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Biografía: Friedrich Wilhelm Nietzsche


Enviado por   •  26 de Octubre de 2015  •  Monografía  •  2.441 Palabras (10 Páginas)  •  198 Visitas

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Introducción:

Friedrich Wilhelm Nietzsche nació el 15 de octubre de 1844 en Röcken ciudad de la Sajonia prusiana, su madre era  Franziska Oehler  y su padre, al igual que su abuelo, era un pastor luterano llamado Carl Ludwig, por lo que se educó en un ambiente religioso. Su padre murió cuando el tenia 5 años  fue educado por su madre en una casa donde vivían su abuela, dos tías y una hermana, en  Naumburgo.  Estudió filología clásica en las universidades de Bonn y Leipzig, y fue nombrado profesor de filología griega en la universidad de Basilea con tan sólo 24 años, aunque pocos años después abandona la docencia desengañado con el academicismo universitario, es decir, dejo a un lado la docencia por que se manifestaba en contra de la interpretación del arte a través de  normas consideradas clásicas.

La vida del filósofo fue volviéndose cada vez más retirada y amarga a medida que avanzaba en edad y se intensificaban los síntomas de su enfermedad, la sífilis. Fue en 1872, Nietzsche publica su primer libro, El nacimiento de la tragedia en el espíritu de la música. En 1882 pretendió en matrimonio a la poetisa Lou Andreas Salomé, por quien fue rechazado, tras lo cual se recluyó definitivamente en su trabajo y consiguió obras como: Así habló Zaratustra (1883-1885), Más allá del bien y del mal (1886), La genealogía de la moral (1887), El crepúsculo de los dioses (1888), El Anticristo (1888), Ecce Homo (1889) y La voluntad de poder (1901). Los últimos once años de su vida los pasó recluido, primero en un centro de Basilea y más tarde en otro de Naumburgo, aunque hoy es evidente que su encierro fue provocado por el desconocimiento de la verdadera naturaleza de su dolencia.  El 25 de agosto de 1900, Nietzsche murió después de contraer neumonía. Por deseo de Elisabeth, fue inhumado junto a su padre en la iglesia de Röcken.

La filosofía de Nietzsche supondrá un enfrentamiento radical con buena parte de la tradición filosófica occidental, contraponiéndose así a toda la filosofía anterior a la suya, criticando duramente al mundo racional, el mundo moral y el mundo religioso, oponiéndose  inevitablemente a la filosofía planteada por Sócrates, Platón, el cristianismo y a otras corrientes como el materialismo histórico.  De esta forma para comprender a este autor de forma más organizada es posible dividir en tres partes:

  1. Critica a la moral occidental: Nietzsche acusa a la moral tradicional platónica- cristiana por su anti naturalidad, ya que impone leyes y ordenes que van en contra de los instintos básicos de la vida. Además, el ideal de esta moral es la supremacía de la virtud, o "hacer al hombre bueno", aunque realmente convierta al hombre en esclavo de esa ficción, sería entonces una moral de esclavos. Es una moralidad crea por personas débiles que son incapaces de aceptar la propia tragedia de su existencia, que les muestra su finitud, y que les crea un aspiración de encontrar un consuelo fuera de este mundo, en el más allá. Se trata entonces de una moral trascendental que no gira en torno al propio hombre, sino en torno a Dios, y que lo hace tener una imagen de sí mismo vulgar y débil ya que lo poderoso y fuerte es algo supra humano, haciéndolo adoptar comportamientos como la sumisión y el conformismo.
  2. La crítica a la metafísica socrático-platónica: La metafísica tradicional se asienta sobre un error: considerar que los valores de las cosas no están en ellas (en la vida) sino en un mundo suprasensible, estático e eterno. De esta forma se está desvalorando el mundo sensible (en el cual el hombre vive) debido a su mutabilidad y su multiplicidad, mientras que la razón humana solo trabaja con ideas inmutables, pero para Nietzsche  esa forma de conocer al mundo no demuestra la “subordinación” de este mundo ante el mundo suprasensible sino que es simplemente la forma que se adopto para comprenderlo. Además para el autor el mundo trascendental no es más que una ficción, otro de los consuelos metafísicos que utiliza el hombre para negar esta única realidad que es trágica. Nietzsche considera  al mundo suprasensible como otro impulso anti vital, otra forma más de negar la vida.
  3. La crítica al conocimiento: el autor también critica al conocimiento conceptual, que hace corresponder a una realidad inmutable un conocimiento igualmente inmutable.  Pero para Nietzsche el concepto no es válido para representar la realidad tal cual es, ya que esta es un constante devenir no puede limitarse simplemente aquello cuya escencia es representar lo que no cambia. La razón, encargada de crear los conceptos nos engaña, porque a través de ellos nos acerca más a lo general y abstracto y nos alejamos más de lo singular y lo concreto (la realidad). De esta forma los conceptos no son más que un conjunto de ilusiones que el uso y la costumbre imponen, pero que no manifiesta la realidad.

Desarrollo:

 La segunda obra fundamental de Nietzsche es Así habló Zaratustra, y en ella aparece el mensaje central de su filosofía. Zaratustra fue un personaje que los griegos llamaban Zoroastro y que vivió entre los años 700-630/600 a.C. El autor se sirve de la figura del filósofo persa del siglo VI a.C. para desarrollar, mediante una trama de elementos narrativos, conceptuales y líricos, los cuatro grandes temas que integran su legado: el superhombre, la muerte de Dios, la voluntad de poder y el eterno retorno, temas que serán mencionados luego de comprender las tres transformaciones.

Cuando contaba con 30, Zaratustra decide retirarse en soledad a la montaña acompañado solamente por su dos animales, el águila, símbolo de orgullo, y la serpiente, símbolo de sabiduría. Durante su retiro voluntario, adquiere conocimiento y un día considera que ha llegado el momento de bajar a predicar a los hombres. Desde su vuelta la ciudad Zaratustra buscara discípulos a quienes dirigir sus discursos, que en escencia son desafíos a los antiguos ideales y creencias. En un discurso en particular, Zaratustra menciona tres transformaciones del espíritu debido a la “muerte de Dios”: el camello, el león y el niño.

  1. El camello: La primera figura que Nietzsche nos propone es la del camello, donde el espíritu se encuentra inculcado en la moral tradicional, el individuo que se inclina ante dios. El camello, es un espíritu paciente que se arrodilla cargado ante su amo, y esto para Nietzsche muestra la humillación a la que se somete el hombre aceptando los imperativos categóricos, es decir, las normas morales. El camello está representado bajo la figura del “tú debes”, que constituye el motor de su accionar, esta entonces representando a aquellos que se contentan con obedecer ciegamente bajo los valores que se le presentan como creencias, es el espíritu de carga, de sumisión a los valores de la moralidad cristiana y tradicional. Finalmente el camello huye  de aquel lugar donde era cargado con los valores de los otros hacia el desierto, un lugar en soledad donde es capaz de realizar la siguiente transformación, en la cual se convierte en un león.
  2. León: «Yo no debo nada», dice el león, mostrando su esencia de rebelión, negándose a obedecer. El león en la obra debe enfrentarse ante el dragón del “tú debes”, una figura que representa a todos los valores tradicionales a los que antes estaba sometido el camello. Con el fin de conquistar su libertad arroja todas las cargas pesadas que tenía el camello, rehusándose a Dios y a la moral cristiana. De esta forma el León representa al ser humano liberado de las cargas morales y sociales, el gran negador de todos los valores tradicionales, pero que no es capaz de proponer nuevos valores, porque su voluntad está concentrada en destruir los vínculos con el deber que no es posible que cree verdaderamente, es incapaz de proyectar nuevos valores. Pero tras haber obtenido su libertad tan necesaria, el león se transformará en niño para llevar a cabo la creación de valores nuevos.
  3. Niño: para el Nietzsche el niño juego a crear nuevos valores, encuentra en el juego la creación de un mundo de valores, ya que es inocente, ligero, sin prejuicios, sin moral, y puede entonces ir más allá de la carga de la sociedad es capaz de dar un nuevo comienzo. El Niño representa al hombre autentico tras la muerte de dios, sin culpas, sin pasiones, siendo sólo voluntad activa, una voluntad que crea, necesaria para hacer y llevar a cabo una creación. Nada queda entonces del camello ni del león en la figura del niño, es el espíritu creativo, con el cual se culmina en la transmutación de todos los valores.

Ahora bien, del el transcurso por las tres transformaciones que se plantean juntos con el análisis previo de su pensamiento filosófico y adicionándole conceptos básicos para entender al autor, es posible extraer las cuatro propuestas que plantea Nietzsche: el eterno retorno, el superhombre, el nihilismo y la muerte de Dios, todas relacionadas entre sí.

El eterno retorno a grandes rasgos consiste en aceptar que todos los acontecimientos del mundo, todas las situaciones pasadas, presentes y futuras se repetirán eternamente. Es una postura muy particular que rompe con el modo dominante de interpretar la sucesión de los acontecimientos que sugiere que un acontecimiento le sigue a otro, y este a su vez al siguiente, y las que quedan en el pasado son irrecuperables, ya nunca podrían volver a repetirse. Nietzsche plantea que Cuando están realizadas todas las combinaciones posibles de los elementos del mundo, quedará todavía un tiempo indefinido por delante, y entonces volverá a empezar el ciclo y así indefinidamente. Todo lo que sucede en el mundo se repetirá igualmente una y otra vez, todo se repetirá eternamente. Algunas interpretaciones que se ajustan más profundamente al pensamiento filosófico de Nietzsche hablan de esta tesis como un intento de rescatar la reputación de la vida, es decir, reivindicarla, porque en este sentido cada instante sería único pero eterno (no porque nunca se acabe, porque de ese modo no permitiría la aparición de otros instantes) sino porque se repite infinitamente, entonces dicho por el propio Nietzsche en la obra “El Gay saber” “¡Cuánto tendrías entonces que amar la vida y amarte a ti mismo para no desear otra cosa sino ésta suprema y eterna confirmación!”.

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