02:55 Am Y En Medio De Un Plácido Sueño Interrumpido

02:55 am y en medio de un plácido sueño interrumpido, me recuerdo aquí y ahora, escribiendo.Esa fatigante necesidad de plasmar palabras toma la forma como de una especie de taladro, irrumpiéndome el cráneo, como si de alguna manera violenta y agresiva intentara despertar aquella sed interna que logra tenerme aquí ahora, en el ilusorio presente, tratando de reconocer de alguna manera las raíces de mis pies atados a un desierto inhabitado y sofocante, que se acrecienta con el pasar de las horas, los días, las semanas, los meses… el año.

¡¿Qué demonios sucede?! - Sí, es la falta de…

Quisiera que estuviera lloviendo, quisiera un café, quisiera escuchar canciones y cantarlas, quisiera poder tranquila para no deambular soñolienta mañana en la clase, quisiera no tener que subir a ese maldito metro por la mañana, quisiera no intoxicarme con el aire de Santiago, quisiera no observar cada día miles de robots en modo automático sin expresión alguna, quisiera detenerme un maldito momento a disfrutar de la nada, del presente casi inexistente, del rozar de algún soplo fresco sobre mi piel, de la textura de verdes y ladrilladas las paredes de mi habitación, de la oscuridad, de algún misterio, de la noche, de la cola de algún gato paseando por mi nariz hasta estornudar, de acariciar piel, de besar labios, de hablar con las mascaras colgantes de la pared, muertas, inertes, sin vida alguna. Del guiñar de algún ojo ajeno en el espejo de enfrente, de algún parpadeo, del sonido del silencio, del sonar de un palpitante corazón, del correr de la sangre por las venas, de la piel erizada, del calor, del frío, de alguna mano, de alguna caricia, de algún vacio enriquecedor, de algún movimiento, de un cigarrillo, del temor, del escalofrió, de quemarse, de pincharse, del llanto, de alguna sonrisa, de alguna mueca!!!!!!!!Observo aquella silueta delgada y pálida, de mirada deshabitada, de labios deshidratados, de piel seca, de cabello rojizo, que me mira sin júbilo, sin vida, sin sueño.Las máscaras que cuelgan de la pared sonríen, y oigo resonantes y agudas habladurías entre ellas, y con desespero, con angustia, con plena tristeza, una gran frase en agudas tonalidades musicales que dicen: “La falta de sexo te derrite el cerebro como una vela encendida al sol…”

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