Actos De Habla
Enviado por DianitaMonroe • 14 de Julio de 2014 • 2.218 Palabras (9 Páginas) • 257 Visitas
John Searle
Actos de habla; ensayo de filosofía del lenguaje
Editorial Cátedra, Colección Teorema,
Traducción de Luis Valdés Villanueva, Madrid, 1994.
Martín Ríos L.
Estudiante de 4 año
Pedagogía en Filosofía
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El objetivo de la presente reseña se ve enmarcada en la intención de presentar y exponer los puntos más importantes y destacados del ensayo «Actos de habla» de J. R. Searle. Lo primero que cabe destacar de este ensayo es el diálogo abierto y complejo que realiza Searle con diversos autores que se vieron dedicados al estudio de la filosofía del lenguaje, como lo son por ejemplo: Frege, Wittgenstein, Carnap, Russell, Tarski, Quine, J. L. Austin y Chomsky, entre otros. La posible complejidad que reviste el ensayo, resultante obvia de tan arduo diálogo, podría llevar al lector poco entendido o habituado en las temáticas de la filosofía del lenguaje a un desconcierto y a una incomprensión de los temas tratados a lo largo del ensayo. Pero lo anterior no le resta importancia al aporte realizado por Searle en el ámbito de la filosofía del lenguaje, sino más bien se nos presenta como una clara invitación y un desafío a los lectores de diversas áreas que se interesan en el estudio de las acciones humanas.
Ahora bien, para continuar con la intención de esta reseña, debemos señalar que dentro de los primeros puntos que Searle trabaja dentro de su ensayo, nos encontramos con que se realiza una explicación y distinción entre las distintas disciplinas del saber humano que se ven referidas al tema del lenguaje. Dos son en un principio las áreas de la filosofía, en particular, que se ven llevadas a trabajar sobre el lenguaje. Estas disciplinas son la así llamadaFilosofía lingüística y la Filosofía del lenguaje. La Filosofía lingüística se ve abocada a intentar «resolver problemas filosóficos particulares atendiendo al uso ordinario de palabras u otros elementos de un lenguaje particular»1 . La filosofía del lenguaje, en cambio, se ve en «el intento de proporcionar descripciones filosóficamente iluminadoras de ciertas características generales del lenguaje, tales como la referencia, la verdad, el significado y la necesidad, y solamente se preocupa de pasada de elementos particulares de un lenguaje particular» 2 . Dentro de la filosofía del lenguaje podemos encontrar preguntas tales como: ¿cómo representan las palabras a las cosas?, o bien ¿cual es la diferencia entre una secuencia significativa de palabras y otra no?, etc. Por esto podemos señalar que la diferencia sustancial entre la llamada «filosofía lingüística es por sobre todo el nombre de un método, en cambio la filosofía del lenguaje es el nombre de un tema»3 .
Ahora bien, además de estas dos disciplinas filosóficas que se orientan al estudio del lenguaje, podemos señalar que el autor añade una tercera disciplina que también se ve abocada a trabajar con el tema. Ella es la Lingüística, la que se diferencia de las anteriormente señaladas en el hecho que «intenta describir las estructuras fácticas (fonológicas, sintácticas y semánticas( de los lenguajes naturales humanos» 4 .
Según Searle han existido entre los filósofos una serie de perplejidades respecto de caracterizaciones lingüísticas, por lo que se han llegado a tomar diversas formas al respecto. Una de estas dice relación con las dudas escépticas sobre criterios de aplicación de términos, en el cual podemos encontrar algunos términos tales como el analítico, significativo, sinónimo, etc., además de dudas generales sobre la verificación de enunciados sobre lenguaje.
Respecto del primer término, antes mencionado, se dice que no existe un adecuado concepto del término de analítico, ya que su verificación vendrá dada por su definición, lo que conllevaría a no tener un criterio generista para poder señalar si un enunciado analítico lo es o no.
Pero, según Searle, de lo señalado respecto a la falta de un concepto que defina el término analítico, no se sigue necesariamente que se carece de una argumentación suficiente para señalar que se carece de criterio para respecto de la analiticidad y la sinonimia. Ahora, lo que debemos entender por sinonimia es lo que se define como«dos palabras son sinónimos si y sólo si tienen el mismo significado y la analiticidad se define como un enunciado es analítico si y sólo si es verdadero en virtud de su significado o por su definición»5 .
Según nos explica Searle, el hablar un lenguaje es tomar parte en una forma de conducta gobernada por reglas por lo que «aprender y dominar un lenguaje es aprender y haber dominado esas reglas»6 , y cuando se le pregunta a este autor por la validez de sus afirmaciones, este nos señala que todo radica en el hecho de su pertenencia a un orden específico del lenguaje, y el conocimiento que de él se tiene, viene dado análogamente al ejemplo del jugador de béisbol. El conocimiento está dado por el saber como se juega, lo cual significa la internalización de una serie de reglas. Las reglas no pueden atentar en contra del juego, porque aún siendo un libro de reglas que describe otras reglas en contra de las reglas, sin duda se referirá a otro juego.
Avanzando un poco en el texto podemos señalar que la tesis central de este ensayo discurre por la noción de que: el lenguaje o el hablar un lenguaje consiste en realizar actos de habla, y entre estos actos se encuentran el hacer enunciados, dar ordenes, plantear pregunta, etc. Pero con una mayor abstracción se pueden realizar actos como referir y predicar, y todos estos actos son posibles porque se realizan de acuerdo con algunas reglas para el uso de ciertos elementos lingüísticos.
Según Searle, el porqué del concentrarse en el estudio de los actos de habla, radica en el hecho de que «toda comunicación lingüística incluye actos lingüísticos» 7 , ya que la unidad de la comunicación lingüística no es el símbolo o la oración, sino que su unidad radica en el hecho de la producción de los mismos cuando se realiza un acto de habla. Por lo que Searle describe o define al acto de habla como «unidades básicas o mínimas de la comunicación lingüística»8 .
Ahora bien, el hecho de contemplar un objeto como instancia de comunicación lingüística radica en la suposición de que fueron realizadas con alguna intención. En este sentido, existen dos tendencias de la filosofía del lenguaje contemporánea: la primera se centra en el uso de las expresiones del habla, y la segunda se ubica en el significado de las oraciones. La importancia que se sigue de lo anteriormente descrito, es que ambos enfoques son complementarios y se interpelan teóricamente en el desarrollo de la investigación sobre el lenguaje.
El último punto que
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