Analisis Comparativo De San Agustín De Hipona Y Santo Tomas De Aquino
Enviado por israelsantana99 • 20 de Junio de 2014 • 2.989 Palabras (12 Páginas) • 1.125 Visitas
Introducción
El mandato del nuevo testamento es claro. “Dad al Cesar lo que es del César”. Pero ¿Qué pasa si el cesar pide, exige o hasta confisca lo que no es “del Cesar”? según el mandato de Cristo, el cristiano debe de darle al César –es decir al príncipe, al gobernante y, por extensión, al estado – lo que le corresponde. Pero ¿y si el estado exige lo que no le corresponde? Lo cual nos lleva directamente a la pregunta esencial: ¿Qué es lo que le corresponde al estado?
Por desgracia, Santo Tomas de Aquino no se dedicó en forma intensiva a la política. No tenemos un tratado de política proveniente de su pluma con la extensión y la profundidad específica que tienen, por ejemplo, la política de Aristóteles o la República de Platón. El pensamiento político de Santo Tomas se halla esparcido por varios de sus escritos y para apreciarlo el único camino posible es ir a esos fragmentos y “re-armar” con ellos una síntesis que, por que fuerza, será incompleta. Pero, aun así, esos fragmentos contienen observaciones y pensamientos que valen la pena estudiar y considerar.
Por lo pronto, Santos Tomas sostiene que, “El arte imita a la naturaleza”, es decir: las actividades humanas tienden a un fin específico pero, realizarlo, se inspiran en un conocimiento adquirido de la observación y comprensión de los fenómenos naturales. Consecuentemente, no cualquier actividad humana es lícita.
El pensamiento Político de Tomas de Aquino
Prácticamente se halla condensado en la monarquía (1265-1267), una obra no muy extensa que escribió en medio de la suma contra gentiles (1261-1264) y la Suma Teológica (1265-1274) y que muchos han bautizados de menor, a pesar de que el mismo Tomas de Aquino la presentaba como la cuarta o quinta más importante de su producción . En ella trata de explicar la relación entre pensamiento y realidad política, que no siempre van unidos, estableciendo cuatro diferencias respecto al modelo aristotélico, a saber:
a)- Importancia de la familia, la comunidad y el reino, de manera que la ciudad pasa a ocupar un lugar secundario
b)- Importancia de la paz. Mientras Aristóteles parece resignado a la pervivencia del conflicto, para Aquino resulta inconcebible el ideal cívico en una guerra constante
c)- Idea de una comunidad de reinos (Aristóteles no contempla esta posibilidad, porque para él la única manera de unificar los reinos es mediante guerra)
d)- El ejercicio de la política entendiendo como un oficio. Aquino traslada a la responsabilidad ficticia del pueblo en la elección del monarca a aquellos que realmente lo han designado como tal. Y para este ocupar este puesto no caben medias tintas: o se vale o no se vale.
Aunque se vea de forma más visible en “la suma”, Tomas de Aquino sí que compartirá con Aristóteles la distinción que este hace entre la democracia,
la forma mala del gobierno de los muchos, y politeístas, su contrario, la forma buena. El filósofo griego creía que las democracias caerían en un periodo de turbulencia e inestabilidad porque el pobre, que según su pensamiento se convertirían en la mayoría, intentaría conseguir una igualdad social y económica que ahogan la iniciativa individual
Aporte de Santo Tomas al Derecho
Santo tomas fue el iniciador del derecho natural. La ley natural es el presente de lo que hoy denominamos derecho humano. En política, afirma que la autoridad de los gobernantes procede de Dios, pero el gobernante, debe contar con unos asesores, representantes del pueblo. La mejor forma de gobierno es una mezcla de monarquía, aristocracia y democracia.
En todo caso reconoce al pueblo el derecho a rebelarse contra los gobernantes, cuando se han corrompido y no se han buscado el fin último del estado, que es el bien común, atreves de la ley positiva que es una ordenación de la razón, dirigida al bien común, dictada por la autoridad competente y suficiente promulgada
La ley natural: si bien no es una postura exclusiva de Tomas de Aquino, el concepto tiene un rol central en la postura oficial de la iglesia. Aparece en el derecho internacional gracias a los aportes tomistas de la segunda escolástica.
Diputa y oposición de Santo Tomas de Aquino y San Agustín
Tomas de Aquino se ocupa de los temas políticos en tiempos que no son de crisis. Situación que es fundamental para entender el estilo de sus escritos y el modo de tratar esos temas. Es esta una gran diferencia que distingue a su obra de la de otros filósofos políticos, como Platón, Aristóteles, San Agustín o, entre los modernos Hobbes. El tema político ha sido siempre especialmente sensible a las circunstancias en que se escribe sobre él, debido a la imposibilidad que tiene todo hombre inteligente de abstenerse de condiciones que forman parte de la vida de su propio espíritu.
Si Agustín escribió su obra De Civitate bajo la impresión causada en su alma por la sangre de roma por las huestes de Alarico, y en vísperas de la irrupción de los vándalos en su propia tierra del norte de áfrica, Tomas, en cambio, compone sus obras en tiempos cuando Europa vivía el apogeo de la civilización feudal y de la cultura de la cristiandad. La descendencia, que siempre esta incubada en los momentos culminantes de una cultura, solo iba a manifestar sus primeros síntomas hacia 1280, después de la muerte de Tomas. Esto significa que tomas no encara el tema político considerado como problema universal. Lo único que para él tiene como la parte más importante –pues de algún modo comprende a la monástica y a la economía – de la ciencia moral.
Pensamiento de San Agustín
Una curiosa consecuencia de este aparente triunfo fue la subordinación completa de la iglesia al imperio ( el llamado César-papismo) que eliminó temporariamente la separación entre Política y Religión. Ese movimiento de subordinación a la secular de parte de la iglesia fue resistido de varios modos: el donatismo, el hermatañismo ascético, las revueltas heréticas (arianismo, donatismo, nestorianismo, Y principalmente por la reflexión filosófica y la acción política de los obispos del imperio Romano de Occidente, tras la muerte de Constantino. En el Imperio Romano de Oriente, en cambio, esa subordinación continuó durante largo tiempo.
En la teoría política, la consecuencia de esta situación en occidente fue que, durante mil años, el eje de la controversia política pasó por la relación entre el soberano secular y la iglesia dependiente o independiente de su poder, o queriendo subordinarlo al suyo.
En ese contexto emerge, como primera manifestación del debate, la formidable obra de San Agustín “La Ciudad d
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