Agustin De Hipona
Enviado por desyvoong • 11 de Marzo de 2014 • 837 Palabras (4 Páginas) • 364 Visitas
Agustín de Hipona perteneciente del siglo IV a.C, es el más grande de los padres de la Iglesia y la figura más importante de la Patrística latina, perteneciente del siglo IV a.C. En sus obras recoge gran parte del la tradición anterior y ejerce una extraordinaria influencia en la historia del pensamiento occidental.
Ante las críticas, el cristianismo utilizó el saber filosófico para apoyar los dogmas de la fe dando lugar a la patrística, quienes anticipan muchos de los problemas ajenos al pensamiento griego, como el problema entre la razón y la fe, la demostración de la existencia de Dios, el enigma de la Creación, la libertad humana y las fuerzas del bien y del mal.
Para Agustín de Hipona, el ser humano busca la felicidad y la verdad, que son aspiraciones del alma. La verdad se puede buscar por dos caminos: por la razón (filosofía) y por la fe (religión). La fe dirige nuestra inteligencia en la búsqueda de la verdad y la razón nos permite entender los contenidos de la fe, para llegar al conocimiento verdadero que remite en Dios: "Entiende para creer, creer para entender". La búsqueda de la verdad está impulsada por el amor, movimiento hacia lo superior que permite convertir la aspiración de la razón en "amor a Dios".
La existencia de Dios se demuestra porque en el ser humano existen las aspiraciones del alma, los axiomas matemáticos y la idea de bien, justicia, belleza... Esto es producto de un ser necesario y universal, Dios. Sobre la creación, San Agustín de Hipona defiende el ejemplarísimo: Dios, que es trascendente al mundo, crea con su palabra a partir de las ideas ejemplares que residen en la mente divina, así podemos encontrar la huella divina en cada ser: todo ser responde a una idea ejemplar y se origina a partir de unas razones germinales que Dios ha puesto en la Génesis. En conclusión toda la creación son imagen y reflejo de Dios.
Para Agustín de Hipona, Dios es verdad, eternidad y amor. El ser humano a su imagen está constituido por tres potencias llamadas las potencias del alma: inteligencia (manifestación de la verdad divina), memoria y voluntad. Respecto al hombre se compone de alma (inmortal) y cuerpo (mortal), que son funcionalmente inseparables y la relación que establecen es accidental. El alma es una identidad autosuficiente porque por un lado es principio vital, fundamento de vida, y por otro lado es un principio espiritual y racional, principio que trasciende de lo físico.
El ser humano hereda la culpa (pecado original) por desobedecer a la ley divina haciendo un mal uso del libre arbitrio, facultad de la razón y la voluntad para escoger entre el bien y el mal, únicamente el alma puede salvarme mediante el auxilio de la gracia divina.
Agustín de Hipona considera que el ser humano tiene conciencia en sentido antropológico, percepción del interior de uno mismo, y
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