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Colombia Una Mirada Desde Las Ciencias Juridicas


Enviado por   •  25 de Noviembre de 2014  •  6.312 Palabras (26 Páginas)  •  210 Visitas

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De la oruga a la mariposa: Desarrollo evolutivo del niño y niña

De la Oruga a la Mariposa Para subir al cielo se necesita una escalera grande y otra chiquita.

Ciclo de vida del ser humano: de la sombra hablada hasta la adolescencia

Autora: Carmen Escallón Góngora.

Médica Pediatra. Terapeuta de Familia

“Todo niño al nacer asume el haber nacido, el deseo de haber

aparecido en forma humana sobre la tierra, con independencia del

deseo del padre y de la madre”

Francoise Doltó

La vida del ser humano es un continuo transcurrir de nacimientos y muertes, formas diferentes de metamorfosis, de pasar de la quieta y misteriosa oruga a la extasiante y alada Mariposa. Es un ciclo que va desde los orígenes de lo humano, desde el misterioso homo sapiens hasta el homo sapiens sapiens, el mono que adquiere conciencia, es decir la capacidad de pensarse, de reconocerse, de comprender su mortalidad.

Ese legado filogenético le proporciona al humano la condición biológica del amor, una condición de vivir en el respeto por la especie y por las que le rodean. Legado que muchas veces ha sido pisoteado por la cultura, pudiendo afirmar hoy que el humano es biológicamente un ser inofensivo, no dotado de incisivos prominentes, ni de garras, pero aprende tempranamente a ser ofensivo para los semejantes, atacando con la palabra, con los actos y con el lenguaje corporal, hasta el punto de arrojar material nuclear sobre poblaciones enteras y destruir miles y miles de niños, jóvenes y viejos, por la avaricia y el odio.

El ciclo de vida del humano tiene una razón: conservar un planeta vivible y habitable para que siga la vida, un planeta que debe entregar conforme a la misma manera en que fue recibido un día de los antecesores los primates. Es esta la razón de la vida, pese a que algunos humanos han perdido el sentido de la vida y pretenden una vida dolorosa para ellos y los demás de su especie.

El ser humano desde sus orígenes inicia un ciclo que lo lleva a convertirse en una mariposa, para ello pasa por profundas transformaciones. En esas metamorfosis va denudándose y adquiriendo pieles cada día. Es así como el cuerpo se constituye en la pizarra donde está escrita la historia, la piel humana está poblada del ciclo vital, allí en ese tegumento está inscrita la estación uterina, la infancia, adolescencia y adultez, las ganancias y pérdidas, los encuentros y los desencuentros, los misterios, los asombros, los vacíos, las tristezas, la siembra, la cosecha, los abrazos y los abandonos.

El ser humano posee tantas muertes como nacimientos, va por la vida dejando pieles, y ganando sensaciones. Piel nueva que acaricia, que sana, que nutre. No es posible crecer sin crisis y para superarlas y superarlas con fortaleza, es indispensable saberse parte de una familia sana.

Durante el vivir, el ser humano se va encontrando con hechos que le asombran, que le estremecen, que le muestran el carácter sagrado de la vida. Vive momentos que le hacen introducir a su novela familiar un antes y un después. Cada paso de una etapa de la vida a otra, es una oportunidad de salvación y sanación natural, algo así como si el propio ser humano tuviese internamente sus posibilidades emancipadores y salvadoras.

El árbol para la mariposa.¡Quiéreme para que tenga el coraje de abandonarte!

La familia es determinante para acompañar al ser humano en su tarea de crecimiento y desarrollo. Es algo así como un árbol que debe dar sombra en los momentos en que el sol calcina, debe estar allí con sus ramas abiertas, debe permitir la identidad y la emancipación, tarea esta que se constituye en una de las principales funciones de la familia.

Existen familias flexibles que posibilitan las funciones mencionadas y las hay rígidas que llegan a encarcelar a sus miembros construyendo jaulas con invisibles barrotes de cristal, o con barrotes de oro, ligados al bienestar y la comodidad de los miembros a cambio de retenerlos allí. Estas familias impiden el paso de la oruga a mariposa, conteniendo como consecuencia miembros del sistema familiar, tristes, sumidos en la desesperanza y el olvido.

La familia colombiana tiene un papel protagónico ante la crisis social de tan alta magnitud: la de preservar la identidad, lograr en sus hijos raíces que se profundicen en el suelo de la vida y la adquisición de alas grandes, para así seguir haciendo sueños y creando vida.

La familia es un sistema en constante transformación y las transformaciones de cada uno de sus miembros determinan lo que se llama ciclo de vida de la familia. No tiene las mismas necesidades, fortalezas y debilidades una familia en formación con relación a una familia con un hijo escolar o adolescente, o las familias con nido vacío. La edad del hijo mayor determina la etapa que está viviendo la familia porque de cierta manera los padres, madres, hijos e hijas “estrenan” comunicación, sensaciones, dificultades, interacción y muchos otros elementos que hacen de cada una de las etapas un momento único y pocas veces repetible.

Es así que la familia desde su inicio hasta la muerte de los padres, madres y abuelos pasa por las siguientes etapas:

v Etapa inicial de la familia.

v Familia ante la gestación del primer hijo(a).

v Familia con hijo(a) recién nacido.

v Familia con hijo(a) preescolar.

v Familia con hijo(a) escolar.

v Familia con hijo(a) adolescente.

v Familia en plataforma de lanzamiento.

v Familia con nido vacío.

v Familia ante la vejez y la muerte de los padres.

El ser humano por su parte vive desde su aparición en el escenario de la vida hasta la muerte, diferentes etapas y son muchos los caminos que le permiten llegar a ellas; para efectos académicos las señalaremos de una manera secuencial e inexorable, aunque lo que vemos en el vivir, es que estas etapas además de estar determinadas por la edad cronológica, lo están por los cambios emocionales, sociales y ecológicos que vive un individuo:

v Estación de la Sombra Hablada

v Estación de la Oruga o Estación Uterina.

v Estación de la Crisálida o de Fantasía y Juego- Infancia-

v Estación de la Mariposa o Expansión de la Conciencia – Adolescencia.

v Estación de la Danza de la Mariposa o de Intimidad y Fabricación del Nido – Adultez Temprana-

v Estación de la Protección y Cuidado de las Mariposas y las Orugas -Adultez Madura.

v Estación de Regreso a la oruga – Adultez tardía y muerte.

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