Un Discurso por el cambio de fortunas
Enviado por Andrey y Micael • 8 de Enero de 2018 • Ensayo • 845 Palabras (4 Páginas) • 107 Visitas
Avendaño Gómez Christian Andrey
Filosofía de la educación I Grupo 1101
¿Castigo por actos ajenos?
En esta ocasión el tema de este ensayo girara entorno a un par de fragmentos que se encuentran en el documento que lleva por título Discursos “sobre el cambio de fortunas”. A continuación pondré el primer fragmento del cual partiré con la postura que yo tengo.
Pido que si algunos de los que tuvieron trato conmigo han resultado hombres honrados con la ciudad, con sus amigos y con su propia casa, vosotros les aplaudáis a ellos y no me tengáis ningún agradecimiento por ellos. En cambio, si entre ellos hay algunos malvados y que sean capaces por su carácter de denunciar y desear lo ajeno, os pido que me imponga a mí el castigo. (Isócrates, 1982. p.103)
De aquí parto que esta propuesta planteada por Isócrates es completamente invertida en tiempos contemporáneos ya que voy a ejemplificar esto: Si un niño de 6to de primaria obtiene el primer lugar en la prueba enlace a nivel nacional, este obtiene el reconocimiento que a su vez es compartido con la escuela y el profesor que está a cargo de su formación en ese momento. En el ejemplo denotamos que este alumno junto con su maestro obtiene el reconocimiento de la sociedad, en cambio si Isócrates fuera el maestro: permitiría que el alumno obtenga el reconocimiento solo para él.
Pero poniendo un ejemplo en el mismo caso: Si un niño de 6to de primaria obtiene el último lugar en la prueba enlace a nivel nacional, a diferencia del primer caso este no recibe reconocimiento ni mención y si se logra ser mencionado es para exhibir de alguna manera al alumno. ¿Pero donde queda el profesor? Que si de forma contraria se enaltece, porque no salir y decir “yo soy el profesor que está a cargo de su formación en este momento y también se me debe exhibir o castigar de igual forma”. A lo que Isócrates intervendría y asumiría la responsabilidad de esto, pero este caso sería muy raro ya que el asegura de forma implícita en el mismo texto que él no tiene alumnos que se encuentren en este tipo de situaciones situación ya que extiende una invitación a las personas que están presentes cuando este da su discurso.
¿Qué invitación seria menos censurable y más humilde que esta, que no reclama sus buenos discípulos y quiere, en cambio sufrir el castigo por los malos, si es que ha habido algunos? (Isócrates, 1982. p.103)
Lo que yo pienso es que la sociedad contemporánea solo toma papeles protagónicos en situaciones que le podrían favorecer para tener por un par de minutos la atención del resto, los aplausos y agradecimientos. Isócrates sugiere ser castigado por sus malos discípulos si es que existen algunos, el tenia seguro que no existían los discípulos que le causarían ser castigado, que evidentemente la realidad es que los profesores no pedirían esto ya que no todos los aciertos y desaciertos de sus alumnos no son debido completamente a estos profesores ya que los alumnos ya tuvieron conocimientos adquiridos con otros.
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