Conversacion Sobre La Educacion Entre Paulo Freire E Iván Illich
Enviado por beingmarialola • 22 de Noviembre de 2011 • 3.314 Palabras (14 Páginas) • 2.380 Visitas
Se encuentran Paulo Freire e Iván Illich en el interior del café “Canela” en la ciudad de Bernal, Buenos Aires.
Se citaron a fin de comprometerse a realizar un análisis conjunto con respecto a temas específicos sobre la educación y la función de la escuela en ello, bajo el marco de una conferencia de prensa que deberán brindar.
Es un encuentro algo complicado, ambos tienen opiniones divergentes con respecto a la educación y al sentido de que corresponde atribuirle en la América Latina actual.
Paulo Freire hace 2 años que vive en Argentina, a diferencia del recién llegado Illich, esto presenta ventaja para el pedagogo brasilero con respecto al conocimiento del terreno.
En la mesa del fondo está sentado el austriaco con el diario “La Nación” que el mozo del bar muy amablemente le facilitó, tiene cara de desagrado; no le gusta el tinte oligárquico del periódico, pero aún así parece concentrado en su contenido.
Llega 10’ tarde Paulo, el tráfico está terrible.
Se saludan, un apretón de manos y piden el café…Se miran a sabiendas que el pago del mismo, al igual que cada uno de los temas que se plantee en esa charla va a ser objeto de debate.
Illich tuvo la astucia de preparar una serie de tópicos previamente estipulados para dirigir la conferencia de prensa a fin de que se tocaran todos los temas relevantes sin perder de vista el objetivo central: La educación Latinoamericana.
PF: Ay Iván, lo primero que tenés que hacer es dejar ese diario en la mesa de al lado porque…como ya te habrás dado cuenta es más serio leer “Las crónicas de Narnia”
II: Jajaja, sabía que algo raro había con éste, sobretodo a partir de la medida New Yorker que quieren imponer, marketing elitista…o qué?
PF: Si, claro! Pero el tema de los medios de comunicación excede este encuentro…decime…vos tenés preparados algunos ejes…verdad?
II: Sisi, juro que es por cuestiones organizativas, nada de sacar ventaja, está a entera disposición de tus modificaciones.
PF: Me alegro entonces colega, dígame el primero.
II: Como base tengo pensados 5, la principal: La función social y política de tu querida institución: La escuela. Esa como plato principal…
PF: (Se sonríe y asiente)
II: Pero para desarrollar eso debiéramos antes abordar otras tales como la función política y social de los primero subordinados: los docentes y como está concebida su formación.
PF: Ahí quisiera detenerte y decirte que estoy de acuerdo con el orden establecido, pero no admito que trates a los trabajadores de esa manera, respeto tus convicciones… de hecho, como te dije en otras oportunidades, las admiro.
Por eso, como educador que aun soy y en representación de mis compañeros quiero pedirte que cambies tu actitud para con ellos.
II: Paulo, vos sabés que soy un provocador. ¡Tomalo como un desafío y convenceme entonces!
PF: Ok amigo, veremos cómo se me da la cosa. Empecemos por ellos, los docentes…
II: Si, como te dije y para dejar en claro mi posición, son los primeros subordinados, son esos que acatan las ordenes y las traducen para las nuevas generaciones, son el arma más poderosa de los oligarcas…los primeros NORMALES (enfatiza comillas con los dedos). Los mayores distribuidores de moralina barata.
PF: Tenés razón al pensar así, los maestros reaccionarios son esos que están preparados para los alumnos modelo, de los que serán ejemplo, predicando el autoritarismo y posicionándose desde el saber absoluto. Pero yo te hablo de los otros, de aquellos con los que disfruto trabajar, los maestros PROGRESISTAS.
II: Progresistas cómo? No se puede ser progresista en una institución tan anticuada como la escuela.
PF: Como te digo Iván, los que funcionan en América Latina son los nuevos profesionales, los de este momento histórico y en este lugar geográfico, porque no se puede actuar sin ser coherentes con el contexto en el que estamos insertos. A mí me gusta llamarlos progresistas. Y para que las cosas funcionen como deben, para que la liberación de los oprimidos se tiene que cambiar la actitud docente.
II: Y eso como sería?
PF: El docente debe tener en claro cuál es su posición política. La educación es una práctica política y el docente, como cualquier otro ciudadano debe hacer su elección. Es preciso que el educador empiece a construir su coherencia, que disminuya la distancia entre su discurso y su acción. La primera pelea que un docente progresista deber dar es consigo mismo. Ese es el comienzo del cambio.
II: Eso parece seductor, pero tenés que pensar que la escuela restringe al salón de clase la competencia del maestro. Eso genera desesperanza, caos. Uno termina sucumbiendo al fatalismo de las viejas oligarcas...
PF: Sobre esa desesperanza el único camino es reencontrar razones de esperanza en la desesperanza. Reconstruirla. Y, para ello hay que reconocer los diferentes tiempos históricos, reconocer que la lucha hoy es más difícil. Y si hace falta, habrá que aprender incluso a hibernar. El mundo no se va a acabar por dos o tres años de espera. Yo no tengo dudas de que gran parte de la desesperanza actual frente al cinismo de esta ideología fatalista neoliberal se va a convertir en fuerza de desesperanza a causa de ese mismo cinismo, de ese fatalismo ideológico que no va a durar mucho tiempo. (Enérgicamente)
II: ¡Amén Don Freire! (Ríen)
Igualmente yo tengo fe en esto. Hace 80 años, Soloviev ya predigo que el Anti-Cristo sería un maestro… dicen por ahí que la pedagogía parece ser una bomba poderosa…veremos.
PF: Hace una mueca y continua…la confrontación no es pedagógica, sino más bien política.
II: La política en América Latina contemporánea es difícil Paulo, todo es virtual, todo financiero. Ni siquiera el capitalismo es lo que solía ser. Los discursos que los maestros tienen que transmitir ni siquiera se condicen con sus propias cosmovisiones. Se mueren las ideas, los jóvenes se cansan de luchar. Y todo como consecuencia de ese lugar que se diferencia de una cárcel solo sintácticamente: La escuela.
PF: Ivan, los jóvenes necesitan quizás refrescar su memoria como pueblo, pero no están perdidos. La gente joven necesita saber que la existencia humana es una experiencia de lucha. Es importante hacer notar la lucha, e incluso la violencia como presente en toda experiencia humana. En definitiva, la existencia humana es una existencia conflictiva. La cuestión es cómo hacer para que a experiencia humana sea cada vez más una experiencia “gentificada”, de gente, de personas, de sujetos, no de objetos. Y eso no se logra sin pelea, sin tenacidad, sin fuerza.
II: Ahí otro tópico Paulo, El Rol del alumno. Ese objeto de devoción
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