Caracteristicas De La Filosofia
Enviado por normapacheco • 6 de Marzo de 2013 • 1.640 Palabras (7 Páginas) • 1.633 Visitas
CARACTERIZACIÓN DE LA FILOSOFÍA
"La filosofía es la conciencia total, racional y crítica que el hombre tiene del mundo en el cual vive, y de los objetivos fundamentales de su actividad. La filosofía tiende a superar todos los límites del oficio, la especialización y la profesión que el hombre o la mujer se han impuesto. La filosofía se interesa por todo lo humano, sin tomar en cuenta las características de la época, nacionales o de clase. Tiende a explicar los sucesos de cualquier sector del mundo que el hombre ya haya caminado con los sentidos y el pensamiento; de la parte que ya ha ingresado en la historia humana.
En este sentido, la filosofía es totalizadora. Es racional ya que armoniza los deseos, visiones y sueños del hombre con la conciencia total de lo que existe. A diferencia del saber parcial de la ciencia, la filosofía quiere ser la síntesis del saber. Cierto es que ha pasado el tiempo de los enciclopedistas; la filosofía es hoy la síntesis del saber sólo si se comprende como producto colectivo.
Pero la filosofía no es sólo la totalidad del saber de lo que es y de lo que podría ser. Es también el proyecto de lo que el hombre quiere crear, de lo que, de acuerdo con sus convicciones, debería ser. El hombre se diferencia del resto de los seres vivientes, no sólo porque crea algo y porque modifica el entorno mediante su actividad, sino también porque se propone objetivos, porque él mismo determina la dirección y la escala de su actividad y de ese modo, también se crea a sí mismo. El hombre es el único ser que puede tener un ideal: La filosofía es la expresión teórica del ideal humano total de una época histórica. La filosofía es el intento de explicación de toda la vida humana. En este sentido, la filosofía fue siempre--y lo seguirá siendo--conciencia crítica de toda situación humana existente."
Aristóteles decía que la filosofía nació de la admiración. Según el filósofo griego, lo que llevó a los hombres a filosofar fue el hecho de advertir que la realidad tiene logos, sentido, racionalidad. La realidad misma es admirable porque no es un caos, sino un cosmos, es decir, un conjunto ordenado de seres que siguen leyes racionales. (EL ASOMBRO FILOSOFICO- es única-YOUTUBE)(QUE SON LAS COSAS, ORIGEN DE LA FILOSOFIA PARTE 1 Y 2 )
Agradezco el asombro
Agradezco el asombro, la sorpresa del alma, el instante del goce sutil e inesperado,
la mirada del niño descubriendo lo nuevo.
Agradezco el asombro, que lava los prejuicios, que exorciza y renueva, la magia de los ojos abiertos al milagro, de aguzar el oído de refinar el tacto, de palpitar lo eterno, de saborear lo exacto.
Agradezco el asombro, que me asombra y te nombra, el que crea y recrea, que desata y desvela, que te deja en mi sombra, y en mi sombra te lleva.
La admiración expresa una postura contemplativa orientada hacia el reconocimiento del misterio y de la grandeza del hombre y de toda la realidad. Como en el caso de la contemplación estética, el asombro implica salir de uno mismo y dejarse cautivar por la realidad. Muchas realidades (por no decir todas) pueden suscitar nuestra admiración: podemos sentir admiración ante un cielo repleto de estrellas, ante la belleza de una sonrisa, la complejidad del ojo humano o la maldad de una venganza. Ahora bien, para la "admiración" no es suficiente con "mirar", sino que hay que "saber mirar".
Un autor contemporáneo, A.J. Heschel, afirmaba que "con el avance de la civilización declina el sentido de la admiración". Nuestra sociedad de masas y de consumo muchas veces vive de acuerdo con una organización de la vida que se asemeja mucho a la vida animal: agobiados por las prisas y el afán de realizar el mayor número de cosas en el menor tiempo posible, vivimos en una incesante actividad, únicamente encaminada a producir medios o útiles para satisfacer determinadas necesidades de la vida. En esas circunstancias la existencia del hombre se convierte en una especie de estéril ciclo que sólo sirve para mantenerse a sí mismo y repetirse indefinidamente. Podríamos decir, siguiendo a Gabriel Marcel, que se ha confundido el ser con el tener. En ese contexto, el hombre es un ser pura y radicalmente pragmático, no tiene tiempo para preguntarse y, mucho menos para responder a la pregunta de qué son las cosas, porque simplemente las utiliza en su provecho. Ha perdido la capacidad para valorar las cosas y admirarse ante la realidad, y ha perdido esa capacidad por falta de uso, ya que no valora o aprecia las cosas, sino que simplemente las utiliza. Por tanto, no es de extrañar que quienes viven de tal forma, ante una obra de arte, por ejemplo, sólo conciban preguntarse ¿cuánto valdrá?, o ante un descubrimiento científico, ¿para qué servirá?.
Sin embargo, todos y cada uno de nosotros, en algún momento de nuestra vida adoptamos la actitud de "aquel que abre los ojos al mundo por primera vez" y "nos admiramos". En ese preciso instante formulamos las mismas preguntas que se han formulado todos los hombres de todos los tiempos y lugares, e intentamos hallar
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