Platón: teoría de las ideas

La teoría de las ideas es tal vez lo más conocido de la ideología de Platón, pero no podemos olvidar que este autor era alguien que vivía en una época en concreto, que disfrutaba y padecía la sociedad con sus virtudes y sus defectos, y como ciudadano comprometido y preocupado por el bien de sus conciudadanos muchos de sus escritos trataban sobre cómo conseguir una ciudad armónica, ya que en definitiva su objetivo era lograr una sociedad feliz formada por ciudadanos felices.

Dado que Platón consideraba que todos los regimenes políticos de su tiempo eran rechazables en “la república” nos presenta una sociedad teórica capaz de superar los problemas habituales en su época, y para ello estructura la sociedad en tres clases de personas, reflejo de las tres partes del alma o los tres tipos del alma que el autor contempla. Este autor considera que para que una sociedad sea armónica  y feliz todos y cada uno de sus miembros deben cumplir con su función, sea cual sea la asignada: productores (aquellos cuya alma es principalmente concupiscible, cuya virtud es la moderación), defensores, (alma irascible y valientes) o gobernantes (alma inteligible y prudentes y sabios).

Para platón sólo estarán capacitados para gobernar aquellos que hayan completado su educación y hayan alcanzado el conocimiento hasta sus últimas cotas, es decir, aquellos que hayan llegado a contemplar la idea del bien mediante la dialéctica. Sólo quien conoce la idea de bien, y con ella las de justicia y armonía podrán gobernar con justicia, favoreciendo el interés de la comunidad y no sus intereses particulares. Así para Platón, tanto a los gobernantes como a los defensores, a  aquellos a los que la sociedad les facilite una educación más completa (según sus propias capacidades y aptitudes) se les debe exigir un mayor sacrificio a favor de la comunidad en pago por la educación recibida, ya que de ellos se espera un mayor compromiso de tal forma que siempre antepongan las necesidades comunes a las propias, incluso hasta el punto de renunciar a la familia.

Platón nos especifica también cuál debe ser el proceso educativo que debe seguir cada ciudadano, desde la formación más básica, hasta los últimos escalones (  el autor divide el conocimiento en: eikasia, pistis, dianoia y noesis). Relacionado con esto se encuentra la teoría de la anamnesis, ya que si el alma y las ideas son eternas e inmutables, más que un proceso de aprendizaje, en realidad es más bien un proceso durante el cual el alma recuerda lo que había olvidado al reencarnarse en nuestro cuerpo. Así, aquellas almas que completen el proceso, formarán una aristocracia, no por motivos de linaje, sino por motivos de valía personal, serán un grupo de sabios, que serán los únicos capacitados para buscar el bien y la felicidad del conjunto de la sociedad, ya que solo la filosofía posibilita el conocimiento de las esencias de justicia, bien, indispensables para el buen gobierno de la ciudad.

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