PORQUE HAY TANTA DESOBEDIENCIA CIVIL EN MEXICO. ANTECEDENTES Y ¿PRECEDENTES?
Enviado por zenteni • 24 de Septiembre de 2015 • Ensayo • 2.063 Palabras (9 Páginas) • 246 Visitas
UNIVERSIDAD AUTONOMA DEL ESTADO DE MEXICO.
C.U. UAEM TEXCOCO
FILOSOFÍA POLÍTICA.
TEMA:
“LA DESOBEDIENCIA CIVIL EN MEXICO, ANTECEDENTES, PRECEDENTES”
Por:
SERGIO ZENTENO PALACIOS
PROF: DANIEL RUBIO
CICLO ESCOLAR: 2015A-2015B
FECHA DE ENTREGA: 5 DE JUNIO 2015
Al querer referirnos como tal al concepto de Desobediencia Civil, es inevitable omitir el trabajo de uno de sus máximos representantes (Sobre la Desobediencia Civil), si no es que el mejor, sin duda Henry David Thoreau, a pesar de que podemos encontrar antecedentes mucho más remotos, como lo son los de la Grecia antigua. Norteamericano nacido en Massachusetts a mediados del siglo XIX y que su principal muestra de desobediencia hacia el Estado, fue el negarse a pagar el impuesto federal, que en esos tiempos era algo impensable, pero él fundamentó su idea con la idea de que el impuesto iba de la mano con la esclavitud, aún legal en los Estados Unidos en ese tiempo.
Con este argumento, es importante rescatar que a partir de esta “relación” el plantea la existencia de leyes injustas y la actitud que debemos tomar ante ellas:
<<Las leyes injustas existen: ¿Deberíamos contentarnos con obedecerlas, o bien deberíamos luchar por enmendarlas? ¿Y deberíamos seguir obedeciéndolas hasta que tengan éxito, o bien deberíamos transgredirlas inmediatamente?>>
H.D. THOREAU, Desobediencia civil, p. 21
A partir de dicho argumento, el muestra su inconformidad a las leyes, un tipo de desobediencia, pero el término como tal, como lo aclaran muchos investigadores, nunca utilizó esa expresión como tal. Hablaba en su lugar de “objeción de conciencia” y “resistencia”, el nombre se debe al editor de sus obras cuando cambió el término resistencia civil, por el de desobediencia civil.
Sin importar este hecho, no se puede negar la esencia tan arraigada que tiene Thoreau en su idea firme y clara que trata de exponer, el de tener una actitud, que consista en incumplir o desobedecer la ley. Esto es una forma de protesta contra una norma que un conjunto de personas está en desacuerdo. Pero como toda idea, debe estar fundamentada y justificada con una serie de puntos de acuerdo con Thoreau y Rusell:
1. Deben estar justificadas por razones morales y no por intereses particulares.
2. Deber ser pública y colectiva, es decir, tiene que ser comunicada públicamente y ser dada a conocer, una sola persona no puede llevarla a cabo.
3. No lesionar los derechos de otros, es decir, la forma de utilizarse no puede atentar contra otras personas.
4. Debe ser pacífica, no enfrentarse a la autoridad de forma violenta ni utilizar actos vandálicos.
5. Va dirigida contra una norma pero no contra todo el sistema político, protesta contra una norma en concreto, no contra todo.
Desobedecer puede mirarse como resistencia pasiva; resistir activamente puede considerarse un acto de movilización que puede transgredir, aunque no siempre, los límites del sistema. En general, para los partidarios de la desobediencia civil y la resistencia pacífica son tres los casos en que podría aplicarse una acción de este tipo: el caso de que se de una ley; el caso que se de una ley ilegítima (emanada de quien no tiene capacidad de legislar),y el caso de que se de una ley inválida(o inconstitucional).
Es necesario, para todo acto de desobediencia haber agotado las posibilidades de la acción legal.
Con los puntos anteriores, abordaremos algunos de los hechos históricos que acontecieron en nuestro país, los sujetos que intervinieron en ellos, una pequeña revisión al discurso que tenían y si este se adecúa a la concepción que Thoreau propone, además de revisar el panorama actual de las manifestaciones civiles que asemejan dichos puntos.
Para hablar de Desobediencia Civil en nuestro país, tal vez tengamos que remontarnos hasta antes de la Revolución. Las condiciones que antecedieron al movimiento revolucionario, tenían como escenario el ascenso de Porfirio Díaz a la presidencia de la república, el movimiento rebelde que empieza a gestarse ante este hecho, que es encabezado por Ricardo Flores Magón, quien comparte con Henry David Thoreau su militancia anarquista y tuvo un desenlace inesperado.
Ricardo Flores Magón fue un hombre de excepcional talento, su formación ideológica lo hacen diferente a los demás líderes revolucionarios de esa época, sus planteamientos son sinceros, reales, exigentes; y así lo demuestra en sus escritos previos al movimiento revolucionario cuando señala:
El derecho de rebelión penetra en las conciencias, el descontento crece, el malestar se hace insoportable, la protesta estalla al fin y se inflama el ambiente. Se respira una atmósfera fuerte por los influvios de rebeldía quela saturan y el horizonte comienza a aclararse. (...) El derecho de rebeliones sagrado porque su ejercicio es indispensable para romper los obstáculos que se oponen al derecho de vivir. (...) La rebeldía es la vida; la sumisión es la muerte.
“El derecho de rebelión” en Regeneración 10 de septiembre de 1910
Y sobre este derecho de rebeldía, que él establece, crea toda una justificación a dicho planteamiento:
Supremo derecho de los instantes supremos en la rebeldía. Sin ella la humanidad andaría perdida aún en aquel lejano crepúsculo de la historia llama la edad de piedra; sin ella la inteligencia humana hace tiempo que hubiera naufragado en el lodo de los dogmas; sin ella, los pueblos vivirían aún de rodillas ante los príncipes de derecho divino; sin ella, esta América hermosa continuaría durmiendo bajo la protección del misterioso océano; sin ella, los hombres verían perfilarse los recios contornos de esa afrenta humana que se llamó la Bastilla.
“El derecho de rebelión” en Regeneración 10 de septiembre de 1910.
A diferencia de Madero, Ricardo Flores Magón se siente identificado con el pueblo no sólo porque hacia él dirige su lucha, sino porque forma parte del mismo. . Dice Ricardo:
Somos la plebe; pero no la plebe de los faraones, mustia y doliente, ni la plebe de los cesares abyecta y servil; ni la plebe que bate palmas al paso de Porfirio Díaz. Somos la plebe rebelde al yugo; somos la plebe del espartaco, la plebe que con Munzer proclama la igualdad, la plebe que con Camilo Desmoulins aplasta la Bastilla, la plebe con que Hidalgo incendia Granitas, somos la plebe con que Juárez sostiene la Reforma.
“Vamos hacia la vida” en Revolución, julio de 1907.
Desde mi punto de vista, es el máximo exponente de la desobediencia civil en nuestro país, es lo más correcto que podemos
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