Ciclo De La Infancia

La cultura habilita al humano para el intercambio e interacción entre el individuo y su organismo. Desde el nacimiento del cachorro humano, es introducido en los canones de una sociedad, al ritmo de ideas, creencias, y saberes de un momento histórico determinado, que señala lo correcto y lo incorrecto. Mediante la crianza los padres se comunican con el INFANS (sujeto infantil que manifiesta un estado de indefensión para sobrevivir sin la asistencia de otro) en un dialogo pre-formativo, es decir, un encuentro donde a partir de experiencias se imprime el sello de la cultura. El dialogo entre figuras parentales constituye “ritualizaciones”, las acciones de intercambio tienen un contexto vincular y afectivo (Ej: acto de amamantamiento, comunicación con el hijo).

La madre intercambia su necesidad de ser una madre reconocida especialmente por sus cachorros, y éste que lo nombre y sitúe como un ser exclusivo, este juego es importante para desarrollar elementos cognitivos. En este ciclo evolutivo la figura de relevancia en el proceso de intercambio es la madre, por su función maternal en el dialogo con su cachorro.

El recién nacido establecerá un dialogo en contacto con la boca del pecho materno, esta primera forma de contacto es la puerta de ingreso a la adaptación social. El pecho materno se representa como otro primero que ofrece nutrición y compañía, el cachorro aprenderá la acción social de recibir y obtener lo que ofrece.

En la aparición de la etapa de dentición, el infante encontrara placer al morder o tomar el pecho nutritivo, los ojos tienen un nuevo protagonismo, aprenderán el entorno de una manera diferenciada, los oídos reconocerán los sonidos familiares y la mirada se orientara para localizarlos.

El ciclo de la niñez:

Para el infante, mantenerse sobre sus dos pies significara un cambio de perspectiva respecto de las inter-acciones con el mundo y con los otros inmediatos. La posición erecta le permite encarar el mundo de una manera diferente, apreciara un adelante arriba, adelante abajo.

En este momento de la vida entra en escena una zona corporal centrada en el placer y displacer: el ano, y la uretra. La modalidad de interacción se aprende en el dialogo con otros, en el acto de retener y eliminar. El trabajo psicosocial consistirá en hacer internos los mandatos enseñados en la infancia. El niño intentara transferir pautas apropiadas y permitidas por las figuras parentales, aprenderá a auto vigilarse, en relación a herramientas y recursos provistos por los padres. Estos y otros mayores lo comparan con lo que podría llegar a ser, con lo cual se crean dos auto-imágenes opuestas, una la persona encaminada deseada por su hogar y su cultura, y otra imagen negativa a lo que se supone que uno no es.

En este periodo la presencia paterna cobrara importancia, como figura de autoridad que imparte los permisos y las prohibiciones, al padre se lo relaciona con

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