BIOGRAFÍAS
Enviado por 17997 • 8 de Marzo de 2014 • 14.177 Palabras (57 Páginas) • 183 Visitas
Introducción
A lo largo de toda su existencia el ser humano ha tenido que lidiar con problemas existenciales que lo han tenido confundido, incluso hasta nuestros días donde aún con todos nuestros avances científicos, tecnológicos, Filosóficos etc. No hemos sido capaces de asegurar a ciencia cierta la pregunta que ha perturbado nuestra existencia en este planeta desde tiempos inmemorables:-¿De dónde venimos?; esa es una pregunta por la que hombres desde la antigüedad hasta nuestros días han luchado e incluso muerto por responder. Pero hubo una época de hombres Ilustres, Hombres pensantes e inteligentes, amantes del conocimiento y de la racionalidad, que con nada de bases ni aportaciones científicas lograron grandes avances y descubrimientos que siguen vigentes hasta nuestra época o bien inspiraron a generaciones futuras para descubrir las verdades absolutas que rigen nuestra existencia en el universo; estos hombres eran los Filósofos , sujetos que vivieron en una época de ignorancia y supersticiones en la que incluso llegaron a ser satanizados y juzgados hasta la muerte. Sin embargo esto no los detuvo, y con métodos que ellos mismos inventaron y teorías que ellos mismos propusieron lograron resolver grandes enigmas que aquejaban a la humanidad de aquella época y fundaron lo que a la postre serían las bases de todas las ciencias hoy conocidas. De ahí la razón de que grandes Filósofos de la antigüedad sean padres de diversas ciencias como Pitágoras; padre de las matemáticas o Hipócrates; padre de la medicina y Heródoto, padre de la historia
Eh aquí una compilación de 17 hombres ilustres de los que acabo de mencionar, tipos destacados en una sola ciencia o en todas o incluso en lo militar (caso Alejandro Magno), Hombres de los que no queda ni siquiera el polvo de sus huesos y aún así seguimos y seguiremos hablando de ellos ya que sus conocimientos y sus formas de pensar se han regado por todo el mundo atravez de los siglos y forman parte de la cultura universal.
ARISTÓTELES
Aristóteles nació en el año 384 a.C. en una pequeña localidad macedonia cercana al monte Athos llamada Estagira, de donde proviene su sobrenombre, el Estagirita. Su padre, Nicómaco, era médico de la corte de Amintas III, padre de Filipo y, por tanto, abuelo de Alejandro Magno.
En el año 367, es decir, cuando contaba diecisiete años, fue enviado a Atenas para estudiar en la Academia de Platón. No se sabe qué clase de relación personal se estableció entre ambos filósofos, pero, a juzgar por las escasas referencias que hacen el uno del otro en sus escritos, no cabe hablar de una amistad imperecedera. Lo cual, por otra parte, resulta lógico si se tiene en cuenta que Aristóteles iba a iniciar su propio sistema filosófico fundándolo en una profunda critica al platónico. Ambos partían de Sócrates y de su concepto de eidos, pero las dificultades de Platón para insertar su mundo eidético, el de las ideas, en el mundo real obligaron a Aristóteles a ir perfilando términos como «sustancia», «esencia» y «forma» que le alejarían definitivamente de la Academia. En cambio es absolutamente falsa la leyenda según la cual Aristóteles se marchó de Atenas despechado porque Platón, a su muerte, designase a su sobrino Espeusipo para hacerse cargo de la Academia. En su condición de macedonio Aristóteles no era legalmente elegible para ese puesto.
A la muerte de Platón, ocurrida en el 348, Aristóteles contaba treinta y seis años de edad, habla pasado veinte de ellos simultaneando la enseñanza con el estudio y se encontraba en Atenas, como suele decirse, sin oficio ni beneficio. Así que no debió de pensárselo mucho cuando supo que Hermias de Atarneo, un soldado de fortuna griego (por más detalles, eunuco) que se habla apoderado del sector noroeste de Asia Menor, estaba reuniendo en la ciudad de Axos a cuantos discípulos de la Academia quisieran colaborar con él en la helenización de sus dominios. Aristóteles se instaló en Axos en compañía de Xenócrates de Calcedonia, un colega académico, y de Teofrasto, discípulo y futuro heredero del legado aristotélico.
El Estagirita pasaría allí tres años apacibles y fructíferos, dedicándose a la enseñanza, a la escritura (gran parte de su Política la redactó allí) y a la reproducción, ya que primero se casó con una sobrina de Hermias llamada Pitias, con la que tuvo una hija. Pitias debió de morir muy poco después y Aristóteles se unió a otra estagirita, de nombre Erpilis, que le dio un hijo, Nicómaco, al que dedicaría su Ética. Dado que el propio Aristóteles dejó escrito que el varón debe casarse a los treinta y siete años y la mujer a los dieciocho, resulta fácil deducir qué edades debían tener una y otra cuando se unió a ellas.
Tras el asesinato de Hermias, en el 345, Aristóteles se instaló en Mitilene (isla de Lesbos), dedicándose, en compañía de Teofrasto, al estudio de la biología. Dos años más tarde, en el 343, fue contratado por Filipo de Macedonia para que se hiciese cargo de la educación de su hijo Alejandro, a la sazón de trece años de edad. Tampoco se sabe mucho de la relación entre ambos, ya que las leyendas y las falsificaciones han borrado todo rastro de verdad. Pero de ser cierto el carácter que sus contemporáneos atribuyen a Alejandro (al que tachan unánimemente de arrogante, bebedor, cruel, vengativo e ignorante),no se advierte rasgo alguno de la influencia que Aristóteles pudo ejercer sobre él. Como tampoco se advierte la influencia de Alejandro sobre su maestro en el terreno político, pues Aristóteles seguía predicando la superioridad de las ciudades estado cuando su presunto discípulo estaba poniendo ya las bases de un imperio universal sin el que, al decir de los historiadores, la civilización helénica hubiera sucumbido mucho antes.
En 335 a. C., Aristóteles regresó a Atenas y fundó su propia escuela, el Liceo (llamado así por estar situado dentro de un recinto dedicado al dios Apolo Licio). A diferencia de la Academia, el Liceo no era una escuela privada y muchas de las clases eran públicas y gratuitas. A lo largo de su vida Aristóteles reunió una vasta biblioteca y una cantidad de seguidores e investigadores, conocidos como los peripatéticos (de περιπατητικός, 'itinerantes', llamados así por la costumbre que tenían de discutir caminando). La mayoría de los trabajos de Aristóteles que se conservan son de este período.
Cuando Alejandro murió en 323 a. C., es probable que Atenas se volviera un lugar incómodo para los macedonios, especialmente para quienes tenían las conexiones de Aristóteles. Tras declarar (según se cuenta) que no veía razón para dejar que Atenas pecara dos veces contra la filosofía (en referencia
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