Antigona
Enviado por Klisha • 12 de Octubre de 2014 • Informe • 789 Palabras (4 Páginas) • 233 Visitas
Antígona se origina cuando los hermanos Eteocles y Polineces se dan muerte uno al otro en una guerra por el trono de Tebas. Eteocles contaba con el apoyo de su ciudad natal y Polineces luchaba con ejércitos extranjeros. Creonte, quien finalmente se queda en el poder, dispone que el primero sea enterrado dignamente y con todos los honores, mientras que el segundo deberá ser dejado al aire libre en deshonra, como alimento para las aves rapaces, quedando prohibido su entierro bajo pena de muerte. Esta prohibición constituía un verdadero agravio en ese tiempo, pues iba en contra de todos los ritos populares y era como privar al difunto de la vida después de la muerte y del agrado de los dioses. Así pues, Antígona e Ismene son hermanas de los infaustos combatientes, y ahora son las únicas hijas que quedan del trágico matrimonio de Edipo y Yocasta. En la primera escena de la obra, Antígona cita a Ismene en las afueras de la ciudad y le cuenta que, en desafío declarado contra el monarca, planea secretamente enterrar a Polineces. Ismene se rehúsa a ayudarla, pues teme el castigo, y trata de convencer a Antígona para que desista de la acción que puede condenarla, pero no lo logra. En la siguiente escena entra Creonte acompañado del Coro (que en esta obra se constituye por un conjunto de ciudadanos tebanos) y les habla sobre sus ideas acerca del bien de la ciudad; les pide su apoyo para ahora que él sea gobernante y, particularmente, en su edicto sobre el cuerpo de Polineces. El Coro promete su apoyo. Entonces entra un guardia y reporta que el cuerpo ha sido enterrado. Creonte, furioso, le ordena desenterrarlo y encontrar al culpable. Poco después el centinela regresa y trae consigo a la joven Antígona, que no niega lo que ha hecho. Ella da sus razones y apela al amor por su hermano y por su familia, así como al respeto por la tradición y la voluntad divina. A esto Creonte opone sus ideas sobre la justicia, la polis como el bien más alto y el castigo a la traición, remarcando además su autoridad de rey y su convicción de no ceder ante la voluntad de una mujer. Le ofrece arrepentirse de lo que ha hecho, pero ella no se doblega. Ambos sostendrán sus razones con fervor implacable a lo largo de toda la obra. Él enfurece cada vez más y, creyendo que Ismene debió colaborar con su hermana, la manda llamar y la acusa. Ismene trata de aprovechar para confesarse culpable y morir con Antígona, pero ésta se niega a compartir la culpa con su hermana inocente. De cualquier modo, Creonte decide encerrarlas temporalmente a las dos. Tras una intervención del Coro en que éste nos sitúa en las genealogías y habla del infortunio que ha seguido por generaciones a la familia de Edipo, entra Hemón, hijo de Creonte y prometido de Antígona. Con ánimo conciliatorio expresa devoción y respeto por su padre, pero intenta persuadirle de no condenar a la que será su esposa. La discusión se acalora y el hijo no consigue convencer al padre. Hemón
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