Ciudad De Dios
Enviado por mayra16911 • 14 de Noviembre de 2012 • 1.423 Palabras (6 Páginas) • 489 Visitas
“Año de la Integración Nacional y el Reconocimiento de nuestra Diversidad”
UNIVERSIDAD NACIONAL DE LA AMAZONIA PERUANA
Facultad de Derecho y Ciencias Políticas
TRABAJO DE EVALUACIÓN
TEMA: Resumen de la Obra La Ciudad de Dios- San Agustín de Hipona.
ALUMNA: ZAMBRANO GARCÍA, Mayra Andrea.
DOCENTE: Doctor en Derecho RUÍZ ROJAS, José Edmundo.
CÁTEDRA: Sociología General.
NIVEL: I-II.
FECHA DE ENTREGA: Martes 28 de Agosto.
IQUITOS- PERU
2012
RESUMEN:
La Ciudad de Dios es la transcendental obra de San Agustín de Hipona, y al igual que todas sus obras, fue escrito para responder a una determinada necesidad; así como también nos muestra otra manera de ver a la gran ciudad de Roma, como fue despojada, incinerada y vencida.
Esta obra consta de veinte dos libros, dividida en dos partes: la primera combate al paganismo y la segunda, defiende la doctrina cristiana. Los cinco primeros libros muestra la caída de Roma debido a su egoísmo e inmoralidad, en los otros cinco li que continúan, San Agustín expone que ni la antigua filosofía ni el politeísmo fueron capaces de preservar el Imperio, y los doce libros que restan presentan el nacimiento, desarrollo y culminación del enfrentamiento entre las dos ciudades.
San Agustín escribe esta obra debido a las críticas que realizaban los paganos hacia el cristianismo, ya que Roma había caído bajo los Godos, culpando de esto al Cristianismo.
Podemos encontrar que el acontecer histórico se le atribuye a los designios de Dios. Dos ciudades son el símbolo de la sociedad: Jerusalén y Roma.
En Jerusalén, están los que tiene aspiraciones espirituales, los cristianos que respetan a Dios, Sus mandamientos y leyes. En roma se encuentran todos los hombres malos, los que se entregan a los goces paganos, a la debilidad de la tentación o la carne y los que adoran a muchos dioses. Estas dos ciudades conviven, han seguido su curso mezclándose una con la otra a través de los tiempos desde el inicio de la raza humana hasta el fin del mundo, y es recién que ocurrirá la separación entre ambas con la victoria definitiva de la ciudad de Dios, es decir, Jerusalén.
Desde el primer momento se trata a la religión como supersticiosa, por una parte objeta que se adore a los dioses por las ventajas que logren y por otro lado contradice a quienes buscan por esa misma vía, la felicidad eterna.
En el primer libro se da el saqueo de Roma por los Godos, los romanos interpretaron esto como una castigo divino, por lo que Agustín se opone a esto, dado que los dioses romanos no son capaces de proteger a los paganos, sin embargo, es Cristo quien ha podido salvar a muchas personas, incluidas las no cristianas. Por otro lado, tanto los buenos como los malos, sufren el mal en esta vida, ya que los malos sufren para ser corregidos y los buenos para confirmarse en su virtud.
En el segundo libro Agustín expone que Roma ha recibido de sus Dioses el vicio, la corrupción del alma y el amor por los bienes terrenales, indicado en el libro tercero; en el cuarto libro se habla del verdadero origen del poder de Roma, mostrando Agustín, que no han sido los Dioses de Roma los que le dieron grandeza, sino el soberano Dios, verdadero y único. Por otra parte San Agustín expone también que la caída del imperio romano se debía a que era un imperio lleno de antivalores donde la gente no encontraba más placer que el bienestar personal.
Ya en la segunda parte Agustín recrea dos ciudades: La Celestial, y la Terrenal, también conocidas como Jerusalén y Roma,
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