CARTA A ROSSEAU
Enviado por Miguel Ramírez Ortíz • 22 de Septiembre de 2016 • Apuntes • 593 Palabras (3 Páginas) • 88 Visitas
Durango, Dgo. 16 de noviembre de 2013
Mi dilecto y querido hermano Jean Jacques Rousseau:
El motivo de la presente, aparte de saludaros y esperando que disfrutéis la dicha de cosechar los frutos que sembrasteis, también va con la intención de compartir con vos algunos pensamientos e inquietudes que han brotado en mi persona al ponerme al tanto de vuestras luces y conocimientos vertidos tan certeramente en vuestra obra.
Coincido con vos en el aspecto de que el hombre debe abandonar su papel de siervo para convertirse en ciudadano libre, dueño de su destino y detentador de la soberanía. Puesto que la educación es el camino más idóneo para formar ciudadanos libres conscientes de sus derechos y deberes en el nuevo mundo.
En vuestra obra El Emilio, establecéis tan acertadamente las características de la educación para una sociedad integrada por ciudadanos libres, que participan y deliberan sobre la organización de la comunidad y los asuntos públicos, con la intención de formar un nuevo hombre para una nueva sociedad, señalando que el niño es un ser sustancialmente distinto al adulto y sujeto a sus propias leyes y evolución; el niño no es un animal ni un hombre, es un niño.
También coincido con vos en el aspecto de que la educación debe de adecuarse a cada una de las etapas de desarrollo del niño; los contenidos y objetivos de la educación deben trazarse a partir de los intereses y motivaciones del alumno acorde a su etapa de desarrollo.
Pues esta postura conducirá a que el alumno sienta realmente aprecio en interés por el proceso educativo al no ser este ajeno a su situación, considerando los intereses y capacidades del niño estimulando el deseo de aprender, analizando que y cuando debe enseñarse al niño en función de su etapa de desarrollo.
Aún resuenan en mi memoria vuestras palabras respecto a una educación extremadamente rígida, las cuales cito a continuación. "le acostumbráis a que siempre se deje guiar; a que no sea otra cosa más que una máquina en manos ajenas. Queréis que sea dócil cuando es pequeño y eso es querer que sea crédulo y embaucado cuando sea mayor"
Y todo esto iniciado por un concurso de la academia Dijon, al cual os presentasteis y ganasteis, comenzando así vuestro éxito.
Aún así me veo en la necesidad, de expresaros una discrepancia que me incomoda, y es que no encuentro explicación ni lógica al hecho de que siendo precursor de una educación básicamente preocupada por el desarrollo del niño, y con todo el dolor de mi corazón tengo que coincidir con el pensamiento de nuestro hermano Voltaire, no concibo la idea de que vuestros propios hijos no disfrutaron de vuestros conocimientos y atenciones, ya que os desatendisteis de ellos.
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