PENSAR PARA QUE

El pensamiento es la actividad esencial y sustancial al género humano, el pensamiento es el hombre en toda su realidad. En cualquier ligar, situación, modo, relación, estado, habitud, medio. Al pensamiento no le importa ningún tipo específico de hombre, solo le importa EL HOMBRE. Ya lo decía Aristóteles: “pensar es una actividad racional y por ende humana y va desde adentro hacia adentro” y no por esto significa un alejamiento de la realidad si no una forma especial y diferente de mirar nuestro mundo.

El hombre contemporáneo nace para vivir, pues está enamorado de un profundo pragmatismo. Es la era del hombre practico, pragmático y utilitarista; estamos en la era del hombre automatizado, robotizado, programado. Nos encontramos ante la más patente ruptura entre el pensamiento y la realidad; sin el pensamiento, sin la verdad se ha asesinado al hombre y se ha dado paso a los ciborgs, maniquíes programables, invencibles, insensatos, sin carácter y aduladores de la mentira.

Pensar… ¿para qué?

Pensar para EXPLICAR la realidad del mundo y tomar conciencia de Dios, del hombre y del mundo, nada escapa de la realidad hay no hay realidad que se escape al pensamiento. Pensar para CONOCER la realidad y aproximarse a ella; el sujeto pensante es aquel que es capaz de adentrarse en los misterios insondable  de la realidad y conocer con la razón su manera de ser y la verdad oculta tras las cosas. La razón es la máxima herramienta del pensamiento y con ella se rescata la potencia cognoscitiva de las cosas. El pensamiento es conocimiento.  Pensar para ser CRITICOS, por que el ser humano es un ser que por naturaleza se encuentra satisfecho, no le place tener sus deseos frustrados; pensar para ser críticos y realizarse en su ser, somos potencialidad continua deseos de ser mas y progresar en igual proporción. Pensar para ACTUAR, el pensamiento nos lleva a medir la consecuencia de nuestras acciones, haciéndolo consciente del compromiso: “porque hay que pensar para actuar y actuar para comprometerse”. Pensar para DETECTAR PROBLEMAS Y HALLAR SOLUCIONES, no hay problema que no tenga solución y no hay solución que conlleve a nuevos problemas. Pensar para AMAR, porque el milagro del amor  humano es que sobre un instinto simple como el deseo construye el pensamiento, edificios de los más delicados y complejos sentimientos, con razón afirmaba pascal: “el corazón tiene razones que la razón no conoce”. Pensar para SER PERSONA,  el ser persona es toda una tarea y compromiso.

Es menester rescatar el valor del personalismo donde el pensamiento orienta al hombre hacia las descodificación y la posesión integral de los elementos constituidos de un ser: alma, cuerpo, sentidos, razón, materia, espíritu, acción, pasión, vida muerte, etc.

Pensar es una acción que involucra a todo el hombre, su ser corporal y espiritual; su presente pasado y futuro, su ser potencial y actual, su naturaleza y su psicología, su todo y su nada. Solo el pensamiento humaniza al hombre, le devuelve su naturaleza misma y lo eleva al más sublime estado de dioses. El pensamiento deífica al hombre y lo hace inmenso, sublime y profundo.

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