Aristoteles
Enviado por nyfi • 20 de Enero de 2014 • 1.267 Palabras (6 Páginas) • 211 Visitas
En este cuarto libro, Aristóteles, nos dice que las leyes se establecen en relación a los regímenes, y no al revés. Por lo que los regímenes, es la organización de las magistraturas, y las leyes están para que según ellas deban mandar los gobernantes.
Existen tres regímenes rectos, y tres desviaciones de estos; los rectos son la monarquía, la aristocracia y la república, y sus desviaciones son; para la monarquía la tiranía, para la aristocracia la oligarquía y para la republica la democracia.
Pero también para los regímenes, existen otras variables que los definen, como las familias de ricos, pobres y media, las armas de los ricos, campesinos, comerciantes, obreros, el linaje y las virtudes ya que algunas veces todos tienen participación.
Los regímenes, se puede decir, están compuestos entre ellos mismos, como los vientos del Norte y Sur, igual en los regímenes, la democracia y la oligarquía, así como los vientos del Oeste, se consideran del Norte, y los del Este, son del Sur; Igual que la aristocracia que es considerada una oligarquía y la república, como un democracia. Las oligarquías son rígidas y despóticas, y las democracias, relajadas y blandas. Así como no es prudente considerar una democracia simplemente donde la multitud es soberana, ni oligarquía donde unos pocos ejercen la soberanía, más bien hay que decir que existe democracia cuando los libres ejercen la soberanía y oligarquía cuando la ejercen los ricos.
Las ciudades, se componen de muchas partes; como la alimentación que le corresponde a los campesinos, los trabajadores que componen las artes y los oficios (en donde unos existen por necesidad, y otros para contribuir al lujo y bienestar), los comerciantes dedicados a la compra y venta en mayoreo y menudeo, los jornaleros y los defensores.
Más adelante, hace critica de lo mencionado en la Republica, en donde se afirma que la ciudad se compone de un tejedor, un labrador, un zapatero y un albañil, añadiendo un herrero y los que cuidan del ganado, un comerciante al por mayor y otro al por menor. Como si toda ciudad estuviera constituida con vistas a las necesidades y no con preferencia al bien y necesitara por igual de todos. Y en cuanto a la guerra, solo hasta que el territorio haya extendido y su contacto con tierras vecinas provoque la guerra, además, se omite la necesidad de un administrador de justicia (autoridad judicial) ya que deben considerarse partes más esenciales de las ciudades que las tienden a las necesidades más indispensables.
Añade Aristóteles la séptima clase después de los jueces; que es la que sirve a la ciudad con sus bienes, o bien, ricos, la octava es la de los servicios públicos y la de los que prestan servicio en las magistraturas, ya que sin magistrados es imposible que exista una ciudad. Estas últimas, deben existir de una manera digna y justa ya que es necesario que haya algunos ciudadanos que participen de la virtud de los políticos.
Dado que pareciera que solo los campesinos pueden ser campesinos y los comerciantes, comerciantes, ya que todos rivalizan en virtud, y se creen capaces de desempeñar la mayoría de las magistraturas; pero es imposible que los mismo ciudadanos sean a la vez ricos y pobres, por ser, por lo general, unos pocos, y otros muchos, estas partes de la ciudad aparecen como contrarias de tal modo que según la superioridad de uno u otro se establecen los regímenes, y estos parecen ser dos: democracia y oligarquía.
También nos dice que hay varias clases de pueblo, como de los llamados notables; entre las clases del pueblo están la de los campesinos, la de los oficios, la de los comerciantes, la de la guerra, la mercantil, la del transporte, el de la pesca, los jornaleros,
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