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Características De La Filosofía Medieval


Enviado por   •  9 de Febrero de 2013  •  3.828 Palabras (16 Páginas)  •  12.534 Visitas

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La filosofía medieval comprende el amplísimo período que va desde el siglo V, con la caída del Imperio Romano, hasta el inicio del siglo XVI, con la Reforma Protestante. El pensamiento filosófico de Occidente es desarrollado exclusivamente dentro de la fe cristiana, y de ahí que se considere esta larga época como la época de la filosofía cristiana por excelencia. La filosofía medieval ofrece algunas características generales que conviene tener en cuenta:

1. La síntesis entre razón y fe, o filosofía y teología, es la primera gran característica a destacar, como corresponde a filósofos que especulan desde la fe cristiana. Tal síntesis, sin embargo, no se logra plenamente hasta Sto. Tomás de Aquino, y entra en crisis con Guillermo de Ockham en el siglo XIV preludiando la Edad Moderna.

2. Las grandes escuelas del pensamiento griego – Platón, Aristóteles, el Estoicismo, el Neoplatonismo – siguen vigente. Los filósofos cristianos, incluso los creadores de grandes sistemas como S. Agustín y Sto. Tomás, dependen de los planteamientos y de la terminología griega. En cierto sentido, no hay solución de continuidad entre las dos épocas.

3. La continuidad y la ausencia de grandes originalidades es, precisamente, otro de los rasgos a destacar en la filosofía medieval cristiana. Se le viene llamando, por eso, “philosophia perennis”, en contraste con la enorme pluralidad de doctrinas de la edad moderna y contemporánea. Esta continuidad, sin embargo hace depender en excesivo a los autores medievales de los filósofos anteriores, con merma de creatividad y exceso de monotonía repetitiva.

4. En el siglo X surge lo que se ha llamado filosofía escolástica, que ofrece, además de las características expuestas, un aspecto que la distingue de cualquier otra. Se caracteriza por la objetividad estricta, por la exactitud lógica y, sobre todo, por el rigor formal en sus especulaciones. Esta cualidad, sin embargo, degeneró a veces en pura dialéctica de fórmulas hechas y en un espíritu demasiado receptivo y poco crítico.

En este orden de ideas es necesario ahondar en los períodos de la Filosofía Medieval y es que, en cuanto a la división cronológica, la historia del pensamiento en la Edad Media se divide en tres grandes grupos:

A. La Patrística (primeros siglos de la era cristiana) En este momento se platean los problemas fundamentales del cristianismo; es época de herejías, cismas... Los temas fundamentales que aborda son la relación Razón y Fe, la existencia de los Universales, el debate filosófico entre aristotélicos, judíos, árabes y cristianos.

B. La Escolástica (s. VII-XIII) Este es el momento más álgido de la filosofía medieval. Es el momento más lúcido y más Pródigo en ideas. Representantes de este momento son: Santo Tomás, Alberto Magno, S. Buenaventura. Es un momento de gran riqueza cultural que se pone de manifiesto en la Escuela de Toledo. C. Crisis de la Escolástica (s. XIV) Durante este siglo la Escolástica entra en crisis, los temas comienzan a cambiar, nos acercamos al Renacimiento y la Razón vuelve a ser protagonista de la filosofía. El máximo representante de este momento es Guillermo de Ocham. Universidades A partir de las escuelas urbanas del siglo XII, la universidad nace como una asociación espontánea corporativa de maestros y estudiantes, con el fin de defender sus intereses. Las primeras universidades (París, Bolonia y Oxford) tienen sus orígenes en las escuelas del siglo XI. En el siglo XIII surgen algunas como resultado de escisiones (Cambridge de Oxford y Padua de Bolonia) y otras son fundadas directamente por el poder político (Salamanca, en 1218).

La universidad medieval estaba distribuida en cuatro facultades: Artes, Teología, Derecho y Medicina. Los objetivos de la universidad medieval son: Regular la enseñanza, determinando los estudios para acceder al profesorado, controlar la calidad de la enseñanza mediante la fijación de textos y programas, impartir títulos reconocidos que capacitan para ejercer una profesión.

En la Filosofía Medieval se abordan diversas temáticas entre las cuales destaca el problema de la razón y la fe: en este sentido plantean que el cristianismo no es una filosofía, sino que se presenta como una doctrina de salvación del hombre revelada por Dios, a la que el hombre accede, no por especulación racional, sino por la fe. Pero si la revelación divina contiene misterios que superan la capacidad de la razón y se nos dan sólo en la fe, también es innegable que existe una relación del cristianismo con la filosofía:

- El cristianismo tiene relación con la filosofía, porque contiene una determinada visión de los grandes problemas y cuestiones que se plantea la filosofía. Es decir, no se limita a aspectos puramente religiosos, sino que da una determinada solución al problema de la realidad en sus tres grandes dimensiones: hombre, mundo y Dios.

- El cristianismo tiene relación con la filosofía, porque ha introducido doctrinas concretas que influyeron decisivamente en la historia del pensamiento. Como ejemplos, baste citar: el concepto de la creación del mundo por Dios, que va a determinar una nueva ontología basada en el ser necesario y el ser contingente y, como consecuencia, una nueva visión de la naturaleza; la consideración del hombre como ser libre y responsable de su destino , que engendrará una nueva antropología personalista; la introducción de la filosofía de la historia, en contraposición a la concepción fatalista y cíclica de los griegos y, en fin, la concepción de Dios como persona. Los grandes misterios de la fe tales como la Trinidad, la Encarnación y la Eucaristía, obligaron, por otra parte, a replantear determinados conceptos filosóficos: naturaleza, persona y substancia. Si el cristianismo tiene una relación innegable con la filosofía, hay, sin embargo, aspectos problemáticos que obligan a plantear la cuestión de la relación entre fe y razón y que da pie a posturas distintas: La sabiduría cristiana fundada en la fe es de índole sobrenatural y, en cuanto tal, no siempre es comprendida por la razón humana. S. Pablo, de hecho, contrapone la sabiduría divina a la sabiduría humana (1 Cor. c. 2). El cristianismo, por otra parte, no puede admitir ni el pluralismo filosófico ante la verdad, ni la limitación del entendimiento humano (postura no infrecuente entre los filósofos), puesto que la fe se funda en una verdad absoluta e inmutable, la verdad revelada por Dios. De ahí que, para el cristianismo, los problemas fundamentales de la filosofía ya están resueltos por la Revelación, lo cual estrecha considerablemente el campo de la discusión filosófica, por una parte, y hace que la teología ostente la primacía respecto de la teología, por la otra (“La filosofía, sierva de la teología”,”S. Pedro Damiano).

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