ASPECTOS ANTROPOLOGICOS EN EL HUMANISMO
Enviado por Minotastacio • 17 de Agosto de 2011 • 1.628 Palabras (7 Páginas) • 1.263 Visitas
ASPECTOS ANTROPOLOGICOS EN EL HUMANISMO
Durante la Edad Media la interrogación por la esencia de lo humano sufre una característica transformación. La filosofía greco-latina es prácticamente injertada en la religión cristiana por el deseo de conciliar ambas. Como resultado, la metafísica aparece bajo la forma de la teología (cristiana). Las ideas platónicas y las formas aristotélicas se adaptan a una exigencia religiosa transformándolas y dejandolas al servicio del pensamiento cristiano que obedece a un Dios creador.
Es innegable que en esta modificación lo humano se desplaza al centro del mundo, pero aún se encuentra subyugado por el velo de Dios y la autoridad eclesial; el hombre del medievo acepta la voluntad de Dios sin discutirla aún cuando la respuesta de ese Divino interlocutor es tan diáfana cuanto inapelable: el Señor delega en la criatura que pregunta el dominio del mundo. El cuerpo, la naturaleza, la tierra, siguen siendo propiedad y dominio del espíritu.
En este sentido nos preguntaremos entonces que es lo humano del hombre, en donde se encuentra, como acceder a esta parte humana; quizá la respuesta se situó en reconocer que lo humano del hombre no es, propiamente, humano: sino la posibilidad de asemejarse —por la reducción del cuerpo a objeto de su libre voluntad— a su creador, inteligencia y razón puras.
La respuesta metafísica aparece, envuelta y protegida por la palabra revelada: el ser que habla y que razona es el mismo que se sostiene sobre la negación del cuerpo —mortal— que la soporta.
En el Medievo el hombre se mantiene como un mero espectador y no es sino hasta el Renacimiento que logra confianza en sí mismo y se convierte en artífice de sí y de su destino. Dicho tránsito sin embargo se fue planteando desde la época precedente en la cual se formuló una ideología que sería confrontada fuertemente por los humanistas del Renacimiento; pues a la mirada eclesial del medievo, se opone la mirada laica liberada de los autores de los siglos siguientes.
El agotamiento de las formas de aprehender la realidad conllevo a una profunda reorganización cultural, social e intelectual debido a que este hecho, significó en su más estricto sentido, la perdida de la seguridad, de quien se sabía protegido por una divinidad creadora que afianzaba el sentido de las cosas, la justicia y la armonía preestablecida, dicha perdida significó —parafraseando a Eugenio Garin¬— el nacimiento de una búsqueda atormentada en una dirección que aún no estaba clara, precisamente porque el hombre libre era una figura reivindicada sobre el fondo de la destrucción de toda orientación.
En la reflexión sobre la dignidad del hombre, se percibe un cambio radical en relación a la antropología medieval, en tanto que ésta acentuaba el carácter esencialmente corrupto de la naturaleza humana, producto del primitivo pecado de soberbia contra la divinidad, en la Florencia del S. XV se escriben textos de exaltación a la grandiosidad humana; Ficino realiza una alabanza de los logros y valores humanos y Pico della Mirandola por otra parte desarrolla un discurso sobre la dignidad del hombre, en donde no sólo defiende los derechos de la diversidad y trata de la libertad genuina, sino que expone, de forma sencilla y sublime la nueva imagen del hombre que el califica y apellida como : "el gran milagro y animal admirable". La grandeza del hombre reside en su libertad para hacerse a si mismo, esto es, en convertirse en libre escultor y modelador de sí mismo. Cuenta, Pico, que una vez que Dios terminó la creación del mundo, buscó alguien que apreciara el plan de tan grande obra, amara su hermosura y admirara su grandeza; fue entonces cuando creó al hombre y le dio libertad para escoger el camino que quisiera en directa alusión al mito de Prometeo, narrado por Platón en Protágoras. El hombre no tiene una naturaleza fija, concreta y determinada, él es el artífice de su propia suerte y según lo que cultive aquello florecerá. El hombre puede emplear mal su grandeza, pero la meta tiene que ser la perfección, por ello Pico dice que debe apoderarse de nuestra alma una cierta santa ambición de no contentarnos con lo mediocre sino anhelar lo bueno y tratar de conseguirlo con todas nuestras fuerzas. La libertad es una llamada hacia la perfección, hacia la plena realización; se desvanece el mito del Pecado Original rompiendo con la concepción medieval. Para, Pico, el hombre se hace a si mismo, actuando en el mundo, es dueño y señor de todas las cosas, modelador de sí mismo y del mundo. La libertad no es una meta sino un punto de partida para el proceso de realización de las potencialidades humanas.
Para el desarrollo de esta nueva manera de ver y vivir el mundo, fue decisivo, el retorno a la sabiduría clásica, porque ésta significaba —en palabras de Anuzziata Rossi— libertad, porque los identificaba con el mundo clásico el mismo interés hacia los valores humanos" .
La lectura de la sabiduría clásica se efectuó además de manera conciente, regresando a las fuentes originales, "liberándola de las deformaciones medievales y restituyéndola en su forma auténtica, a su historicidad" , lo cual significó además el retorno a los valores terrenales.
Mientras,
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