Como se da Análisis, alegoría de las cavernas de platon

Análisis, alegoría de las cavernas de Platón.

La Cueva es una alegoría para la sociedad, para la cultura. Por convención en oposición a la naturaleza. La cueva no es ciertamente una analogía para el alma. ¿Por qué? Porque la alegoría habla de prisioneros, plural, no de un prisionero. Sin embargo, es un solo prisionero, no todos los prisioneros, que es liberado para hacer un asentimiento a las Ideas. El preso que hace el asentimiento es el filósofo, a diferencia de la mayoría de los prisioneros que no hacen el asentimiento y no son filósofos. Los puntos esenciales de esta alegoría son varios, como que el hombre n tiene acceso inmediato a la verdad. La filosofía debe hacer un asentimiento del prejuicio común (las sombras en la pared de la cueva) a la verdad. Seguidamente el filósofo, una vez que ha dejado atrás las ilusiones de la cultura y la sociedad, no obstante, tiene que vivir en la sociedad entre los imprudentes en donde existe una tensión permanente (filosofía y sociedad, en donde los imprudentes vienen al caso) ya que la filosofía llama a las opiniones fundamentales sobre las cuales la sociedad se construye para cuestionar, y por lo tanto representa una amenaza para la sociedad.

Lejos de afirmaciones ajenas, la Alegoría de la Cueva no puede ser separada del significado del resto de la República. La alegoría nos obliga a plantear la mayor cuestión planteada en la República, ¿puede la sociedad construirse sobre la razón o es la sociedad necesariamente construida sobre la opinión, sobre la mera convención? ¿Qué debe hacerse para establecer un régimen en el que la razón rige?

Brandon Zarraga.

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