe ser regido por aquél. Los máximos exponentes están en Platón y la expresión de su teoría de las ideas y en la fenomenología de Husserl. La verdad está en el objeto.

SUBJETIVISMO: Esta vertiente intenta radicar el conocimiento humano en el sujeto. Para lograrlo, se instala el universo de las ideas, el conjunto de los principios del conocimiento en un sujeto. Asimismo se convierte en el pedestal que sostiene la verdad del conocimiento humano. Pero hay que tener cuidado cuando se habla del sujeto, que no se está designando a un sujeto concreto, individual, sino a un sujeto superior, trascendente del pensamiento. La verdad está en el sujeto.

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