Adam Smith

ESTÉTICA INGLESA EN EL XVIII: Rasgos generales

Podemos dividir la estética inglesa del XVIII en dos escuelas principales; la analítica que se sirve el método de análisis psicológico y comprende a teóricos como Addison, Burke, Home,... La otra escuela sería la de los intuicionistas, que utilizan la metafísica y fundan sus concepciones en el principio de la belleza objetiva, que no es analizable; aquí podemos encontrar a Shaftesbury y a Francis Hutcheson.

Pero por encima de escuelas encontramos do elementos sobre los que centran su atención los estéticos ingleses del: la imaginación y el problema del gusto.

Referente a la imaginación es reconocido por todos el papel decisivo que juega en la creación artística; pero su forma de actuación no había sido sometida a una investigación sistemática con anterioridad a los empiristas del siglo XVIII.

Para los racionalistas la imaginación era considerada como una facultad que se encargaba de registrar imágenes, pero que apenas desempeñaba papel alguno en el conocimiento. Fue Bacon en 1605, en una de sus obras, el que colocó a la imaginación -en cuanto que facultad- a la altura de la razón y de la memoria.

No obstante son Hobbes primero y Locke después los que vuelven a lanzar sombras y desconfianzas sobre la imaginación llamándola el primero de ellos "sentido decadente".

No es ya hasta bien entrado el siglo XVIII cuando Hume desarrolla una teoría de la asociación de las ideas; para el cual la tendencia de las ideas a emparejarse unas con otras debido a la semejanza o vinculación casual, constituyó un importante principio para explicar muchas operaciones mentales.

Acerca del problema del gusto. En este punto destacan entre otros Sahftesbury, Hutcheson y Hume. El primero de ellos defiende que la armonía percibida como belleza es igualmente percibida como virtud; él lo denominó sentido moral (moral sense).

Hutcheson -del que hablaremos más adelante- se apropió de la idea de Sahftesbury del moral sense y la desarrolló, llegando a afirmar que el sentido de la belleza no depende del juicio o la reflexión. Su análisis reveló que se percibe la belleza de un objeto cuando este presenta una mezcla adecuada de uniformindad y variedad.

El tercero de ellos, Hume, señala que la belleza viene representada por el orden y disposición de las partes que por constitución primaria de nuestra naturaleza o por costumbre; resulta valida para provocar placer. Afirma así también, como Hutcheson, el goce inmediato de la belleza.

HUTCHESON y la escuela escocesa

Hutcheson es discípulo de Shaftesbury y toma de él numerosas ideas; pero no por ello deja de tener una estética propia y original que se la puede considerar como sensualista.

Estética en ADAM SMITH

Su pensamiento

Adam Smith está incluido dentro de la escuela filosófica escocesa del XVIII. Dicha escuela pretendió para la ciencia social lo mismo que Newton había logrado para la ciencia natural; una teoría de la moral, la política y la sociedad. Esto hacía necesario establecer elementos que probaran que los seres humanos, su psicología y sus acciones no están gobernadas por el mero azar. Esta escuela impulsa la repulsa contra la tesis de Hobbes, que afirmaba que antes del Estado no había ningún criterio de moral y que las normas del bien y del mal se derivan de las leyes que dicta el poder.

Ya desde el inicio de su carrera docente dejó claro el autor su preocupación por el tema de la moral; y esboza un programa de estudio que dejó incompleto (ética, justicia, política y economía) al abordar solamente el tema de la moral en la obra La teoría de los sentimientos morales (1759) y más adelante el de economía en la obra de La riqueza de las naciones (1776).

Destaquemos ahora algunos elementos importantes de su pensamiento:

• Si bien puede resultar osado calificar a A.Smith de utilitarista -pues hay elementos que no se enmarcan dentro de esa doctrina; como cuando defiende que las reformas han de acometerse con cautela y con una permanente atención al consenso popular (parte VI, sección II, capítulo II de La teoría de los sentimientos morales)-; sí que es una realidad que en su pensamiento se dan ciertos elementos utilitaristas; valgan estos textos de muestra:

“El que un grupo numeroso de personas prevalezca uno reducido,... parece una regla no sólo necesaria e inevitable en sí misma sino útil y adecuada para suscitar la laboriosidad y la consideración de la especie humana” .

“El individuo sabio y virtuoso está siempre dispuesto a que su propio interés particular sea sacrificado al interés general de su estamento o grupo. También está dispuesto en todo momento a que el interés de ese estamento o grupo sea sacrificado al interés mayor del estado, del que es parte subordiana” .

¿Qué papel cumple entonces la utilidad en el pensamiento del autor? La utilidad no es el elemento fundamental a través del cual aprobamos la virtud; por lo tanto su papel es importante pero matizado y secundario.

• Otro factor importante dentro de su pensamiento es su relación con su amigo Hume. A.Smith en su obra trata de elaborar el sistema que Hume plasma en su obra Tratado sobre la naturaleza humana; si bien desde un determinado momento se aparta de este porque no cree que la utilidad pueda dar cuenta de la conducta humana.

• Por último una nota acerca de sus planteamientos económicos, políticos y morales. En estos terrenos, si bien no se le puede considerar un liberal dogmático, sí que es un liberal; y ello lo podemos observar en una serie de elementos presentes en su pensamiento:

- La cautela con la que recomienda cualquier intervención.

- Su rechazo ante la redistribución política de la renta.

- Su visión de la justicia como esencialmente imparcial y comunicativa.

- Su reconocimiento que la primera labor de las personas es cuidarse a sí mismas.

- La espontaneidad de los mecanismos del mercado puede resolver los problemas mejor que a través de la coacción.

La obra: La teoría de los sentimientos morales

En palabras del propio autor, La teoría de los sentimientos morales es su obra más importante, incluso más que por la que realmente es conocido: La riqueza de las naciones. Este hecho lo demuestra que Adam Smith siguió trabajando en esa su primera obra, e introdujo abundantes cambios en la sexta edición, publicada poco antes de su muerte.

El libro quedó finalmente organizado

...