Charles Morris. Fundamentos de la Teoría de los Signos

Charles Morris. Fundamentos de la Teoría de los Signos, Ediciones Paidós, Barcelona, 1985.

Para Morris, los hombres son animales que usan signos complejos y elaborados, como el habla, la escritura, el arte, la ciencia y los signos están altamente conectados;  pero para él la ciencia ofrece signos más fiables y sus resultados  son un sistema de signos. La civilización y la mente humana funcionan a base de signos, y  éstos son estudiados por lingüistas, lógicos, filósofos, psicólogos, biólogos, antropólogos, sociólogos y estetas.

Morris en este estudio pretende unificar los diversos abordajes y esbozar una ciencia de los signos. La semiótica es una ciencia más y un instrumento de las ciencias.   La semiótica da un lenguaje general que se aplica a todo signo o lenguaje especial, como al lenguaje de la ciencia.

El proceso en el que algo funciona como un signo se denomina semiosis, compuesto por el vehículo sígnico, el designatum, y el interpretante, además del intérprete; un signo alude a algo para alguien. Los mediadores son vehículos sígnicos; las consideraciones son interpretantes; los agentes del proceso son los intérpretes; lo que se toma en consideración son los designata.

La semiótica se ocupa del estudio de los objetos ordinarios que participan en la semiosis.   La relación de los signos con los objetos a los que se aplican recibe el nombre de dimensión semántica de la semiosis Dse; es la Semántica.  La relación de los signos con los intérpretes, es la dimensión pragmática de la semiosis, Dp; es la Pragmática. Todos los signos tienen relaciones con otros signos, el signo prepara al intérprete, es la Dimensión sintáctica de la semiosis, la Dsin, su estudio es la Sintaxis.

Lo antes mencionado puede aplicarse a todos los signos, simples o complejos, así como a los lenguajes,  pues son sistemas sígnicos.  El término “lenguaje” es ambiguo, como los signos, pues pueden analizarse en diversas dimensiones; según el formalista, cualquier sistema axiomático es un lenguaje. El empirista relaciona los signos con los objetos que denotan; el pragmático ve al lenguaje como una actividad comunicativa;   Un lenguaje, compuesto de signos interconectados, tiene una estructura sintáctica de tal clase que de entre sus combinaciones de signos pueden ser afirmaciones, comunes a una serie de intérpretes. Un signo adquiere sentido en relación con los restantes signos, con los objetos y los usuarios, así también un lenguaje se caracteriza completamente cuando se enumeran las reglas (sintácticas, semánticas,  pragmáticas) que gobiernan los vehículos sígnicos.   Sin embargo, aún en los lenguajes complejos ciertos signos funcionan de manera diversa, a veces son predominantes, habiendo niveles de referencia simbólica, suelen ser signos ambiguos y a veces contradictorios.  Debido a eso, las civilizaciones han desarrollado lenguajes especiales y restringidos: la matemática y la lógica formal, la ciencia empírica, las bellas artes.

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