CRISIS ACTUAL: CRISIS DE HOMBRES
Enviado por danyfago • 21 de Febrero de 2020 • Ensayo • 1.499 Palabras (6 Páginas) • 96 Visitas
Universidad de Córdoba 31 de noviembre de 2009
Facultad de educación y ciencias humanas
Lic. En lengua castellana
Lectura crítica de textos
Prof.: Livis Perneth
Dany Gómez Martínez
CRISIS ACTUAL: CRISIS DE HOMBRES
Para nadie es desconocido que alrededor de los siglos VIII Y VII a. de C. existió el imperio Romano caracterizado por su sólida cultura y la extensión de sus dominios, además de los actos públicos que se realizaban en el coliseo bajo el lema: “pan y circo”. Es decir, los romanos condesaban su ideal de hombre en comer y divertirse y mientras al pueblo no le faltara la comida y las distracciones, entonces no había revueltas en el imperio. Es más, en medio de los enfrentamientos de gladiadores dados en el coliseo, se servían grandes banquetes y aquéllos que no querían parar de comer salían a vomitar para seguir disfrutando del convite.
Otro caso degradante ocurrió para los inicios de la década de los noventa en Alemania. Los nazis, bajo el mandato de Adolfo Hitler y su filosofía Nietzscheana en búsqueda del superhombre, realizaron un arresto masivo de personas, las cuales fueron fusiladas y gaseadas; todo con el fin de restaurar la raza humana y caminar hacia un supuesto ideal de hombre.
En la misma línea se mencionaría el surgimiento de los regímenes dictatoriales en el mundo entero, en especial los de América Latina, pues en virtud de abolir las estructuras del sistema de gobierno que rige, algunos caudillos con ínfulas de liderazgo e ideas reformadoras, se instalan en el trono con el fin de dirigir a la nación hacia un ideal de hombre. Pero las consecuencias a esta situación no son diferentes a lo que expresa Simón Bolívar cuando dice que el pueblo se acostumbra a obedecer al tirano y éste a mandar.
De esta manera, el devenir de la historia va mostrando la manera en que la sociedad, en el intento de revalorar sus ideales, no encuentra más que fracasos y crisis de todo tipo: económico, político, social, educativo… y los anteriores son sólo tres de los muchos ejemplos que definen una posible causa traducida en una paradoja: la búsqueda de un ideal de hombre y la equivocación de los caminos para conseguirlo.
Pues bien, aunque estos ejemplos son de la historia, otro tanto está ocurriendo en la sociedad actual. El pan romano con el que se mitigaba la necesidad de hambre es ahora el mercadito –sólo por poner un ejemplo- que reciben los más pobres en cualquier país bajo el mandato de un tal presidente que lo que quiere es permanecer en el poder, y el circo lo vemos los fines de semana en cualquier cercana cantina o en un tal programa de televisión transmitido en las horas de la noche; de igual manera, ya no se exterminan a los otros con gases o fusiles, pero sí prevalece la ley en la que el pez gordo se come al más pequeño. Y aunque ya no hay tiranías, un mandatario quiere que lo reelijan por segunda vez. La historia se repite, sólo que el mismo contenido es presentado en diferentes empaques.
Ante estas diversas realidades son diferentes las posiciones y las personas que dan una valoración ya sea buscando las posibles causas, bien criticando, ora dando soluciones, ora encogiendo los hombros y dando las espaldas. Lo cierto es que se coge el rábano por las hojas y se empieza por lo que menos cuesta, es decir, nos ubicamos por fuera del radio que abarca toda esta realidad y desde allí se juzga, se desea reformar la crisis, no sabiendo que la reforma más eficaz, más duradera y por ello mas difícil y costosa, pero que es por la última que se empieza, es por la de sí mismo, la reforma del hombre desde dentro. Yo no soy en este momento el presidente de un país real, pero tengo una realidad que puedo transformar, de igual manera, tú no eres la reina de España pero puedes gobernarte y transformar tu contexto inmediato. Y esto sí que cuesta pero es transcendente. Ya otros lo han dicho a través de diferentes sentencias, como por ejemplo Lao Tsé: “el hombre que gobierna un batallón tiene mucho poder, pero el hombre que se gobierna a sí mismo tiene el poder absoluto”, y qué decir de la legendaria inscripción puesta por los siete sabios en el frontispicio del templo de Delfos: “conócete a ti mismo”; igualmente Aristóteles plantea que el “hombre más poderoso es aquel que es totalmente dueño de sí mismo”. Los tres aforismos, en su carga filosófica, develan una realidad en dirección hacia el hombre, no obstante esta senda se desconoce y por ello se cree que la solución de las crisis estará por fuera de nosotros y no dentro de nosotros.
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