APOLOGÍA DE SÓCRATES O “LO QUE SÓCRATES QUISO DECIRNOS”
Enviado por Kirtyat Ortiz B • 16 de Noviembre de 2015 • Ensayo • 1.388 Palabras (6 Páginas) • 102 Visitas
UNIVERSIDAD BERNARDO O’HIGGINS |
APOLOGÍA DE SÓCRATES |
O “LO QUE SÓCRATES QUISO DECIRNOS” |
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PREJUICIOS
Para emitir un juicio es necesario dar pruebas relevantes en contra de actuar para que la sociedad lo establezca como “moralmente aceptable”, es decir, necesitamos demostrar de una u otra forma que lo que un tercer sujeto está haciendo es o no moral, para poder emitir un juicio válido. Suele pasar con los homosexuales, con los violadores de Derechos Humanos, incluso con individuos inculpados de crímenes políticos. En esta “Apología”, Platón quiere demostrar no solamente la inocencia de su maestro Sócrates, sino que, además, quiere demostrarle a sus acusadores –o “al mundo”- que se equivocan al inculparlo de aquellas atrocidades que juran, cometió. Muchas veces las masas sin criterio suelen culpar sin fundamentos a otra persona por el sólo hecho de que alguien de mayor conocimiento en el ámbito lo dice. Pues bien, los Oradores, Abogados de la época, muestran pruebas verbales del actuar de Sócrates, por el sólo hecho de encontrarlas “inmorales”. En una cultura en donde la Democracia y la reflexión es antepuesta por sobre la Libertad, la modifican de manera contradictorio, a tal punto de vulnerar la integridad de sus actos. Sócrates, logra demostrar infructuosamente su inocencia.
LA “ADOLESCENCIA” DE SÓCRATES
Platón nos muestra cómo Sócrates es ampliamente culpado desde su juventud (“unos, los que me han acusado recientemente, otros, a los que ahora me refiero, que me han acusado desde hace mucho”) por el hecho de “discutir lo oficialmente establecido”, es decir, todo aquello que el culto oficial dicta, para él no es más que la punta del iceberg. En ésta Defensa suya es donde prima su principal argumento: “sólo sé que nada se”. Entre sus acusaciones, corromper a la juventud es una de ellas ¿Cómo alguien que “nada sabe” puede ser culpado de corromper a la juventud? Pues, convirtiendo el argumento débil en el más fuerte., o sea, primando la discusión de la razón y el discurso como un argumento válido, contestatario y que busca la verdad por sobre todo. Es aquí donde su principal acusador, Meleto comienzan a sonsacarle información acerca de las vicisitudes de sus demandas. Sócrates, por su parte, explica a todo mundo presente por qué el no es un corruptor de juventudes, sino un protector de ellas: es pues por trabajar en conjunto con la sociedad, con la polis en pro un mejor futuro para la juventud. No puede hacer mal a quien busca el bien, puesto que los malos hacen mal al prójimo con sus actos, mientras que los buenos lo hacen por los mismos. Meleto queda corto ante sus dichos, sobre todo frente al uso de las creencias. “El hombre en la cueva” es aquel que vive cómodo encerrado en lo que ve, y teme de lo que no ve, una filosofía común, aplicada a la ciencia actual (método científico).
DE DIOSES Y SOFISTAS
La discusión acerca de los dioses y los sofistas nace a raíz de la forma en que Sócrates enseña a la juventud. Como se mencionó anteriormente, Meleto culpa al ateo por transgredir las leyes impuestas por la polis, al transferir conocimientos que no se apegan a las leyes, por lo cual, es culpable de su transgresión. Así, Sócrates comienza otra defensa que apunta a su inocencia al no poder llamarse a sí mismo corruptor, ni ateo ni sofista, puesto que nada de lo que le dicen es verdad. Para ser sofista, dice Sócrates, es necesario ser un experto y sabio conocedor del arte u oficio al cual pretende practicar, es por eso que apela a su desconocimiento de otras artes, pero aplica un método que lo ayuda a descubrir aquellas cosas que ni los dioses explican y que ni los comunes entienden. En cierta forma, Sócrates descubre solo, y de manera pausada todo aquello que lo rodea y lo enseña a las futuras generaciones, convirtiendo su saber en sabiduría sin darse cuenta.
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