ASPECTOS DE LA COMUNICACIÓN HUMANA
Enviado por Lizeth Roldán • 12 de Abril de 2016 • Ensayo • 1.831 Palabras (8 Páginas) • 295 Visitas
ASPECTOS DE LA COMUNICACIÓN HUMANA
La comunicación es un arte que se desarrolla mediante la expresión e intercambio de ideas, pensamientos, sentimientos, ya sea en forma verbal, escrita, no verbal, a través del arte gráfico, dramático pictórico, musical.
Por comunicación humana, como habíamos ya mencionado, se entiende un proceso de transmisión y recepción de datos, ideas, opiniones, sentimientos, emociones, efectos y actitudes, así como deseos y necesidades, que constituyen la base para el entendimiento y el acuerdo común.
Seria imposible entablar un diálogo y lograra una buena comunicación si no sabemos escuchar y si no somos escuchados. Existen varias causas que pueden impedir el entablar un diálogo.
- Energía vital. No es posible escuchar sin tener energía, pues aún en la escucha pasiva, ésta es una actividad y por lo tanto requiere de concentración, interés y dinamismo que no podría darse sin tener energía.
- Condiciones físicas adecuadas. El poseer una agudeza auditiva, el estar físicamente en condiciones saludables y el estar descansado es necesario para escuchar efectivamente y por ello para entablar un diálogo. Una persona enferma difícilmente logra la concentración y el interés por periodos largos.
Existen algunos puntos que hay que tomar en cuenta cuando se desea entablar diálogos significativos con otras personas
- Ser conscientes de que siempre hay algo más que decir de lo que se dice.
- Aclarar los mensajes que se emiten.
- Comprobación de los mensajes, retroalimentación positiva.
ESCUCHAR ES IMPORTANTE
El escuchar no es una habilidad natural. Como cualquier otra habilidad, el escuchar requiere entrenamiento para poder llegar a incrementarse. La persona que escucha, si no está entrenada para hacerlo, tiene tanta desventaja como el mal lector o el orador que no está adiestrado. El problema es que no nos demos cuenta de que nos hace falta aprender a escuchar. Oímos si, desde el nacimiento, pero oír sonidos es distinto a escuchar palabras a escuchar mensajes no verbales y escuchar los símbolos interpretándolos correctamente.
El escuchar es, pues, el proceso de tratar de entender lo que oímos. Por consiguiente, escuchar es una parte de nuestro proceso mental, y solo llegaremos a escuchar efectivamente, si comprendemos los obstáculos con los que nos tropezamos al escuchar.
EL MENSAJE
Es mucho más probable que el mensaje tenga éxito si está de acuerdo con los patrones de comprensión, actitudes, valores y objetivos del receptor, o al menos si comienza con esos patrones y luego trata de modificarlos levemente.
Se debe admitir que, en general, lo mejor que se puede hacer es construir sobre lo ya existente. Si se aprovecha el patrón de comprensión, impulsos y actitudes para la aceptación del mensaje, quizá se pueda obtener la respuesta esperada.
El emisor puede conformar su mensaje y decidir cómo, cuándo y dónde lo trasmite. Pero el mensaje es sólo uno de los cuatro elementos importantes que determina la respuesta que se dará. Los otros tres son la situación en que se recibe la comunicación y en la que se da la respuesta, el estado del receptor y sus normas y las relaciones de grupo.
Es peligroso suponer que existe una relación simple y directa entre un mensaje y su efecto sin conocer antes los otros elementos implícitos en el proceso.
En el mensaje se deben emplear signos que hagan referencia a experiencias comunes de la fuente y destinatarios, de tal forma que se logre transmitir el significado. Este puede controlar la acción sugiriendo qué decisión tomar.
La comunicación Humana, Fernández Collado, Carlos...McGraw Hill, México, 1990.
Comunicación, interpretación, intención, acción:
LOS PROBLEMAS DE LA COMUNICACIÓN.
La persona interiormente libre no comete los mismos errores durante toda su vida. Esto vale también para los errores en la comunicación, que son unos de los causantes más comunes de problemas interpersonales.
Creo que todos los seres humanos hemos tenido la experiencia (a veces frecuente) de haber sido mal interpretados o de haber mal interpretado a otros en las palabras o en las actitudes. Esto, por lógica, debería hacernos pensar al menos una cosa los mensajes que enviamos a los otros no siempre llegan a su destino con el mismo contenido, puede ser que lleguen con un contenido completamente diferente. Esto se debe a que, en una comunicación, no sólo cuenta el que envía el mensaje, también cuenta el que lo recibe, porque este ultimo lo interpreta, y puede interpretarlo equívocamente debido a sus ideas, a su estado de ánimo, a sus intenciones, a sus prejuicios y a tantas otras cosas más.
Es una ingenuidad pensar que las palabras tienen un único significado para todos, significado independiente del contexto y de la forma en que son expresadas. Cada palabra puede ser utilizada de muchas maneras porque “el lenguaje, como las obras de arte, modela la realidad: forma, elabora, reforma, inventa, omite, carga las tintas, deforma, une lo separado, separa lo unido; en una palabra, crea. El lenguaje verbal es el reino de las metáforas, de las parábolas, de los símbolos y de las creaciones imaginativas.
En las relaciones interpersonales inmaduras da la impresión de que los interlocutores creen que las palabras tienen significados inequívocos cuando, en realidad, el hombre expresa en ellas cosas tan subjetivas como: “sus intereses, sus deseos, sus fantasías, su curiosidad, sus gustos, sus picardías, sus caprichos, y en general (explaya) sus capacidades de relacionar cosas heterogéneas” 2.
Cuando un individuo ha adquirido cierto grado de objetividad, es más capaz de percibir correctamente el significado de las palabras que recibe y que emite. Por ejemplo, ante un insulto que desvaloriza a la propia persona, no se queda precisamente en el contenido “literal” del termino insultativo, sino que también puede percibir si ese término refleja otra cosa, como la desesperación o el simple capricho de quien insulta. Si alguien me dice imbécil y yo me siento realmente imbécil solo porque otro me lo dijo, entonces me irrito o me deprimo; pero si, a través de una percepción más objetiva, descubro que quien me insulto es un caprichosos, un neurasténico o un desesperado, entonces el termino imbécil lo considero no tanto como un insulto, sino como lo que realmente es: la expresión de una carencia o de una inmadurez por parte del otro.
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