EL ALUMNADO, RASGOS GENERALES DE LA PERSONALIDAD

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EL ALUMNADO, RASGOS GENERALES DE LA PERSONALIDAD

Todos tenemos una idea de cuál es nuestro tipo de personalidad, si somos joviales o reservados, responsables, introvertidos, sensibles o insensibles. Cada uno de nosotros tiene una combinación única de rasgos de la personalidad. La personalidad se refiere a características dinámicas de la persona que son un patrón de sentimientos, emociones y pensamientos ligados al comportamiento a lo largo del tiempo frente a situaciones diversas (Cloninger, 2003), dando independencia y diferencia al individuo, marcando una identidad y por ende distinguirlo de los demás.

Gordon Allport (1897-1967) definió la personalidad como un conjunto de rasgos y que es dinámica y cambiante. Los rasgos pueden ser comunes a un grupo de personas; o individuales respecto a una de ellas, basadas en sus experiencias particulares. No todos los grupos son iguales, ni los individuos que los componen lo son, y la influencia del grupo sobre la personalidad individual también es sumamente importante (Fingermann, 2016).

Conocer los rasgos de personalidad en los alumnos, permitirá planear acciones pedagógicas que favorezcan la formación óptima. En este caso, Allport citado en (Aguilera, 2007) , nos dice que: los rasgos de madurez que definen a la personalidad adulta son los siguientes: extensión del sentido del sí-mismo, capacidad para establecer relaciones con otras personas, estabilidad emocional y aceptación de sí mismo, realismo en la percepción y actuación, objetividad con el propio conocimiento y posesión de un proyecto de vida.

Debemos entender que una persona al entrar a estudiar a modalidad a distancia se considera que paso por el proceso de adultez o lo está pasando, en cualquiera de los casos, se le considera ya una persona adulta, por eso la aportación de Allport de la personalidad adulta es sumamente importante ya que nos brinda ese nivel de madures necesario para esta modalidad de estudio.

Ahora vamos a analizar cada uno de los rasgos de una personalidad adulta; la primera es la extensión del sentido del sí-mismo, ya que la persona al lograr su madurez también logra su autonomía e independencia del medio, ya debe velar por sí mismo y no depender de los demás, este rasgo es importante a la hora de realizar tareas y el aprendizaje autónomo ya que no existe una modalidad de maestro que lo controle, sino será el mismo estudiante quien sea supervisor de su aprendizaje.

La capacidad para establecer relaciones con otras personas nos va a permitir intercambiar; no solo intereses, sino también ideas, y lograr una buena convivencia académica fuera y dentro del aula. Otro rasgo es la estabilidad emocional y aceptación de sí mismo, ya que es necesario tener un buen control emocional  para realizar tanto las tareas como una revisión de los contenidos y no dejar que la carga horaria o laboral; dependiendo del caso, nos presione hasta el punto de tener un colapso emocional que nos bloqueará. Para ello también debemos tener un realismo en la percepción y actuación, y tener metas y objetivos que sean factibles y que se puedan cumplir conociendo tanto nuestras capacidades como nuestras limitaciones.

Ya con lo anterior, tendremos objetividad con el propio conocimiento y posesión de un proyecto de vida, que nos va a permitir jerarquizar y poner prioridad a las cosas importantes y dejar de lado las cosas banales. Si bien esta lista de rasgos es lo que se espera de un estudiante a distancia, como vimos anteriormente la personalidad va a ser única y diferente y va a depender del medio en que el individuo se desarrolle, es por eso que la misión del maestro ante ciertas personalidades que se muestran agresivas, desmotivadas, tristes, apáticas, es indagar las causas, pues si bien existen ciertos rasgos heredados, es muy probable que podamos hacer mucho para formar en nuestros alumnos personas que se valoren a sí mismas y a los demás, o, por el contrario, contribuir a crear personalidades débiles e inseguras (Fingermann, 2016).  Ya que las características estimulantes del entorno social del estudiante facilitan o dificultan el desarrollo de las destrezas necesarias para un buen desempeño académico (Cloninger, 2003).

Conocer la personalidad de cada alumno nos ayudará a usar diferenciadas estrategias de motivación y de enseñanza, estimulando paulatinamente al tímido a expresarse, al agresivo a canalizar sus emociones de modo constructivo, al distraído a prestar atención; y potencializar las capacidades que cada uno tiene pero a veces le cuesta ver;  Actualmente el alumno debe construir su propio aprendizaje y el profesor se convierte en un acompañante cognitivo encargado de facilitarle dicho proceso. Para lograrlo, debe conocer diversas estrategias y herramientas que le ayuden a desempeñar dicha labor. Pero además es importante que los alumnos tengan en cuanta esa percepción e interiorizado que ya son adultos, y deben ellos mismos encontrar esa motivación para que se sientan atraídos por los conocimientos que deben adquirir. Y se involucren más en el proceso de enseñanza-aprendizaje para que así obtengan unos resultados académicos apropiados.

BIBLIOGRAFÍA

Aguilera, F. A. (2007). Técnicas de estudio a distancia y presencial (Séptima ed.). Quito: Enfoque.

Cloninger, S. (2003). Teorías de la Personalidad. México: Pearson Educación.

Fingermann, H. (17 de Mayo de 2016). La personalidad del alumno. Recuperado el 30 de Noviembre de 2018, de La Guía: https://educacion.laguia2000.com/general/la-personalidad-del-alumno

OBSTÁCULOS EN EL PROCESO DE LA LECTURA

. Leer es un hábito que debemos adquirir todos, ya que trae muchos beneficios. Además al ingresar a la universidad nos veremos obligados a leer gran cantidad de información, la cual nos ayudará a entender algunos temas de las asignaturas. Debemos estar preparados para ese momento, además que hacer una buena comprensión lectora y el simple hecho de leer traen muchos beneficios (Jiménez, 2015).

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