Aprendiz

La mayoría de las quejas ante el comisariado eran por golpes y malos tratos recibidos por los aprendices. El exceso de fatiga en los aprendices se vigilaba y muchas veces se denuncia, pero el jurado no tenía el poder suficiente para detener este abuso, y aconsejaban denunciar con la policía. La posición de los padres es delicada, pues el contrato de aprendizaje cuesta dinero y el regreso de un hijo antes del tiempo establecido era grave para la familia.

El conjunto de problemas por los que fracasaba el aprendizaje era por la fatiga, la toma de posesión a destiempo, los malos tratos y el nefasto papel de la esposa del maestro. No todos los aprendices eran tratados de esta forma, pero todos los conflictos de aprendizaje revelan la esclavitud cotidiana a la voluntad del maestro y el control abusivo del tiempo.

Para algunos las tareas principales eran barrer, servir, hacer las compras y ordenar, mientras que para otros el tiempo pasaba volando, pues era usada sin tregua y no tiene tiempo ni siquiera para la educación religiosa. Cuando el aprendiz no había hecho la primera comunión era deber del maestro la instrucción religiosa y la misa.

Otro motivo de diferencias era el mal comportamiento del aprendiz, pero aquí las quejas eran reciprocas pues el maestro se preocupaba por las costumbres dudosas del chico, y los padres vigilaban que su hijo no estuviera bajo la mala influencia del maestro. El aprendiz es vigilado por ambas partes y el contrato de aprendizaje puede ser denunciado.

Son muchos los ojos que vigilan al aprendiz, algunos comunican a sus padres el comportamiento de ellos, arriesgándose que su iniciativa sea mal recibida. El aprendiz se encuentra en el centro de la atención.

Los maestros eran muy tenaces con respecto a sus aprendices y se apropiaban de ellos con poca delicadeza, lo cual era motivo de quejas y demandas ante las justicia, mas es porque ante esto obtenían una gran ganancia.

En marzo de 1776, el teniente general de policía otorga su consentimiento a la comunidad de maestros techadores que pide autorización para que cada maestro pueda tener tres aprendices en lugar de dos.

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