Conferencia
Enviado por guapabonita789 • 5 de Mayo de 2015 • 718 Palabras (3 Páginas) • 100 Visitas
Un proyecto como la Ciudad del Conocimiento puede convertirse en una plataforma de progreso en la ciudad en la que se emprenda, o bien convertirse en un lujoso crucero en el que sólo unos pocos tengan cabida.
Para el filósofo y catedrático español Fernando Savater (San Sebastián, 1947), un proyecto como el que viene desarrollando Monterrey a través de la Ciudad del Conocimiento debería estar cimentado en la congruencia y en la participación activa entre la iniciativa privada y el dominio público, pues “de nada sirve tener una cosa ultrasofisticada si después la gente no lo va a poder disfrutar”.
Savater llegó a la ciudad invitado por las dos grandes instituciones educativas de Nuevo León: la UANL y el Tecnológico de Monterrey. Ayer por la mañana estuvo presente en la lectura en atril “Compresencias. Autor, intérprete, público” en la Sala Mayor de Rectoría del ITESM.
Al mediodía les habló a los alumnos del Tec sobre la vida de Sócrates, su amor al teatro, además de instarles a que “la vida debe ser reflexiva, no sólo meramente contemplativa”.
Al caer la noche, en una rueda de prensa organizada por la Cátedra Raúl Rangel Frías de la UANL, y acompañado del escritor Alfonso Rangel Guerra, Savater habló de diversos temas, como la importancia de la cátedra libre de la universidad pública y la congruencia social que deberá existir en los proyectos denominados Ciudades del Conocimiento.
“Todo tiene que estar un poco coordinado, es decir, lo que no puedes es hacer un monumento maravilloso que una gran cantidad de gente no va a poder distinguir, eso no puedes hacer”, mencionó.
En estos esquemas, se dice que la sociedad en general está reflejada dentro de la iniciativa privada (IP), se le comentó.
“La sociedad está identificada con la IP, lo que pasa es que también muchas veces los intereses representados en las empresas no son intereses de beneficio público sino de los privados… de ahí que deba de haber una cierta vigilancia pública y sobre todo, lo público debe de venir a completar lo que la iniciativa privada no puede hacer”, respondió el autor de Historia de la filosofía. Sin temor ni temblor.
Y si un proyecto como la Ciudad del Conocimiento no parece ser congruente, el guión escrito en la historia de estudiantes y la realidad profesional en pleno siglo XXI parecen salirse de toda cordura pues a mayor nivel de estudios, menos trabajo.
Para Savater, el acceso a la educación se ha vuelto un privilegio, y el papel de las universidades públicas corre riesgo porque éstas se han vuelto muy caras y, sobre todo, en que ya no cumplen el sueño de antaño, al grado que “tener un título universitario ya no es sinónimo de tener un empleo fijo.
“Ya no es obligatorio tener la universidad para ser feliz y digno en este mundo,
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