Análisis Interacción Entre La Razón Según Santo Tomás De Aquino

El filósofo, Tomás de Aquino, buscó restablecer el concepto que se tenía de la emoción como afección, en el sentido de la modificación súbita, por los cuales el alma humana es potencialidad, pudiendo recibir o padecer acciones. Menciona que las pasiones humanas pertenecen más a la parte apetitiva del alma que a la parte aprehensiva, y específicamente más al apetito sensible que al espiritual, ya que con mucha frecuencia están asociadas a cambios corporales. Realizó una clasificación en la que hace una diferencia entre emociones que se refieren a la parte irascible y emociones que se refieren a la parte concupiscible, refiriendo a la irascible a aquellas emociones que se refieren al bien y al mal como por ejemplo el temor. Mientras que a la concupiscible pertenecerían aquellas emociones referidas al bien y al mal, como por ejemplo la alegría.

Hace énfasis en que los apetitos sensitivos del ser humano se encuentran, por naturaleza, subordinados a la voluntad y al juicio de la razón, subordinación natural que se manifiesta en los hechos de la vida cotidiana. Consideró que lo propio de las emociones humanas es seguir el juicio de la razón, reafirmar la determinación libre de la voluntad y complementar la realización de las acciones de los seres humanos, siendo algo así como facilitadores para la libre elección e impulsos de y para la propia vida. Rechazó así la idea, de origen platónico y estoico, de que todas las pasiones son, en sí mismas, como enfermedades del alma que sólo sirven para oscurecer y entorpecer las actividades de la vida.

Para Tomás de Aquino, la razón o inteligencia influye de manera significativa sobre el apetito sensitivo no sólo mediante el sentido cogitativo, sino también mediante los demás sentidos internos superiores (sentido común, memoria e imaginación), especialmente la imaginación. La inteligencia interviene en las actividades de la imaginación formando imágenes mentales que producen determinadas emociones, y que a su vez mueven el apetito sensitivo.

Las relaciones entre las facultades superiores y las pasiones del alma se dan de dos maneras: o las pasiones son anteriores al juicio de la razón, “pasiones antecedentes”, o las pasiones siguen al juicio y al querer de la voluntad, “pasiones consecuentes”, designando de esta manera no tanto un orden temporal como un orden causal. Las pasiones antecedentes son aquellas que se originan con independencia del juicio racional, antes o después del mismo, pero no son causadas por la razón ni por la voluntad. Sin embargo y por el contrario, las pasiones consecuentes son aquéllas que están provocadas o inducidas por la razón y la voluntad.

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